🌟One-shot: Simplemente amor🌙

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Treinta años. Treinta largos años desde aquella noche que aún vivía en cada rincón de la mente de Tenoch.

Esa noche, la más linda de todas, la que nunca olvidaría, aunque deseara hacerlo para calmar el dolor que ahora cargaba como una sombra perpetua.

Estaba solo en su habitación, sentado al borde de la cama que compartía con su esposa, mirando hacia la ventana donde el amanecer comenzaba a asomarse tímidamente.

El suave resplandor del alba bañaba la habitación en tonos dorados, pero en el corazón de Tenoch solo había una fría oscuridad.

Memo ya no estaba. Y aunque había tratado de seguir adelante, de cumplir con las expectativas, su verdadero amor se había marchado hacía mucho tiempo.

La vida lo había llevado por caminos que nunca quiso recorrer. Se había casado, tal como su familia lo esperaba, con una mujer hermosa y amable. Tuvieron hijos, una vida tranquila, pero nunca fue feliz. Jamás se sintió completamente vivo desde el día en que perdió a Memo.

Recordaba la última vez que estuvieron juntos, aquella noche de verano en 1994. La nostalgia lo envolvía cada vez que pensaba en ella, pero no podía evitarlo.

『••✎••』

Ese día, había llegado a la casa de Memo, temblando de miedo y con el corazón lleno de culpa. Habían pasado semanas desde su última conversación, desde que el mundo les había obligado a separarse.

Tenoch, abrumado por la presión de su familia y la sociedad, había intentado huir de sus sentimientos, pero no lo había conseguido.

Al entrar en la casa de Memo aquella noche, todo lo que había reprimido salió a la luz.

Le pidió perdón, un perdón que él mismo nunca se habría concedido, y confesó lo que llevaba tanto tiempo tratando de ignorar pero no había logrado reemplazarlo, ni con nadie ni con nada.

Cuando vio a Memo, los recuerdos lo golpearon como una ola imparable.

Su cabello castaño desordenado, su sonrisa tenue y aparentemente inocente, esos ojos azules que siempre parecían entender todo, incluso cuando no había palabras.

Se miraron, y en ese momento, todo el tiempo que habían pasado separados desapareció. Como si el universo entero se detuviera para darles ese instante.

-Te amo- fue todo lo que pudo decir Tenoch. Las palabras fueron como una descarga eléctrica, recorriendo su cuerpo.

No era una confesión, era una verdad que siempre había estado ahí, esperando ser dicha.

Memo sonrió con tristeza, pero sus ojos brillaban de amor -Yo también- respondió, y su voz temblaba.

Esa noche, se besaron con la intensidad de quienes saben que su tiempo es corto.

Sus labios eran suaves, como siempre, pero había una desesperación en cada caricia, en cada suspiro compartido.

Las manos de Tenoch recorrían el cuerpo de Memo como si estuviera intentando memorizar cada centímetro, cada cicatriz, cada rincón que ahora era suyo.

Se amaron con una mezcla de pasión y rabia por su cobardía previa, como si el amor que sentían fuera tan fuerte que los consumiera por dentro.

Al final, después de entregarse el uno al otro como nunca antes llenos de amor sincero, solo quedaron lágrimas. Ambos sabían que esa sería la última vez pues Tenoch debía regresar a Oaxaca.

Primero se amaron. Luego, lloraron. Y al final, se separaron, no por falta de amor, sino por el exceso de él, por no saber cómo manejar algo tan poderoso como lo que tenian.

『••✎••』

Aquella noche, la noche más linda del mundo, fue la última vez que Tenoch se sintió verdaderamente vivo.

Aunque solo duró un segundo en su memoria, aquel momento quedó grabado en su corazón para siempre.

Un momento en el que las estrellas parecían haberse alineado, en el que todo tenía sentido.

Pero, como todas las cosas buenas, se desvaneció demasiado rápido, más rápido que nada.

Después de aquella noche, todo cambió. Memo y su hermana se suicidaron pocos meses después, un días antes que Tenoch se fuera.

Y con ellos, una parte de Tenoch también murió. El tiempo pasó, y la vida lo arrastró hacia adelante, aunque él nunca dejó de mirar atrás.

Su familia lo empujó a casarse, a seguir un camino que él nunca había deseado ni deseaba. T

uvo hijos, construyó una carrera como ingeniero y consiguio un trabajo de en una fabrica prestigioso, parecía tener una vida perfecta.

Pero esa vida era solo una fachada. Por dentro, Tenoch siempre supo que había traicionado su propio corazón había traicionado a su propia esencia, su propia alma.

Nunca fue fiel a sí mismo por miedo. El nunca amaría a su esposa no porque fuera mala si no porque simplemente nuca iba a amarla como amó a Memo.

Cada año, en el aniversario de la muerte de Memo, volvía a esa noche en su mente. Esos momentos compartidos.

Las risas, los besos, las noches pasionales que compartieron en aquella habitación. Todo estaba grabado en su memoria como si hubiera ocurrido ayer.

A veces, cuando su ""amada"" esposa dormía a su lado, se despertaba en la oscuridad y sentía el vacío deseando que fuera Memo el que estuviera a su lado, como su esposo y no como su secreto.

Miraba hacia el techo, escuchando el silencio, y en ese silencio, escuchaba el eco de la voz de Memo, susurrando su nombre. Era un recordatorio constante de lo que había perdido.

Y aunque había intentado seguir adelante, aunque había tratado de construir una vida sin él, la verdad era que jamás pudo olvidarlo y tal vez jamás lo olvidaría.

Memo siempre sería su verdadero amor, el único que realmente lo había conocido, el único que había tocado su alma de esa manera, el único que realmente lo amaba.

Ahora, mientras las primeras luces del amanecer comenzaban a iluminar su habitación, Tenoch se secó las lágrimas. No sabía cuántos años más viviría, pero estaba seguro de una cosa, Memo siempre estaría con él.

『••✎••』

-Te extraño tanto...- Susurro Tenoch con las lágrimas corriendo por su mejillas.

Él siempre iba a recordar a Memo, el verdadero amor de su vida. Y así en su habitación, sentado al lado de su esposa, que quería odiar pero no podía, ella no tenía la culpa

Pero para Tenoch el eco de su amor con Memo resonaría por siempre dentro de él, recordándole que, incluso en la tristeza, el amor verdadero nunca se olvida, incluso si ya ha partido.

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One shot de un AU alterno de mi propio AU

Todo está basado en la canción la noche más linda de Adalberto Santiago

Y parcialmente en la canción Good Luck Babe! De Chappell Roan

Simplemente Amigos (Memoch) "Nadie nos va a extrañar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora