El inicio del FIN

17 7 0
                                    

El sol del mediodía se filtraba a través de las ventanas de la universidad, arrojando sombras alargadas sobre los pasillos abarrotados. Era un día común, o al menos, así lo parecía. Los estudiantes iban de un lado a otro con sus mochilas, algunos murmurando sobre exámenes próximos y otros conversando alegremente sobre los planes del fin de semana. El ambiente era el típico de un campus universitario. Aou estaba en su último año, y aunque se acercaba el fin de su vida académica, el futuro le ofrecía más preguntas que respuestas.

En otro lugar de la ciudad, en la preparatoria, el día transcurría de manera similar. Clases de matemáticas, biología, educación física; profesores y estudiantes inmersos en sus rutinas. Entre ellos, un joven de último año de preparatoria hacía lo posible por mantener su concentración en el pizarrón, pero sus pensamientos divagaban hacia el futuro. Estaba ansioso por lo que vendría después de la graduación, aunque nunca imaginó que los planes cambiarían tan drásticamente en cuestión de horas.

Aquel día, sin embargo, algo oscuro comenzó a invadir las noticias. Un brote, una infección viral desconocida, había surgido en las ciudades cercanas. Al principio, pocos le dieron importancia. Las noticias de virus siempre habían estado presentes en las últimas décadas, y muchos creían que esta no sería diferente. Pero, para el final del día, el tono de los reportes cambió drásticamente. Videos filtrados en redes sociales mostraban a personas con la piel ennegrecida o enrojecida, moviéndose de manera lenta y errática. Sus ojos, opacos y vacíos, parecían perdidos, como si no estuvieran realmente allí.

A medida que las horas avanzaban, el caos comenzó a tomar forma. Los estudiantes aún no lo sabían, pero el virus había llegado a su ciudad.

-----

Boom estaba sentado en una vieja silla, con los codos apoyados en sus rodillas y la mirada perdida en el suelo. El lugar donde se encontraban estaba en ruinas, una sala improvisada en la que alguna vez había sido el gimnasio de la preparatoria. Los vidrios de las ventanas estaban rotos, dejando entrar el frío aire nocturno, mientras las sombras de la destrucción los rodeaban. El silencio era inquietante, interrumpido solo por los murmullos distantes y el sonido del viento que se colaba entre los escombros.

. . .

-Profesor Boom que esta ocurriendo- se escuchaba la voz temblorosa de uno de sus estudiantes

-¡profesor, no nos podemos quedar aquí!-

No logré salvarlo...
No logré salvarlo...
¡NO LOGRÉ SALVARLO!

. . .

Al frente de Boom, Khaotung lo observaba con una expresión seria. Force y Pond estaban más alejados, revisando un mapa y manteniéndose alerta por cualquier ruido. Boom, sin embargo, no podía concentrarse. Su mente seguía atrapada en aquellos momentos del pasado, reviviendo una y otra vez el horror que había vivido dentro de esa misma escuela, el día en que lo perdió todo. El peso de la culpa lo aplastaba, y aunque lo intentaba, no podía dejar de pensar en los estudiantes que no pudo salvar.

—Boom, relájate —habló Khaotung, rompiendo el silencio con un tono suave pero firme.

Boom levantó la cabeza lentamente, enfocándose en su amigo. Khaotung estaba sentado frente a él, con su semblante algo preocupado, pero sereno. Siempre había sido el más calmado del grupo, el que mantenía la cordura cuando todo parecía desmoronarse. Boom, por otro lado, sentía que estaba al borde del abismo. Sus hombros tensos y sus ojos cargados de fatiga revelaban lo mal que estaba.

—Tengo más información sobre esas cosas —continuó Khaotung, inclinándose un poco hacia adelante, tratando de captar la atención de Boom—. Fueron reportados nuevos comportamientos en otros sitios... ya no se mueven solo durante la noche.

Infected Hearts ︱ BoomAouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora