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─ Vendrá un chico nuevo, por favor, no lo arruinen esta vez..

"Alexis, estamos juntos en esto, o todos lo arruinamos o todos la salvamos" Dijo Q, dentro de su cabeza, aunque lo escuchaba tan claro que Alexis podría jurar que le había hablado en el oído.

Suspiró, intentando relajarse, de verdad estaba muy nervioso.

Los últimos tres acompañantes que había tenido se habían ido, porque no podían convivir con aquellas cinco personas completamente distintas que compartían un mismo cuerpo.

Por suerte habían sido amables, no lo llamaron loco o le gritaron, nada, soló se habían ido sin volverse a hablar.

O al menos era lo que Alexis sabía, pero al ser el anfitrión, las otras personalidades no le contaban nada de lo que pasaba.

Alexis fue diagnosticado con Trastorno de Identidad Disociativo hace tres años, cuando luego de su baile de graduación algo había salido mal.

Esa noche se había ido con Luzu a su casa, aunque siendo este su interés amoroso estaba bastante claro que su intención era tener sexo con él, pero fueron un par de besos calientes y después ya no recordaba nada.

Despertando al día siguiente en el hospital, sabiendo absolutamente nada de lo que pasó.

La enfermera junto al médico y el psiquiatra que lo visitaron y cuidaron un par de semanas, le habían ayudado a adaptarse a la nueva noticia.

Resulta que esa noche se había sentido algo incomodó con los besos de Luzu, siendo esto suficiente para que otra parte de su ser tomara el control de la situación, aquel que conoció después como Quacks, su protector, encargado de protegerlo de cualquier situación sexual con la que no se sintiera cómodo.

Luzu al darse cuenta de que había algo mal, y se detuvo, cuando le preguntó si estaba seguro, fue Quacks quien asintió, pero el mayor seguía notando algo raro.

Quizás, si Luzu hubiera seguido, posiblemente habrían terminado teniendo sexo desenfrenado, para al día siguiente no recordar nada y culpara al alcohol, pero no fue así, porque el mayor era bueno, demasiado.

Quacks era mudo, y sabia lenguaje de señas, por lo que fue luego de un rato que respondió con sus manos a las preguntas del otro.

Alexis no tenia idea del lenguaje de señas, Luzu se había alejado y llamo a sus padres adoptivos, y de allí fueron al hospital, creyendo que había algo malo, porque ninguna de las actitudes de Quacks coincidía con las de su hijo.

se dieron cuenta que ahí no estaba el niño que habían adoptado cuando tenía once años; Quacks diría que si a todo, incluso a cosas que Alexis odiara, también estaba el hecho de que no hablaba y soló se comunicaba con señas, aunque intentaba hacerlo lo menos posible, ese no era su hijo, ese no era Alexis.

Al explicarle lo sucedido al médico de guardia del hospital, la situación no estaba ni cerca de terminar.

Todo ya estaba lo suficientemente raro cuando apareció una tercera persona.

Q, cómo se había presentado después, el protector principal, fue quien respondió todas las preguntas del médico y del psicólogo de guardia, un pobre estudiante que parecía muy asustado.

─ No estoy en condiciones de responder. ─Dijo, con una voz más intimidante y sería, definitivamente mas intimidante que su tono de voz normal del joven que todos conocían,─ Mamá, ¿podemos ir a casa? Estoy cansado.

─ Nadie se va a ir hasta que esto termine de explicarse, Alexis. ─Respondió la mujer, y el chico asintió sin ganas.

─ Estoy bien, sólo un par de voces, nada más. ─Hablo, sonaba realmente relajado y convincente.

𝙏𝘩𝘦 𝘼𝘭𝘵𝘦𝘳𝘴  |  ˢᵖʳᵉᵉᶜᵏᶦᵗʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora