Playdate - michaeng

a playdate

⋆౨ৎ˚⟡˖ ࣪

Era una tarde tranquila, y Mina había quedado en encontrarse con Nayeon y otras amigas en una cafetería cercana. Estaba empezando a sentirse más cómoda con la mayor, aunque en el fondo seguía teniendo esos momentos de duda. Habían estado pasando cada vez más tiempo juntas, y a pesar de que la relación no era formal, Mina comenzaba a sentir que quizá estaba avanzando en algo más.

Cuando llegó a la cafetería, vio a Nayeon en una mesa, riendo y charlando con Sana, una amiga en común. Mina iba a acercarse, pero algo en la expresión de Nayeon la hizo detenerse en seco, justo antes de llegar a la mesa. Las dos parecían inmersas en una conversación que no esperaba interrumpir.

—Entonces, ¿cómo te va con Mina? —preguntó Sana, mientras removía su café lentamente.

Al escuchar su nombre, no pudo evitar sentarse disimuladamente en la mesa de atrás intentando no ser vista.

Nayeon hizo una pausa, como si estuviera pensando en su respuesta, antes de suspirar.

—Es agradable estar con ella. Me hace reír y me siento bien cuando estamos juntas, pero... —Nayeon hizo una pausa, mordiendo el borde de su taza de café antes de continuar—. La verdad es que no sé si estoy lista para algo serio ahora mismo.

Mina se quedó quieta, sin querer moverse ni hacer ruido. Podía sentir su corazón acelerarse. No quería espiarlas, pero algo en el tono de Nayeon la obligó a quedarse ahí, escuchando.

—¿Por qué? —preguntó Sana, levantando una ceja—. Mina parece estar muy interesada en ti. ¿No es lo que estabas buscando?

Nayeon se encogió de hombros, su expresión se tornó más seria.

—No lo sé... —Nayeon hizo una pausa y miró a Sana antes de soltar una verdad que Mina nunca había esperado escuchar—. Creo que todavía no supero a Jeong. Mina ha sido genial, pero en el fondo... sé que la estoy usando para olvidarla.

Las palabras cayeron como un golpe en el estómago de Mina. Era como si todo el aire en la habitación hubiera desaparecido de golpe, dejándola sin poder respirar.

—¿En serio? —Sana miró a Nayeon, sorprendida—. No sabía que todavía estabas pensando en ella.

Nayeon asintió lentamente, con un suspiro.

—Sí, pensé que al salir con Mina me ayudaría a dejarlo atrás, pero... no sé si estoy siendo justa con ella. Es una chica increíble, pero siento que en este momento, solo estoy intentando llenar un vacío hasta que Jeongie se de cuenta de lo que se perdió y me pida volver.

Mina sintió como si le hubieran arrancado el corazón. ¿Todo este tiempo, ella solo había sido una distracción? Todo lo que habían compartido, las risas, los momentos íntimos... ¿era solo una forma de que Nayeon olvidara a alguien más?

Sin poder escuchar más, Mina retrocedió, su mente nublada por el dolor. Se dio la vuelta y salió rápidamente de la cafetería, sin que Nayeon ni Sana se dieran cuenta. Sus pasos eran rápidos, como si necesitara alejarse de esa verdad lo más pronto posible, aunque la verdad ya estaba profundamente arraigada en su pecho, apretándole el corazón.

Caminó sin rumbo por la calle, sus pensamientos en caos. No podía entender cómo no lo había visto antes. Siempre había sentido que algo no encajaba del todo, pero se había aferrado a la esperanza de que con el tiempo, Nayeon podría verla realmente a ella, no como un reemplazo, sino como alguien que merecía su amor completo.

Mientras caminaba, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas. Mina se detuvo en una esquina, apoyándose contra una pared, tratando de recobrar el aliento. Se sentía rota. Había huido de Chaeyoung porque no quería sentirse utilizada, solo para encontrarse atrapada en una situación similar.