Capitulo 8

605 13 20
                                    

Narra Utena

Después de varios minutos de caminata, finalmente llegué a casa. El ambiente cálido y acogedor me envolvió, y un delicioso aroma flotaba en el aire. Sentí una pequeña sonrisa formarse en mis labios mientras dejaba mis zapatos en la entrada.

"Estoy en casa" anuncié, esperando escuchar la respuesta familiar que siempre me daba cierta tranquilidad.

"Bienvenida a casa cariño!" La voz de mi madre resonó desde la cocina, y vi su rostro asomarse por el marco de la puerta, una expresión dulce y tranquila en su rostro.

Siempre tenía esa habilidad de hacer que cualquier lugar se sintiera como un refugio seguro, como si todo lo que me preocupaba se desvaneciera apenas ponía un pie en casa.

"¿Cómo te fue hoy?" preguntó, mientras desaparecía de nuevo en la cocina.

Podía escuchar el sonido de los utensilios y el chisporroteo de algo en la sartén, mi estómago gruñó levemente al captar el olor, haciéndome darme cuenta de que no había comido mucho durante el día.

"Bien... fue un día bastante largo" respondí mientras me dirigía hacia el comedor, dejando mi mochila en una silla.

Los recuerdos de la clase de educación física y de Sayo-chan surgieron en mi mente.

No podía evitar sentir una ligera opresión en el pecho al pensar en ella, en cómo habíamos pasado ese tiempo juntas, en cómo su sonrisa parecía iluminar mi día, incluso en los momentos más simples.

"¿Y en la escuela? ¿Todo bien?" preguntó mi madre, su tono tranquilo y amable como siempre.

"Sí, todo bien" respondí, pero mis pensamientos volvieron a vagar hacia Sayo-chan, era solo la clase de educación física, pero... cada interacción con ella había sido diferente, mas significativa, tal vez.

Mi madre entró al comedor con una bandeja en las manos, colocándola sobre la mesa. "Te ves pensativa, cariño ¿Pasa algo?"

No podía evitarlo, sonreí con un poco de nerviosismo. "Bueno... estaba pensando en mi amiga Sayo-chan"

"Ah, Sayo-chan" repitió mi madre con una sonrisa suave, como si ya supiera a dónde quería llegar. "¿Cómo es ella? Siempre hablas de ella, pero nunca me cuentas mucho sobre cómo es realmente"

Me encogí de hombros, aunque sabía que el tema estaba tocando una parte de mí que no podía ignorar. "Sayo-chan es... amable, siempre me ayuda cuando lo necesito, pero también es muy tranquila, a veces me pregunto en qué piensa, es... bueno, me hace sentir cómoda a pesar de todo"

Mi madre me miró con interés, pero sin presionarme "Es bueno tener amigos así, Utena, alguien que te haga sentir en paz"

"Sí... aunque últimamente me he sentido algo rara cuando estoy con ella" admití, jugando con los cubiertos sobre la mesa. "No sé, es difícil de explicar, es como si cada cosa que hace o dice me afectara más de lo que debería"

Ella se sentó frente a mí, mirándome con esa comprensión que solo una madre tiene "A veces, cuando alguien empieza a ser más importante de lo que pensamos, nuestras emociones también se vuelven más fuertes ¿Crees que hay algo más que solo amistad en lo que sientes por ella?"

La pregunta me tomó por sorpresa. Había tratado de no pensar demasiado en eso, pero ahora que lo mencionaba, no podía evitar sentir que tal vez había algo más. "No lo sé, mamá, es confuso..."

"Está bien sentirse así" dijo mi madre con una sonrisa tranquilizadora "Lo importante es que seas honesta contigo misma, si Sayo-chan es alguien especial para ti, no tienes que tener miedo de lo que eso signifique"

Mahou Shoujo ni Akogarete <Sentimientos>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora