to you..

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⋆౨˚⟡˖

Al día siguiente, Mina despertó antes que Chaeyoung. El sol entraba suavemente por las cortinas, iluminando el desorden de la habitación. A su lado, Chaeyoung dormía profundamente, ajena a la tormenta que se desarrollaba dentro de Mina. Durante un momento, la observó en silencio, recordando cómo todo se sentía tan intenso la noche anterior. Pero la familiar sensación de vacío regresó, como si la realidad siempre volviera para recordarle su lugar.

Todo había sido lo mismo. Las caricias, los besos, la manera en que se habían fundido en uno bajo las sábanas. Pero, incluso después de haberse acostado juntas otra vez, Mina seguía sintiendo que algo faltaba. Un vacío profundo, una falta de conexión más allá del deseo físico. Había buscado consuelo en los brazos de Chaeyoung, esperando que tal vez, esta vez, sería diferente, que finalmente encontraría lo que siempre había anhelado de ella. Pero no fue así.

Mina se levantó de la cama con cuidado para no despertar a Chaeyoung. Mientras se vestía en silencio, sus pensamientos se arremolinaban. ¿Por qué siempre terminaba aquí? Chaeyoung la arrastraba de vuelta cada vez que Mina intentaba alejarse, y ella siempre se dejaba llevar. Pero esta vez, después de todo lo que había pasado con Nayeon, Mina se sentía más vacía que nunca.

Caminó hacia la puerta, pero se detuvo un momento antes de salir. Giró la cabeza para mirar a Chaeyoung una vez más. Su corazón se apretó en su pecho. Era tan difícil. Amaba a Chaeyoung, o al menos una parte de ella. Pero también sabía que no podía seguir con esto, con esta relación donde siempre se sentía como una opción, como un juego.

Cuando salió del departamento, el aire frío de la mañana la golpeó, despejando un poco su mente. Mientras caminaba hacia su casa, un pensamiento claro surgió en su cabeza: tenía que dejar ir a Chaeyoung. No podía seguir cayendo en la misma trampa una y otra vez, solo para salir más herida cada vez.

Ya en la comodidad de su hogar, el teléfono de Mina vibró en su bolsillo. Sacó el celular y vio otro mensaje de Chaeyoung:

"¿Nos vemos esta noche?"

Mina miró la pantalla por un largo rato, con los dedos temblorosos. Sabía que Chaeyoung probablemente estaba pensando en continuar como si nada hubiera pasado, como si la noche anterior fuera solo otro encuentro más en su ciclo sin fin. Pero esta vez, Mina no quería seguir siendo parte de ese juego.

Cerró los ojos, inhaló profundamente y, sin responder, guardó el teléfono de nuevo. Tenía que encontrar una manera de poner fin a todo esto, por su propio bien.

Horas más tarde, Mina estaba sentada en una banca del campus de la universidad, perdida en sus pensamientos. Miraba fijamente el césped frente a ella, pero su mente estaba muy lejos, atrapada en sus emociones que la habían estado asfixiando desde la noche anterior. El aire fresco de la mañana apenas lograba aliviar el peso que sentía en el pecho.

Mientras permanecía sumida en su mundo, su amiga Tzuyu apareció a lo lejos. La había visto desde hace un rato y notó de inmediato que algo no estaba bien. Mina siempre había sido una persona tranquila y reservada, pero en ese momento, su semblante era diferente. Estaba apagada, casi derrotada.

Tzuyu se acercó y se sentó a su lado en silencio por un momento, respetando su espacio.

— Unnie, ¿estás bien? —preguntó finalmente, su voz suave y llena de preocupación.

Mina levantó la vista lentamente, intentando esbozar una pequeña sonrisa, pero no pudo mantenerla. Se sentía rota, y la presencia de Tzuyu, alguien que siempre había sido sincera y empática, hizo que algo dentro de ella se rompiera. No podía más. El nudo en su garganta se hizo más grande y sintió que las lágrimas comenzaban a subir.

Playdate - michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora