La mejor amiga de mi hermana

Capítulo 11

Llegué a la empresa a las dos pasadas, es que nadie me manda a hacer el amor a la hora que tengo que venir a la empresa, en la reunión, todo pasó normal, tenía que hacer unas cosas así que me puse en ello, porque quería salir temprano, para acostarme a ver películas con Andrea, mi papá me había escrito para lo del almuerzo del sábado, pero no sabía si íbamos a ir, tenia que consultarle a Andrea.

Hoy Andrea estaba sola en la casa, porque Fabián tenía cosas que hacer en la empresa, Karen tenía clase, Sara y Sofía tenían que ir a hacer las tareas del colegio, estaba preocupada, realmente no, porque sabía que estaba ocupada, esa no se podía quedar quieta así que pidió el trabajo remoto, no sabía si se había aplicado la crema, por eso quería llegar temprano, para ayudarla.

Terminé de hacer unas cosas y salí de la empresa a las seis y media, me subí al coche y emprendí viaje para la casa de Andrea, yo creo que a esta hora ya había llegado Karen, a menos de que esté con el novio, como a los quince minutos llegué a la casa, abrí la puerta y entré.

-¿Mi amor?- grité cerrando la puerta.

-En la oficina- dijo y comencé a caminar hasta allá.

-Hola- dije entrando.

-Hola- respondió ella con una sonrisa, yo me acerqué hasta la silla y nos dimos un beso. -¿Por qué eres tan hermosa?- preguntó levantándose, me agarró por la cintura y me volvió a besar. -¿Por qué me encantas tanto?- preguntó entre besos. -¿Por qué eres la mejor mujer del mundo? ¿Por qué eres tan perfecta?- dijo otra vez entre besos.

-¿Noche de plis y de comida?- pregunté sonreído y ella también sonrió.

-Claro- dijo besandome. -Me encanta tus labios, me encantan tus besos- dijo y sonreí, me gustaba que fuera así conmigo.

-Amor, tenemos que hablar- dije y ella se puso blanca.

-Esas palabras nunca me han gustado- dijo negando.

-No es nada malo- dije y suspiré. -Mi papá me escribió para saber si si iba a ir a almorzar en su casa el sábado, le dije que no sabía, porque quería saber si tú querías ir, para presentarlos y esto- dije y ella sonrió.

-¿Tú quieres ir?- preguntó y yo asentí. -Entonces escribele para confirmarle que vas, bueno que vamos, pero no sabe que voy- dijo.

-Te amo- dije y ella sonrió.

-Yo también- dijo en un susurro.

-¿Vamos?- pregunté.

-Esperame, apago estoy y subo, si quieres ve subiendo tú- dijo y yo asentí, iba caminando hasta la puerta y recordé las cremas.

-Andrea, ¿Ya te aplicaste las cremas en el estómago?- pregunté y ella me alzó a ver, no supo ni dónde quedó. -¿Te la pasaste todo el día trabajando?- dije y ella abrió los ojos. -Dios mio, me haces el favor y subes apenas apagues ahí para aplicarte esas cremas- dije y salí, me servi un vino y a ella le puse a hacer un café, ella salió de la oficina y me miró.

-Toma- dije estirandole el café, ella se acercó a darme un beso y me corrí. -No creas que me tienes muy contenta- dije y ella sonrió.

-¿Ah no?- dijo agarrándome por detrás, todo mi trasero quedó en su pelvis. -Me gusta que te pongas odiosa- dijo en mi oreja. -No sabes cómo me pone- dijo y yo me retorci, a mí me pone que me hable al oido, puso sus manos en la punta de mis pantalones. -Como me gustaría verte de nuevo sin nada- dijo en voz baja en mi oreja. -Las dos sin ropa, tu hermoso trasero pegado a mi vagina- dijo y yo ya estaba mojada. -¿Los puedo bajar?- preguntó y yo suspiré.

-Bajalos, que ya estorban- dije y ella lo empezó a bajar lentamente, sabía que le dolía el brazo enyesado, pero podia mas las ganas, quedé solo en tanga de encaje. -Bajate los tuyos, también- dije y ella me apoyó sobre el mesón de la cocina, poniéndome casi en cuatro, ella se bajó sus pantalones y me empezó a besar mis nalgas, las besaba, las agarraba y las mordía súper levemente. -¿Te gustan?- pregunté disfrutando de lo que hacía.

-Si y mucho- dijo y agarró mi tanga. -¿Puedo?- preguntó antes de bajarla.

-Si- dije, ella la bajó y luego me agarró de la cintura para girarme, me alzó y me monté al mesón, me quitó la blusa y el brasier, nos besamos mientras yo le quitaba la camisa a ella, quedando a la vista el moretón, pasé mi mano por ahí, su abdomen era lindo, muy lindo y ese moretón se veía bien. -Te amo- dije y ella sonrió, me besó mientras me tocaba los pezones, bajó y se metió uno a la boca al mismo tiempo bajó su mano a mi vagina, me acarició el clítoris.

-Que mojada estás- dijo y se metió los dedos en la boca, se agachó y pasó su lengua por mi vagina, me chupó suave el clítoris y metió sus dedos, los sacó y volvió a pasar su lengua, yo le empujé un poco la cabeza para sentirla más, que placer el que ella me daba, me encantaba, ya estaba a punto de llegar.

-Andrea- dije y ella empezó a hacerlo más rápido. -Me... Me...- casi no podía ni hablar. -Me... Me... Me voy a venir- dije y me vine, ella se tomó todo, dios mío, que rico.

-Que rico sabes- dijo besándome, yo la besé, me sentía en las nubes. -Vamos- dijo, se miró el brazo, me miró, sabía que me quería llevar cargada, pero no podía, así me baje del mesón, ella recogió la ropa y subimos, entramos a su habitación y cerró con seguro. -¿Vemos pelis?- dijo y yo asentí. -Pero desnudas- dijo y yo sonreí, me acosté y ella me miró.

-¿Qué pasa?- pregunté.

-Si te pudiera embarazar, lo haría ya mismo- dijo y yo solté la carcajada, ella puso su cabeza en mi vagina y prendió la tele.

-¿Te vas a quedar ahí?- pregunté y ella asintió, volteandose a verme.

-Es que huele rico, sabe rico y es cómoda- dijo y yo me reí, salía con una cosa, escogimos la película en Netflix y no hablamos más, al rato levanto la cabeza.

-Andrea- dije y no hubo respuesta, estaba dormida con su cachete apoyado en mi monte de venus, yo sonreí, cerré mis ojos y me quedé dormida también.