BLANK SPACE, Anthony Bridgerton ✓

06. La pedida

Hoy se iba a realizar el té de la reina, Emily estaba súper emocionada, le encantaban los tés, incluido el de la reina, ya había participado en uno, en su primera temporada, el ambiente en el té de la reina siempre fue muy receptivo y cómodo, y Emily Amaba este tipo de sensación, incluso si fuera por algo que odiaba.

Las mujeres bajaron del carruaje y se dirigieron hacia el gran campo del castillo de la reina, donde se celebraría el gran té.

Emily se despide de su tía y sus hermanos y va a encontrarse con su amiga, quien estaba acompañada por su hermano mayor y el duque de Hastings.

—Hola chicos, daphne—dice Emily saludando a los hombres y abrazando a su amiga.

— ¡Emy! Mucho tiempo sin verte—dice Daphne.

—Creo saber por qué—dice Cambridge, mirando al Duque, que estaba a su lado.

— Tú también estabas bastante ocupada con cierta persona—dice Daphne, señalando a su hermano.

—Mamá quiere que nos casemos, obviamente tendremos que permanecer juntos, no seas estúpida Daphne—dice Anthony, como si fuera obvio.

—Ni siquiera me recuerdes eso, estuvo tan bien, ¿Por qué tuviste que recordármelo?—dice Emily, la joven había olvidado que tendría que casarse como Bridgerton

—Emily, te encontré, la tía te está buscando—ice Aramina, tirando de la mano de su hermana y guiñándole un ojo a Anthony, acto que Emily no notó.

—¿Dónde está ella? No la veo por ningún lado—dice Emily, que corría por el jardín buscando a su tía.

Sin darse cuenta, Aramina ya se había alejado, dejando al mayor completamente solo en medio de aquel majestuoso campo.

Anthony se acercará lentamente, en ese momento pediría la mano de Emily, según su madre, esta era la mejor opción para ambos.

Emily se da vuelta y se encuentra cara a cara con el hombre mayor, arrodillado frente a ella, con una pequeña caja con un anillo dentro.

—Emily Delancy Cambridge, ¿te casarías conmigo?—pregunta Anthony, directamente.

La morena miró en todas direcciones, todas las miradas estaban puestas en la pareja, de lejos vio a su familia al lado de la familia de la morena, notó la mirada aprensiva de su tía, por lo que respondió a Anthony 

— Sí—solo un sí, Anthony se levanta y le colocó un pequeño beso en los delicados labios de Cambridge, y en unos segundos estaban recibiendo el aplauso de todos.

Boda, esa fue la palabra que Emily escuchó más esta semana, los preparativos para su boda con Anthony estaban en pleno apogeo, la chica se estaba probando el vestido, con la ayuda de su mejor amiga, su tía y su futura suegra. 

—Dios mío, esto te queda perfecto, querida—comenta la tía.

Daphne nota la mirada incómoda de Emily con el vestido que se estaba probando.

—¿Por qué no eliges un vestido que te quede bien?—pregunta Daphjne.

Emily se da vuelta, notando una mirada comprensiva de su tía, luego se va, buscando el vestido que pensó que era perfecto para la ocasión, no tardando en encontrarlo.

Con la ayuda de las costureras, la chica se pone el vestido y sale a averiguar qué piensan su amiga y sus mayores.

El vestido era blanco con detalles dorados, las mangas tenían encaje y destellos dorados, la joven parecía una reina con ese vestido, y las tres mujeres notaron que ese vestido estaba hecho especialmente para ella, como si todas las líneas estuvieran hechas especiales para ella. Joven Cambridge.

—¡Este será el vestido, perfecto!—dice Violet encantada por lo que vio.

—De verdad, pareces una reina, Emily—dice la tía.

Daphne se acerca a su amiga y la abraza, Emily notó que pequeñas gotas de lágrimas salían de los ojos de su amiga.

—Emy es perfecta, de verdad, una reina—dice Daphne tratando de ocultar las lágrimas que rodaban por su rostro.

—Ahora que ya elegiste el vestido, tenemos que irnos, tenemos que decidir la fecha de la boda, los adornos y algunas cosas más—dice Milicent, levantándose para irse—¡¿Vamos chicas?!

Las cuatro mujeres salieron del estudio de la costurera, se dirigieron al carruaje y abordaron para continuar su viaje.

Al llegar a la residencia Bridgerton, las jóvenes se separaron de las mayores, dirigiéndose a la habitación de Bridgerton, donde planeaban hablar y reír durante el resto de la tarde, en un intento de olvidar todo lo que había estado sucediendo últimamente en sus vidas.

Cerrando la puerta con calma, Daphne se volvió hacia su amiga, que estaba sentada en la cama Bridgerton.

—¿Estás emocionada por tu boda?—pregunta Daphne.

—¡Tu sabes que no lo estoy! Anthony es un tipo amable y trabajador, a veces un poco irritante, pero no estoy lista para casarme—Cambridge dice, todo estuvo en suspenso durante dos largas semanas, al ver que su amiga estaba prestando atención continuó—No es que yo nunca quisiera casarme, es el sueño de cualquier mujer de mi edad, y también fue el mío, durante mucho tiempo, pero después de ver todo lo que pasé con mi padre, ese sueño dejó de ser todo lo que quería y se convirtió en un trauma.

Bridgerton se acerca a su amiga y la abraza, un abrazo fuerte, un abrazo reconfortante.

Las dos chicas no tenían idea de que Anthony Bridgerton estaba escuchando todo detrás de la puerta, y una cosa que se prometió allí en ese pasillo fue que pospondría este matrimonio.