Entre tú y ella

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Beomgyu siempre había sido paciente. Al menos, eso pensaba él. Ser la pareja de alguien como Yeonjun no era fácil; el chico era carismático, atractivo y siempre tenía a mucha gente a su alrededor, especialmente a su mejor amiga, Yunjin. Y aunque al principio Beomgyu trataba de no darle demasiada importancia, con el tiempo, la constante presencia de Yunjin comenzó a desgastarlo.

Siempre era lo mismo. Las citas que planeaban juntos, terminaban siendo interrumpidas por Yunjin. Los mensajes y llamadas que Yeonjun le dedicaba en su mayoría eran cortos y superficiales, mientras que sus conversaciones con su mejor amiga duraban horas. Beomgyu intentaba no ser el novio celoso, pero era imposible ignorar la creciente sensación de ser relegado a un segundo plano.

Una tarde, Beomgyu se encontró a sí mismo sentado solo en la cafetería donde había acordado verse con Yeonjun. Llevaban saliendo desde hace seis meses y, aunque al principio todo había sido perfecto, las cosas habían cambiado. Ya no eran como antes. El teléfono de Beomgyu vibró, y lo sacó rápidamente, esperando ver un mensaje de Yeonjun. Pero en lugar de eso, era solo una notificación trivial. Soltó un suspiro frustrado.

"Ya debería estar aquí", pensó, mirando la hora que marcaba el reloj que había en la cafetería.

Pasaron diez minutos, luego quince. Finalmente, decidió llamarlo. Después de unos tonos, la voz de Yeonjun respondió, pero al fondo, se escuchaba una risa que Beomgyu conocía muy bien.

-Hey, ¿dónde estás? -preguntó Beomgyu, tratando de mantener su tono neutral, aunque el malestar era evidente.

-Ah, lo siento, Gyu. Me encontré con Yunjin y me quedé hablando con ella. Estamos en el parque, por si quieres venir. -respondió Yeonjun, sin ninguna preocupación aparente.

Beomgyu cerró los ojos y respiró hondo, tratando de calmar la ira que empezaba a burbujear en su pecho.

-Habíamos quedado de vernos hoy, Yeonjun. ¿Lo olvidaste?

Hubo un silencio al otro lado de la línea antes de que Yeonjun hablara de nuevo, esta vez con un tono de disculpa.

-No, pero.. Lo siento mucho. ¿No podemos hacerlo otro día? No es gran cosa, ¿verdad?

Eso fue todo para Beomgyu. Su paciencia, su comprensión, todo se agotó en ese momento. No era solo "otro día". Había sido "otro día" durante semanas. Siempre era lo mismo: Yunjin primero, él después. Y aunque había tratado de no hacer un drama de ello, ya no podía seguir fingiendo que todo estaba bien.

-Claro -dijo Beomgyu, su voz más fría de lo habitual-. Otro día, como siempre.

Colgó antes de que Yeonjun pudiera responder. Sentado en la mesa de la cafetería, miró el café frío frente a él y sintió que algo dentro de él se rompía. Había dado todo en esa relación, pero parecía que para Yeonjun, él no era suficiente.

...

Esa misma noche, Beomgyu decidió que ya no podía más. Después de pensarlo durante horas, tomó su teléfono y escribió un mensaje a Yeonjun, pidiéndole que se encontraran al día siguiente en su casa. No podía seguir callando lo que sentía.

Cuando Yeonjun llegó, lucía despreocupado, como siempre, sin notar la tormenta que se estaba gestando dentro de Beomgyu. Se sentaron en el sofá de la sala, y por un momento, ninguno dijo nada. Beomgyu miraba al suelo, mientras que Yeonjun sacaba su teléfono de vez en cuando para revisar mensajes.

-Entonces, ¿qué querías hablar? -preguntó Yeonjun finalmente, sin levantar la vista de su pantalla.

Beomgyu sintió un nudo en la garganta, pero sabía que tenía que ser fuerte. Lo miró directamente a los ojos, buscando una reacción que indicara que entendía lo que estaba a punto de decirle.

-Esto ya no está funcionando -dijo Beomgyu, su voz temblando ligeramente.

Yeonjun alzó la vista, sorprendido. Su expresión pasó de la indiferencia a la confusión en cuestión de segundos.

-¿Qué? ¿De qué hablas?

-Nosotros. Tú y yo. Esta relación. -Beomgyu hizo una pausa, buscando las palabras correctas-. No puedo seguir con esto, Yeonjun. Ya no sé qué lugar ocupo en tu vida.

Yeonjun frunció el ceño, claramente desconcertado.

-¿De dónde viene esto? ¿Qué estás diciendo? Sabes que eres importante para mí, Beomgyu, eres mi novio.

Beomgyu soltó una risa amarga, negando con la cabeza.

-¿De verdad? Porque no lo parece. Cada vez que hacemos planes, terminas cancelando por Yunjin. Cada vez que intento hablar contigo, siempre estás ocupado con ella. No tengo problema en que seas su amigo, pero siento que ella es tu prioridad. No yo.

Yeonjun abrió la boca para replicar, pero Beomgyu levantó una mano, deteniéndolo.

-No estoy diciendo que no puedas ser su amigo. Pero parece que siempre tiene más importancia que yo. Y lo he soportado durante mucho tiempo, pero ya no puedo más. Me duele.

Hubo un largo silencio entre ellos, mientras Yeonjun procesaba las palabras de Beomgyu. Finalmente, habló, su tono más suave, casi suplicante.

-No es lo que crees, Beomgyu. Yunjin es mi amiga de toda la vida. No tienes por qué sentirte amenazado por ella. Tú eres mi novio, tú eres quien me importa.

-¿Entonces por qué no lo demuestras? -preguntó Beomgyu, su voz quebrándose un poco-. Porque, para mí, no se siente así. Se siente como si siempre estuviera en segundo lugar, como si siempre estuvieras buscando una excusa para no estar conmigo.

Yeonjun se quedó en silencio, incapaz de encontrar una respuesta. La culpa comenzó a hundirse en él, pero también el miedo de perder a Beomgyu.

-No quiero seguir siendo la opción que tomas cuando Yunjin no está disponible -continuó Beomgyu, con los ojos llenos de tristeza-. No quiero seguir sintiendo que tengo que competir por tu atención.

Yeonjun intentó acercarse, tomarle la mano, pero Beomgyu se apartó suavemente.

-No, Yeonjun -dijo con firmeza-. Ya no puedo más. Creo que necesitamos tiempo separados. Tal vez así te des cuenta de lo que realmente importa.

Las palabras golpearon a Yeonjun con fuerza y la gravedad de la situación lo alcanzó. Beomgyu no estaba hablando desde un lugar de inseguridad. Estaba hablando desde el dolor, desde la falta de atención que había sufrido durante meses.

-No quiero perderte, Gyu -susurró Yeonjun, su voz quebrándose.

Beomgyu lo miró con tristeza, sintiendo el peso de su decisión, pero sabiendo que era lo correcto para él.

-Tal vez ya me perdiste hace mucho tiempo -respondió Beomgyu antes de levantarse y salir de la habitación.

Yeonjun se quedó solo en el sofá, con las palabras de Beomgyu resonando en su cabeza. Todo ese tiempo, había dado por sentado lo que tenían. Había dejado que la relación se deslizara, pensando que Beomgyu siempre estaría allí. Pero ahora, enfrentaba la realidad de que el amor no era algo que pudiera darse por hecho. Y, por primera vez, sintió lo que significaba estar verdaderamente solo.

En los días que siguieron, Beomgyu se alejó, tratando de curar sus heridas. Mientras tanto, Yeonjun comenzó a darse cuenta de la magnitud de su error. Tal vez ya era demasiado tarde para recuperarlo.

yeongyu one shots ᥫ᭡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora