La mejor amiga de mi hermana

Capitulo 5

Abrí los ojos, toqué la otra parte de la cama y no había nadie, un fuerte olor a café llegó a mi nariz, me levanté de la cama, entré al baño a lavarme los dientes y bajé.

-Buenos días- dije subiendome a la isla.

-Hola- dijo acercándose a mi, se metió entre mis piernas y me abrazó, yo le empecé a hacer caricias en la cabeza. -¿Cómo dormiste?- dijo subiendo la cabeza.

-Muy bien, la verdad- dije y me corrió un cabello detrás de la oreja. -¿Tú qué tal?- pregunté.

-Muy bien, también- dijo y le besó las manos. -¿Quieres un poco de café?- preguntó y yo asentí, se volteó buscando una taza.

-¿Qué vamos a desayunar?- pregunté mirando.

-Unos huevos revueltos con salchicha, tostadas integrales y cafecito, ¿Te parece?- dijo y yo sonreí. -Luego de desayunar, te metes a bañar mientras yo limpio y me acompañas a cambiarme a mi casa- habló sirviendo el desayuno.

-Claro- dije agarrando el plato, ella se metió entre mis piernas otra vez y desayunamos ahí, luego ella se puso a limpiar la cocina y a lavar lo que había ensuciado y yo me metí a bañar, al rato bajé, ella estaba sentada en el sofá, así que me dirigí hasta ella, pasé mis brazos por su cuello y ella me besó las manos.

-¿Lista?- preguntó mientras yo veía lo que estaba en su celular. -Son los documentos que me mandaste para que ayudara- dijo mostrándome bien.

-Vamos, porque sabes que a mí madre no le gusta la impuntualidad- dije mientras salimos de la casa, nos montamos en la moto y ella arrancó.

A los 20 minutos llegamos a su apartamento, íbamos subiendo el ascensor porque quedaba en un cuarto piso.

-¿Quieres que nos vayamos en el auto o en la moto?- preguntó agarrándome de la cintura.

-En el carro- dije. -Aunque ya soy experta montandome en la moto, pero hay que variar- dije agarrando sus manos que me rodeaban, llegamos, entramos a su casa y me hizo un pequeño recorrido por el primer piso.

-Voy a bañarme, si quieres sirvete algo- dijo dándome un beso en la mejilla, empezó a subir las escaleras y yo entré a la cocina, miré hacia arriba y habían varias botellas de vino, cosa que se me hizo extraña porque ella no tomaba, me preparé un café y escucho que viene bajando las escaleras, cuando me giro no era Andrea.

-¿Hola?- dije al ver a una chica un poco más bajita que yo, venía con un short super corto y un top tenia un cuerpazo que te mueres, tenía unas muy buenas caderas,  tenía el cabello liso y completamente negro y los ojos eran como grises, que chica tan linda, pero la verdad pregunta ¿Era novia de Andrea?, no podía ser posible. -¿Eres no... Novia de Andrea?- pregunté ya con lágrimas en los ojos.

-Oh no, no, no, nada que ver, soy su amiga- dijo y me estiró la mano. -Mucho gusto, karen- dijo y mi mente viajó a las dos veces que ese nombre apareció en el teléfono de Andrea, si no era su novia, ¿Era su amiga con derecho? ¿Por qué estaba ahí si solo era su amiga?, muchas preguntas vinieron a mi cabeza. -¿Tú eres su novia?- preguntó y yo negué, yo tampoco era su novia, o sea, ¿Estaba jugando con las dos?. -¿Son amigas?- preguntó y yo asentí, me quería ir de ahí, así que dejé la taza en la isla y me dirigí a la puerta. -No te vayas y no llores... Andrea me va a matar cuando sepa que te hice llorar, mira, siéntate- dijo señalandome una silla. -Entiendo que tengas muchas preguntas, pero lo primordial es que ella y yo solo somos amigas- dijo y yo solo la miré, ella volvió a señalar la silla e hice caso y fui a sentarme. -Yo vivo aquí, pero ella y yo solo somos amigas, no amigas con derechos, si no amigas- dijo tranquilamente, en eso bajó Andrea.

-Ah, ya se conocieron- dijo mirandola.

-Si- dije yo y Andrea volteó a verme.

-¿Por qué lloras?- preguntó con un tono preocupado y acercándose a mi. -¿Qué le dijiste? ¿Qué le hiciste?- dijo mirando a la chica.

-Nada, solo le iba a explicar por qué vivo contigo tranquila.

-¿Estás bien?- me preguntó Andrea agarrándome la cara con cuidado.

-Si- dije y la abracé.

-Bueno, yo le explico por qué vivimos juntas- le dijo a Karen. -Es que nos tenemos que ir ya- dijo y ella asintió.

-¿Vienes a comer?- preguntó Karen y Andrea negó, Karen se acercó y le dió un beso en el cachete. -Chao- me dijo y subió las escaleras.

-¿Nos vamos?- preguntó Andrea agarrando su celular y las llaves, yo asentí, nos montamos al ascensor agarrada de las manos, nos subimos al carro y arrancamos. -Yo conocí a Karen recién llegué a aquí- dijo cuando salimos de la residencia de donde vivía. -Ella fue mi primera amiga, porque también era emigrante, trabajábamos en una cafetería, justo donde conocí a Sara, también, luego de que yo me hice amiga de Sara y comencé a trabajar con ella, a Karen la corrieron de la cafetería, yo no sabía, porque perdimos contacto un tiempo, un día caminando me la encontré y corrió a abrazarme, yo le pregunté cómo le estaba llendo y ella me contó que la habían corrido, entonces yo le dije que se viniera a vivir conmigo y ahí mirábamos como hacíamos, en ese entonces yo vivía a un apartamento súper pequeño donde solo había una habitación, un baño y una sala cocina y comedor al tiempo, ella accedió y las dos pues nos tocaba dormir en una misma cama, luego yo conocí a Fabián por medio de un negocio que hizo la empresa de Sara, él me ofreció trabajo y yo me negué, porque no podía dejar a tu hermana, él me dió u horario flexible y yo hablé con Sara y ella también accedió al horario flexible, yo con Sara no ganaba para nada mal, pero yo tenía que pagar arriendo, comida, servicios y mandarle dinero a mi familia- se detuvo un momento. -Entonces en la empresa nos habíamos quedado sin fotógrafo, Sara sabía que yo era excelente con la cámara, porque ya le había hecho unas fotos, entonces ella me ofreció ese puesto, también, yo ya quedaba ahí más que bien, porque ya ganaba tres sueldos y era más que suficiente, nos mudamos al apartamento actual, donde ya no pago arriendo, porque ya es mío, luego yo le dije a karen que dejara de trabajar que mejor me ayudara con las cosas de la casa y yo le pagaba y por supuesto le ayudaba a pagar la universidad, ella accedió y pues ahí estamos, ella obvio no hace todo, nos turnamos e igual yo le sigo pagando- dijo y hubo un silencio.

-Detente- dije y ella me miró rápidamente con el ceño fruncido, se paró en un semáforo que estaba en rojo, yo me solté el cinturón, la agarré del cuello y la besé, ella quedó sorprendida, pero me agarró de la cintura y me acercó más a ella, me lo correspondió y me sentí cómoda, era el mejor beso que me habían dado, nos pitaron los carros de atras y nos separamos, ella continúo conduciendo hasta la casa de mi madre y ninguna habló más.