ls |⌇ ❝ compañeros, familia, buenos amigos, amigos; cualquier cosa menos amantes. La historia odia a los amantes ❞ ᭨ི ྀྀ
¿Que es que peor morir antes de dar el examen final para el que tanto te habías preparado? En definitiva no estaba entre sus opc...
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¿Qué es lo que sucede con este ambiente?
El clima tenso y el sudor frío corriendo por los nobles más grandes del país no era nada nuevo teniendo al emperador Akila observando cada uno de sus movientos, con sólo mirarlos podrían ser asesinados si no complacian al hombre más poderoso del Imperio Ashet pero ¿qué hacer si ni las buenas noticias eran suficientes?
—¿qué sucede?
—¿no escuchaste lo de ayer?
—por algo pregunto, mi Lord
El otro Lord ignoro el tono hostil y suspiro recordando las noticias de ayer, toda la guardia real, los siervos e incluso cualquier noble que se encontrará en palacio sin importar sus asuntos personales, tuvieron que buscar por cada rincón al príncipe heredero tras su desaparición repentina a los ojos de una gran cantidad de empleados y de soldados.
Él había sido uno de los tantos que busco con su vida pendiente de un hilo, de la aparición del futuro sol de Ashet.
Afortunadamente lograron hallarlo antes de que el emperador comenzarán a cortar cosas, pero la forma en que lo encontraron fue aun más del desagrado del emperador.
—el pequeño sol se perdió la tarde de ayer
—¿se perdió?
—si, calla, después de buscarlo tanto llego de la mano con el Duque Floyen
—¿y? ¿Eso no debería ser bueno?
—debería, pero el pequeño sol comenzó a seguir al Duque después de eso—tiembla ligeramente—dicen que lo admira demasiado y eso a su majestad no le--
—¿podrías hablar más claro, Lord Demyrion? No escuche bien lo que dijo acerca de mi hijo ¿que admira a quien?
El rostro oscurecido de su majestad contrarestaba contra la palidez de sus funcionarios.
—repitelo, vamos—podían jurar ver una vena a punto de reventarle en la frente.
Lord Demyrion se irguió con brusquedad en su asiento sintiendo las rubíes del emperador perforarlo.
—¡a usted, majestad, por su puesto que a usted! ¡¿quién más aparte de usted y la emperatriz serían dignos de la atención del pequeño sol?!
Dio una reverencia desesperada provocando que se golpeara fuertemente contra la mesa pero nisiquiera pudo quejarse del dolor por el miedo que le tenía a la reacción del emperador.
El resto miraba fijamente el suelo, temblando como si estuvieran frente a un dragón capaz de engullirlos al más mínimo moviento, no era un caso tan diferente al que se enfrentaban.
No era secreto para nadie lo protector que era el emperador con su familia después de subir al trono, con esa historia de sangre detrás ¿quién no lo sería? Pero él lo llevaba a extremos exagerados aun que para algunos esta era una reacción normal ¿quién no tendría celos de que su hijo, un niño hecho de la madera más dura con la fruta más agria, admirara con fiereza a alguien que no fuera su padre? Les sorprendía que no le haya prohibido la entrada al palacio al Duque, aun que era probable que pronto lo hiciera.
