Desesperación.

2.4K 92 21
                                    

Su mano parecía viajar por mis glúteos sosteniendome. Podía sentir que con cada toque de sus manos hacían sobre mi cuerpo me hacía desear llegar a otros límites. Mi vagina se contrajo al sentir las manos de la morena recorrer mis muslos desnudos por culpa de la corta falda gris que llevaba. Sus manos tocaron la fina tela de mis bragas intentado apartar de ellas. Sostuve su muñeca con fuerza y la aparte, mirándola con seriedad.

—¿Estas desesperada?—,Cuestione con un toque de sarcasmo.

Sea lo que sea no dejaría que ella tomase el control ahora. Tome su rostro y chupe de sus labios brillosos y expandi mi lengua en su boca sintiendo como estas se sincronizaban entre si. Me baje de su regazo y me arrodille frente a ella, quedando en una altura más baja. Baje los típicos pantalones de jean que siempre llevaba, mire su rostro el que se veía desesperado y con dimutas lágrimas en los ojos y luego puse mi mano en sus muslos mientras acariciaba de estos con dureza.

—Rai...—,Abrió sus piernas mientras intentaba suplicar entre jadeos que la tocará.

Lleve mi mano a sus bragas y aparte la tela mojada de esta y la baje hasta sus talones para luego tirarla a cual quier rincón de la habitación. Sonreí con picardía al ver lo lubricante que se veía su intimidad por sus propias causas.

—Mira como estás y ni te he tocado.—,Rei.

La cara de la más mayor parecía estar ruborizada ante el comportamiento y palabras de la peliroja, pero ahora no me importaba como lucirá realmente, sólo quería sentir el calor de los largos dedos de la menor. La que sé encontraba arrodillada frente a ella mientras jugaba levemente con sus paredes vaginales.

—R-rai.—,Un gemido poco audible se escapó de sus labios.

Las manos de la menor se movieron en círculos de arriba hacia abajo en la vagina de la rubia, sintiendo como esta se humedecia con más frecuencia. Puso sus labios en su coño y chupo de este extrayendo ligeramente la piel de aquella zona. Chupando y pasando la lengua por su clítoris hinchado. Los ahogados gemidos de Alondra llenaron la habitación con el paso de los segundos. Tome su mano y la senté en la cama mientras una cara de excitación y confusión se veía en su rastro aún.  La empuje haciendo que su intimidad desnuda quedé expuesta hacia mi, mientras su espalda acostada en el colchón se arqueaba ligeramente ante la desesperación.

Pase mis dedos por su vagina y los introduci más al fondo, sintiendo la humedad de su centro. Tome sus piernas y las subí encima de mis hombros, haciendo que la vista que tenía justo ahora mejorará. Pase mi lengua por su coño mientras saboreaba lo agridulce de sus flujos. 

Estampe mi rostro contra aquella zona y mordi su clítoris ligeramente con mis dientes, provocando los movimientos de caderas de Alondra y sus gemidos intensos y acelerados al igual que su pecho.

—Rai. Te necesito... Ahora.—,La rubia exclamaba.

Mis labios depositaron besos en su muslo hasta su abdomen mientras mis dedos aún seguían estimulando su centro húmedo. Sonreí al sentir su desesperación y al ver sus ojos cerrados, cejas fruncidas y labios abiertos de par en par con gotas de sudor recurriendo por su frente hasta su clavícula.

Subí mi mano a sus labios y introduci mi dedo medio junto a mi dedo índice en su boca babeante, sintiendo el calor de su boca. 

—¿Qué es lo que quieres?—,Alce mis cejas.

La rubia arrugo su frente mientras podía ver los músculos de su mandíbula tensarse y sus manos clavarse en las sábanas. Saque mis dedos de su boca y tome su mandíbula con presión.

—Habla.

—T..tocame..—,Soltó.

Una sonrisa triunfante se dibujó en mi al ver sus palabras de necesidad que me hacían estremecer y sentir escalofríos en el cuerpo.

Mire su rostro y los jadeos de sus labios no fueron disminuyendo, lo contrario fueron más altos. Así que para que estos no se escucharán en aquel hotel puse mi mano en su boca y ahogue sus gemidos intensos. 

El problema era el guardia de afuera. 

Sentí un líquido salado y caliente chorrear por mi boca, era Alondra. Chupe el flujo que cubría su vagina mientras aún seguía jugando con su clítoris.

—Mm-m.. Rai.—,Hundió mi rostro más a su sexo.

Subí hacia su rostro y la base, obligándole a que se pruebe a si misma. Esta vez el beso no fue tan intenso, si no lleno de amor, un amor que nunca espere sentir y sentirlo realmente me hacía desear más de ello.

—Te amó, Alondra.

(Quede en trauma)😨

ONE SHOTS RAILO  || Railo 18+ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora