Soy un fantasma y levito

28 10 17
                                    

soy el fantasma de la casa que me habita.

nauseabundo, vomito los recuerdos. ya no me cobijan.

manifiesto con los dedos un futuro que tirita.

¿qué le queda al vagabundo? un porvenir que lo asfixia.

quisiera llorar pero lo evito. a veces sueño con cisnes y levito,

sueño que puedo alcanzar las motas de polvo

y colocarlo todo

donde debe estar.

me gustaría ordenar esta casa,

me gustaría irme de este lugar.

soy un fantasma corpóreo, pueden pero eligen no tocar.

tan solo pululan a mi alrededor, son moscas asentadas en la basura

que ellos mismos botaron al piso.

y deseo, deseo tanto escapar de esta casa

porque me siento finito. me derrito,

me percibo como ente nauseabundo

y vomito

los recuerdos que ya no puedo

sostener con estos dedos.

e intento, una vez más lo intento,

intento acomodar los muebles,

coleccionar el polvo en bolsas plásticas,

recoger las hojas de la esquina.

lo intento pero mi piel ya no puede seguir.

lo intento pero mi voz desea salir,

quiero gritarles en la cara:

Con qué puta cara me reclaman

si el espacio

se ve así, ¡se ve así!

Esto es una mierda, sáquenme de aquí.

Y yo

sigo siendo fantasma,

soy corpóreo, pueden pero eligen no tocar,

pueden pero eligen ignorar,

pueden pero eligen escapar.

Los conozco, son iguales a mí,

son iguales a Eliot siendo poseedor de mi cuerpo.

Lo sé, los comprendo,

¿por qué dañarnos más?

Quiero cambiar

e intento

mejorar los procesos,

juntar motas de polvo

en bolsas plásticas

y acomodar mi cama

dos veces al día.

Pero ellos

no quieren

verme.

Soy un fantasma y levito

porque ellos no me pueden levantar

y yo no soporto el peso,

no soporto el aroma ni el peso

de este cansado lugar.

Y hay hojas secas

que no han querido levantar

y hay papeles llenos de mierda

atorados en la esquina

y hay una voz que me zumba,

dice que solo soy un estorbo

pero cómo estorbar

cuando soy lo que evita

que esto se vaya a derrumbar.

Soy un fantasma y levito,

me voy al infinito en abstracción celular;

pienso en ello, solo me puse los audífonos

porque no quiero que me escuchen llorar.

Al menos yo escondo mis lágrimas

y no clavo el puñal...

Cuando mis manos se marchiten, quedará estoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora