Love in Bloom

El Amor En La Contradicción - 2

One - Shot 6 : EL amor en al contradicción
Parte (2).
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Parte 2:

Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver el positivo en la prueba. El pequeño aparato que sostenía en sus manos le revelaba una verdad que aún no podía asimilar: estaba embarazada.

El miedo la invadió por completo, paralizándola. El sonido del mundo exterior parecía desvanecerse, dejándola sumida en el eco ensordecedor de su mente. Ni en sus sueños más profundos se había imaginado en una situación como esta, y mucho menos sin estar casada, algo que su madre siempre le había recalcado como una prioridad absoluta antes de tener hijos. Ese pensamiento la golpeaba como una ola implacable, una y otra vez.

Los días comenzaron a desdibujarse, sucediéndose como una corriente incesante, mientras Rin trataba de aceptar la realidad de su embarazo. Cada vez que pensaba en cómo abordar el tema con su madre, el miedo se apoderaba de ella, oprimiendo su pecho. No quería decepcionarla, no quería ver esa mirada de desilusión que sabía que aparecería en su rostro. La imagen de su madre juzgándola por sus decisiones la mantenía despierta por las noches, torturándola con una mezcla de culpa y ansiedad. Sentía que el peso de ese secreto la aplastaba lentamente.

Sin embargo, todo cambió de golpe cuando, inesperadamente, su madre apareció en su casa después de semanas sin verse. El timbre resonó en el aire, sacándola de sus pensamientos. Rin apenas tuvo tiempo de preparar su semblante cuando abrió la puerta y allí estaba su madre, con su porte imponente y ese aire severo que siempre llevaba consigo.

El corazón de Rin se aceleró, sabiendo que el enfrentamiento era inevitable. No pudo evitar imaginar que lo primero que haría su madre sería regañarla. Y, como lo temía, tan pronto cruzó el umbral, su madre la reprendió por no haberla visitado en tanto tiempo.

—¿Cómo es posible que no hayas tenido tiempo para venir a verme? —le dijo su madre con ese tono que combinaba desaprobación y preocupación.

Rin apenas pudo responder. Al mirarla a los ojos, la tristeza que había intentado esconder se hizo evidente para su madre, quien, a pesar de su carácter rígido, la abrazó. Pero incluso en ese momento de consuelo, Rin no encontró el valor para confesarle lo que la atormentaba. ¿Cómo podría? No tenía las fuerzas para admitir que la había decepcionado de la manera más profunda posible. Llevaba una vida creciendo dentro de ella, y la incertidumbre la consumía. No sabía qué hacer ni cómo enfrentar lo que estaba por venir, y la sombra de lo que su madre pensaría la seguía como un fantasma.

La mañana siguiente fue particularmente difícil. Rin se despertó con una sensación de malestar físico. Las náuseas y el cansancio del embarazo la abrumaban, pero tenía que ir al trabajo. Mientras se preparaba frente al espejo, su mente seguía anclada en la confusión que sentía. Quería, necesitaba, contarle a Sesshomaru lo que estaba ocurriendo. Pero el miedo, siempre presente, le hacía preguntarse si realmente era lo correcto. ¿Cómo reaccionaría él? ¿Se alegraría por la noticia o la rechazaría? La incertidumbre era insoportable.

Al mismo tiempo, otra parte de ella le susurraba que quizás era mejor no decirle nada. ¿Qué pasaría si simplemente seguía adelante sin él? Estaba perdida en un mar de pensamientos contradictorios cuando llegó a la oficina, apenas consciente de su entorno.

Fue entonces cuando, en medio de sus cavilaciones, su jefe irrumpió en la sala para anunciar la llegada de una nueva empresa con la que comenzarían a colaborar. El anuncio sacudió a Rin de su ensimismamiento. Miró a su alrededor, tratando de enfocarse en el presente, pero su mente seguía dividida entre su trabajo y sus dudas.