¿𝐑ecompensa 𝐥ista?

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Hoy es G!P no se me traumen.

—Intercambio de edad:

(A:17) (R:20)

(No poseo la mitad de la trama, algunas partes son mías, escritas por mi y algunas partes no.)

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Por fin era sábado como tanto deseó la rubia, esperando en su habitación con entusiasmo a su tutora mientras miraba el reloj con desesperación, había estudiado todo lo que su tutora le dejo aquel día antes de irse a su casa, así que ahora estaba más que preparada para que su tutora le rete al nuevo examen. Estaba ansiosa por obtener su recompensa de parte de su provocadora tutora, no sabía cuál era pero estaba desenado obtenerla.

Mientras miraba directo al piso moviendo sus piernas con ansias por la llegada de la pelirroja, por fin llegó Rainelis, haciendo que cuando abra la puerta está empiece a crujir ligeramente y la chica de lentes se de cuenta.

—¿Lista para tu prueba, alo?—,Dijo la pelirroja con una sonrisa, mirando a su estudiante, notando su entusiasmo. Mientras colocaba sus cosas en la mesa grande que estaba a pocos pasos de ella.

Aunque la pelirroja habló en un tono alto, lo suficiente para que Alondra pudiera escucharlo, la chica de  diminutas pecas en sus mejillas estaba perdida en los muslos gruesos de su tutora nuevamente, pues esta llevaba una corta falda a color blanco que mostraba casi la mayor parte de sus largas piernas y un top del mismo color con unas botas negras que parecían elegantes y cómodas. 

Perdida en sus pensamientos, sintiendo sus manos sudar con ganas de arrebatar aquella falda y saborear los fluidos de su vagina que estaba siendo cubierta por la indefensa falda que se usaba como excusa para la pelirroja. Aunque rápidamente volvió a la realidad cuando sintió una pequeña ráfaga de viento en su rostro, haciendo que algunos pequeños mechones que se encontraban pegados a su frente por un ligero sudor se aparten.

—¡Pss, Alondra!—,Decía la tutora mientras puso su mano en el hombro de la menor. —Llevas toda la semana así, Alooo...—,Decía la mayor, haciendo que Alondra sienta como su pequeño corazón se contaría.

Carajo, ¿puede ser más tierna de ahí?

Inocentemente, Alondra sintió el impulso de estampar sus labios contra los de su mayor, pero aún tenía un poco de conciencia y algo de control propio.

—Estoy bien, sólo empecemos con esto.—,Dijo Alondra fingiendo una sonrisa.

—Bueno.—,Dijo la pelirroja en un tono agudo, mientras buscaba un par de biógrafos y las pruebas para la menor.

Una vez pasaron los minutos Rainelis busco la prueba y la puso sobre la mesa, delante de la rubia, puso el bolígrafo negro a su alcance y dejó que hiciera la prueba. Y como realmente la rubia se había desvelado cada noche para obtener buenos resultados, ahora estaba mirando las respuestas y aunque tuvo que leer varias de ellas dos veces, terminó el cuestionario de Rainelis, haciendo la tutora se sorprenda.

—Wow, ¡lo has hecho tú!—,Dijo Rainelis, mientras su rostro de veía orgulloso.—¡Estoy tan orgullosa!

Y de inmediato la sonrisa rubia apareció cuando su tutora le dio un pequeño halago. Al Alondra terminar recordó la palabras de su maestra de tutoría; recompensa.

—He terminado Rai, ¿puedes darme mi recompensa ahora?—,Dijo mientras sonreía con un gran brillo en las pupilas de sus ojos cafés oscuros.

—Bueno si, creo que si, ¿qué quieres de recompensa?—,Se sentó la pelirroja a su lado, mientras se acomodada.

—Como he terminado la prueba, quiero que te sientes en mi cara...—,Dijo directamente. De una manera muy tranquila.

Mierda. La pelirroja trago saliva con dificultad y se alejó un poco de la rubia, sintiendo como sus mejillas se teñian otra vez a ese molesto rojo intenso que siempre era percibido por la más menor, haciendo que aquella impresión que tenía, la hiciera dejar caer el bolígrafo azul que llevaba entre sus manos.

—¿Qu-Qué?—,Dijo Rainelis, sintiendo como sus pestañas empezaban a pasarle y su voz empezaba a entrecortarse.

¿Cómo está chica se atrevía a decir eso? Ella apenas tenía diecisiete años, ni quiera cerca de ser adulta todavía. Estaba tan asombrada y perdida en su confusión por la propuesta de Alondra. Y si que Rainelis podía meterse en problemas si alguien se llegaba a enterar de que un por ciento de su gran inocencia de había desvanedido.

pero como dicen, a buen entendedor, pocas palabras.

—¡Alondra, eso no, eso está mal!—,Dijo Rainelis, cruzando sus brazos, fingiendo no deseaba un poco de ello en el fondo de su corazón. Eso era como hechar leña al pequeño fuego que estaba en su corazón.

—Pero me lo has prometido, ¡has prometido que tendría a recompensa!—,Hizo un pequeño puchero mientras sus cejas se fruncian de una manera pronunciada.

—No, ¡eso está mal, podemos meternos en problemas, tu eres menor de edad!—,Dijo mientras liberaba el pequeño enojo que sintió en su interior por la persistencia de la menor.

La mano de la rubia fue directamente hacia los muslos de su tutora mientras me proporcionaba un pequeño apretón, al intentar mover su mano bruscamente, está toco el coño de la pelirroja, haciendo que esta se sobresalte.

—Nadie debe saberlo, Rai...—,La miro de una mande están sería como nunca lo había hecho, haciendo que aquella mirada la hiciera estremecerse.

—Pero Alondra...

—Lo has prometido, no me hagas sentirme mal ¿o eso deseas?—,Dijo poniendo aquellos ojos de perritos suplicantes.

Ni siquiera pasaron minutos y ya estaban en la cama, la pelirroja se sintió tan débil ante la propuesta que justo ahora estaba sobre la cara de la menor mientras está chupaba los pliegues y labios vaginales de su coño.

—Nhg... Mierda, s-si..—,Sintió sus caderas moverse inconscientemente. —M-más suave..—Gimió mientras sus manos se agarraban de la cabecera.

Alondra tarareo contra su vagina, pasando su lengua desde su hinchado clítoris rojo hasta el agujerito chorreante. Aún seguía chupando en busca del sabor de sus flujos que era combinación de dulce y salsa a la vez. Era tan ruidosa con los sonidos húmedos, no respetando los deseos de Rainelis de ir más lento. No cuanto ya se estaba haciendo adicta a chuparla.

—No puedo creer que este este p-pasando...—,Rainelis dijo con una voz entrecortada, mientras fuertemente aplastaba sus labios con sus dientes tratando de ocultar aquellos gemidos desesperados por huir de su boca.

Estaba tan malditamente jodida. No podía creer que su estudiante estaba chupando su coño y absorbiendo sus flujos. Tan desesperada por ser follada por sus lengua y sus labios, la que ahora estaba llena de sus flujos blancos semi pegajosos. Bajo su vista hacia la parte baja y miro a la rubia lamiendo con tanta concentración su coño mientras fruncia el ceño y lo despegaba la vista de aquel goteante agujero.

—Hgmm, mi-mierda.. Estoy tan c-cerca de correrme..—Dijo la pelirroja, mientras pellizcaba sus pezones haciendo que un gemido casi ahogado salga de sus labios.

Estaba tan cerca de correrse sobre la boca de la rubia y una vez cuando lo hizo, su cuerpo se tensó al igual que a sus muslos, los que ahora se veían temblando.

Una vez hecho, la rubia subió su rostro empapado de sus líquidos haciendo que sus labios se vean apetecibles. Rainelis soltó una risa mientras sentía a su cuerpo exhausto.

—Tendrás más recompensas entonces..—,Sonrió.

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(Bbs actualice eh?)

(No poseo la mitad de la trama, algunas partes son mías, escritas por mi y algunas partes no.)

(Gracias por los votos del cap anterior🙈)

(Dejen les explico algo que muchos no entendieron, ¿por qué mis historias son cortas? Es que mis historias no pasan de 17 capítulos, y los one shots como estos, pueden llegar a más episodios. Pasando los 20 caps posiblemente)

ONE SHOTS RAILO  || Railo 18+ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora