|Cap. 004| -¿Esperarías por mí?-

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Sus labios chasqueaban con ansia. El sentimiento de amor y anhelo se podía sentir en sus corazones.

El amor entre ellos creció, se fortaleció, un año de muestras afecto, planes a futuro y caricias sanadoras pasó. Ahora Hoseok tenía 15 años y Taehyung 19.

No podrían estar más felices compartiendo un fragmento de sus vidas, día a día solamente ellos amándose bajo el Sol y la Luna. Sin problemas, solo buenos momentos.

O así había sido hasta hace unos días.

Una guerra se había desatado al Norte donde eran los Lee causantes de esto. Después de años de paz implícita, ahora se atrevían a atacar a los Shuan, los aliados de los Kim en la frontera con China, y debían de ir a combatir para ayudarlos, ese era el acuerdo mutuo.

Hoseok tenía miedo, era Taehyung quien también marcharía junto a cientos de hombres para defender a sus aliados.

—Me iré a la guerra, Hoseokie— recordó.

El menor apretó con más fuerza la cintura entre sus manos y profundizó el beso. No quería dejarlo irse de sus brazos, no sabiendo que puede morir y nunca volver.

―Espera...― se separó el mayor con un suspiro. Sus manos en el pecho del menor.

― ¿Qué pasa? ― Hoseok lo miró.

Su cabello estaba desordenado, sus labios rojizos como sus luceros, sus mejillas sonrosadas y los ojos entrecerrados. Jung se lamió los labios ante la imagen del mayor entre sus brazos, apresado contra su cuerpo y la pared de la vacía habitación.

―El beso fue muy intenso― fue sincero.

Hoseok pensó que no debió dejarse ir tanto. Pero contrario a sus pensamientos una sonrisa ladeada surcó la boca de Taehyung.

―Me gustó... pero también necesito respirar.

Soltó una risa y acarició la cintura del mayor por sobre sus vestimentas relajando ahí su agarre.

―Y yo necesito más de ti.

― ¿Es porque estás en la adolescencia? ¿Son las hormonas?

Hoseok se sonrojó y negó.

―No, solo... Que te voy a extrañar― aplanó los labios y sus ojitos celestes se llenaron de lágrimas poco a poco.

—No sé cuándo volveré, pero sé que te voy a extrañar— Hoseok recordó las palabras del mayor hace unos días.

―No quiero que nada te pase, Taehyung.

Dejó un casto beso en sus labios y rodeó los hombros del menor, alzando un poco los talones porque Hoseok ya lo había pasado en altura por unos centímetros, y acariciando su espalda para calmarlo.

―Nada me pasará, yo volveré a casa, Hoseokie. Volveré contigo― tomó su rostro y besó sus labios.

― ¿Por qué no puedo ir yo contigo?

―Porque la guerra es con los aliados de mi familia, los Jung no pueden ir a combate, no son aliados de China, es más, están en malos términos.

―Qué injusto...― Hoseok lo abrazó dejando un beso en su cuello ―Si no vuelves, yo moriría― se alejó para verlo mejor.

―No hay porque llegar a los extremos― soltó una risa ―Aún tenemos tiempo para que me beses todo lo que quieras.

―En una hora te marchas, no es mucho tiempo― tomó su rostro y conectó sus ojos celestes con los rojizos del mayor.

Nunca se cansaría de decir lo mucho que amaba el color en los iris de sus ojos. Rojos como la sangre, como dos rubíes preciosos, como la pasión, como su intenso amor.

Corazón TraicionadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora