La creación del infierno, demonios y sus jerarquías
La Biblia y la tradición católica definen a los demonios como "ángeles caídos que pecaron", seres espirituales que se rebelaron contra Dios (2 Pedro 2:4). El primer ángel que se convirtió en demonio, así, fue satanás, el diablo, quien antes de convertirse en el príncipe del inframundo fue un hermoso árcangel llamado Luzbel o Lucifer ("portador de luz") el cual, debido a su orgullo y junto a un tercio de las legiones angélicas que habían decidido seguirlo, fue precipitado para siempre a los infiernos.
Dios lo había desterrado del cielo dejándolo en el lugar más oscuro y tenebroso que jamás había existido en el Reino de los Cielos, abandonándolo a su suerte, sin agua, sin alimentos, pero sobre todo sin un rayo de luz, haciéndolo sufrir por haberlo desobedecido, por no ser devoto de él y no cumplir sus reglas.
Claro, bien estaba y se sabía que a pesar de aquellas trabas que Dios le había puesto a Lucifer, no le impidió crear el Infierno, un lugar tenebroso, lleno de oscuridad, donde la única luz que existía eran unas llamas de maldad y rencor dedicadas al Rey supremo, quien deseaba controlar a todos, no los dejaba ser.
El Diablo no se quedó con los brazos cruzados, mucho menos se inmuto ante aquel destierro, tal vez al inicio le dolió y pensaba que hizo mal al desobedecer a su Amo, pero al final del día prefirió verse fuerte, que Dios no lo viera derrotado o vulnerable, creando un plan perfecto para la creación de su Reino, un Reino donde no habría reglas que seguir, ni mandamientos, creando sus propios demonios que siguieran lo que su corazón dictaba.
Porque si, Lucifer había creado sus propios demonios junto a sus jerarquías, las cuales estaban capacitadas para cada ocasión especial, estas se dividían en tres. Siendo estos aquellos ángeles que Dios ya no quería, él los recogía para buscar aquella venganza perfecta ante el ser más poderoso que jamás haya existido en los Reinos.
Primera jerarquía:
La primera jerarquía incluye los ángeles que eran serafín, querubín y tronos.
Belcebú: era el príncipe de los Serafín, solo por debajo de Lucifer. Belcebú, junto con Lucifer y Leviatán, fueron los tres primeros ángeles en caer. Tienta al hombre con orgullo y se opone a San Francisco de Asís.
Leviatán: también era el príncipe de los Serafín que tienta a los hombres en la herejía, oponiéndose a San Pedro.
Asmodeo: era también el príncipe de los Serafín, tentando con el deseo ardiente de la lascivia. Se opone a San Juan el bautista.
Balberith: era el príncipe de los Querubín. Tienta a los hombres a cometer homicidio, ser pendenciero, polémico y blasfemo. Se le opone San Bernabé.
Astaroth: era el príncipe de los Tronos, quien tienta al hombre con la pereza y se opone a San Bartolomé.
Verrine: también era el príncipe de los tronos, justo por debajo de Astaroth. Tienta a los hombres con la impaciencia y se opone a San Dominico.
Grésil: era el tercer príncipe de los Tronos, quien tienta a los hombres con la impureza y se opone a San Bernardo.
Sonnillon: era el cuarto príncipe de los Tronos, quien tienta a los hombres a odiarse y se opone a San Esteban.
Segunda jerarquía
La segunda jerarquía incluye Poderes, Dominios y Virtudes.
Carreau: era el príncipe de Poderes. Tienta a los hombres con la dureza de corazón y se opone a San Vicente Ferrer.
Carnivale: también era príncipe de Poderes. Tienta a los hombres con la obscenidad y la desvergüenza, oponiéndose a Juan el evangelista.
Oeillet: era el príncipe de Dominios. Tienta a los hombres a romper el voto de pobreza y se opone a San Martín.
Rosier: era el segundo en el orden de Dominios. Tienta a los hombres contra la pureza sexual y se opone a San Basilio.
Belias: era el príncipe de Virtudes. Tienta a los hombres con la arrogancia y a las mujeres con la vanidad, cría a los niños como caprichosos y cotillas durante la misa. Se opone a San Francisco de Paul.
Tercera jerarquía
La tercera jerarquía incluye Principados, Arcángeles y Ángeles.
Olivier: era el príncipe de los Arcángeles. Tienta a los hombres con la crueldad e inclemencia contra los pobres y se opone a San Lorenzo.
Luvart: era el príncipe de los Ángeles. En la época de Michaelis, se creía que Luvart estaba en el cuerpo de la hermana Madeleine Bavent.
Verrier: era el príncipe de los Principados. Tienta a los hombres contra el voto de obediencia y se opone a San Bernardo.
A pesar de tener sus jerarquías y a cada ángel desterrado del cielo que alguna vez fue cercano o el favorito de Dios, Lucifer no podía dar acto a su venganza, así que durante años busco crear al demonio perfecto que pudiera hacer que Dios se arrodillara ante él y le pidiera perdón ante su destierro, que le dijera lo arrepentido que estaba por dicha acción.
Así que fue cuando decidió crear al demonio perfecto para dicha misión, este era Hyunjin, un ser creado por él mismo, que le duro años perfeccionar, un Demonio poco inusual, con ojos rojos, cabello negro y una piel bronceada perfecta, el primer Demonio que no tenía sangre de ángel, uno puro, que estaba destinado a corromper al ángel más hermoso del Reino de los Cielos, Jeongin.
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peccātum ; Hyunin
FanfictionEl ángel había sido corrompido por el demonio. El demonio había aprendido amar gracias al ángel. Pecar estaba mal, pero nadie conocía el significado de esta hasta que ellos dos se conocieron y amaron. Cayeron a los pies del otro y, mientras construí...