⋆ → 𝗣𝗢𝗣𝗨𝗟𝗔𝗥 𝗚𝗨𝗬 - 𝗺𝗶𝗻𝘀𝘂𝗻𝗴

𝗣𝗢𝗣𝗨𝗟𝗔𝗥 𝗚𝗨𝗬 || 𝟬𝟰

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Desde que hable con aquel chico en el pasillo, Minho había estado actuando extraño. Lo notaba cada vez que pasaba cerca de nosotros; si me encontraba hablando con mi "amigo", él tomaba otra dirección sin decir una palabra. Era como sí evitara estar cerca de mí cuando ese chico estaba presente. Aunque no lo entendía del todo, su comportamiento me dejaba una sensación extraña en el pecho, quizás había algo más que el no estaba diciendo.

La situación se volvió aun más confusa cuando Minho empezo a lanzarme indirectas que yo no lograba descifrar. Durante nuestras conversaciones, de vez en cuando soltaba comentarios que parecían tener un doble sentido, pero siempre lo hacía en un tono tan casual que no podía estar seguro. 

―Veo que has estado ocupado últimamente, Hannie― Me dijo un día, mientras recogíamos los materiales del proyecto en clase.

Lo miré, sin saber a que se refería exactamente.

―¿Ocupado? ¿Con qué?

―Ya sabes, con tu "amigo". No sabía que te gustaban ese tipo de chicos― Dijo con una sonrisa sarcástica, como si estuviera bromeando. 

Fruncí el ceño, tratando de entender sus palabras, pero solo logré sentirme más confundido.

―No sé de qué estás hablando, Minho― Respondí, intentando sonar seguro, aunque la verdad era que no tenía idea de que era lo que intentaba decirme.

Él solo se río y negó con la cabeza, como si fuera obvio, pero no dijo más. Era frustrante, me parecía que él sabía algo que yo no era capaz de captar. Aún así, decidí no darle más vueltas. Si quería jugar a ser misterioso, yo no iba a darle el gusto de mostrar que me afectaba. 

Finalmente, llegó el día en el que estabamos en mi casa, ultimando los detalles de nuestro proyecto. Habíamos trabajado bastante bien, aunque Minho seguía con esa actitud ambigua que me desconcertaba. Mientras revisabamos nuestras notas, él dejó escapar un suspiro teatral, indicando que estaba aliviado.

―Bueno, parece que por fin terminamos― Se recostó en el sofá con una expresión de satisfacción fingida. 

―Sí, ya casi― Respondí, aunque mi atención estaba más en él que en nuestras notas ―Solo nos falta revisar algunas cosas más.

De repente, Minho cambió de posición y me miró, su tono volviendose aún más sarcástico. 

―Genial, entonces ahora podrás pasar más tiempo con tu noviecito― Soltó, sin mirarme directamente. Parecía una broma, pero con un matiz que me fue imposible ignorar.

Lo miré sorprendido, sin saber a qué se refería. 

―¿Mi noviecito? ¿De qué hablas?― Pregunté tratando de ocultar la confusión en mi voz.

Minho giró la cabeza hacía mí, con una sonrisa burlona en los labios. 

―Ya sabes, ese chico con el que siempre hablas. El qué tu papá te presento― Respondío, como si fuera obvio.

Sentí un calor subir a mis mejillas, pero no por la razón que él parecía suponer. Negué con la cabeza, todavía un poco desconcertado. 

―Él no es mi tipo. No me gusta― Dije con firmeza, esperando que eso aclarara las cosas. 

Minho levantó una ceja, claramente intrigado por mi respuesta. 

―¿Ah, no? ¿Y qué tipo de chico te gusta entonces?― Preguntó con su tono cambiando de sarcástico a curioso.

Me quedé callado por un momento, sopesando su pregunta. No sabía exactamente como responder, pero algo en su mirada me instinaba a ser honesto.

―No estoy seguro...― Respondí finalmente.― Supongo que alguien que sea sincero, que no juegue con los sentimientos de los demás, que sea amable, pero que también tenga carácter. Alguien que me respete.

Minho me miró con una expresión indescifrable, como si estuviera procesando mis palabras. Luego, una sonrisa volvió a curvar sus labios.

―Interesante...― Dijo sin dar más detalles.

Sentí una ola de curiosidad por saber más sobre él. Sí él estaba tan interesado en mi tipo de chico, tal vez yo debería preguntarle lo mismo.

―¿Y a tí?― Pregunté con cautela― ¿Que tipo de chico te gusta, Lee Minho?

Él se quedó en silencio por un momento, y luego una risa suave salió de sus labios. 

―Tú no eres mi tipo, cielo― Respondió con su tono ligero y burlón.

Me crucé de brazos, fingiendo estar ofendido por su respuesta.

―¡Que cruel!― Traté de sonar indignado.

Minho solo se río, para luego mirarme con una sonrisa suave, una que no había visto en él antes.

―Tienes baja estatura― Dijo, extendiendo su mano para colocarla suavemente sobre mi cabeza, parecía que me mediría.

Sentí un cosquilleo en mi estómago, una mezcla de emociones que no lograba descifrar del todo. Su gesto fue tan inesperado, tan diferente a su habitual actitud distante, que no supé cómo reaccionar.

Nos quedamos en silencio por un momento, él con su mano sobre mi cabeza, y yo sin saber qué decir. Finalmente, Minho apartó su mano y se levantó, dándome una última sonrisa antes de recoger sus cosas. 

―Supongo que nos vemos mañana, pequeño― Dijo antes de salir, dejandome solo con mis pensamientos.

Me quedé ahí, intentando procesar lo que acababa de pasar. Minho estaba empezando a mostrarme facetas de sí mismo que nunca había imaginado, y me encontraba cada vez más confundido por lo qué sentía hacia él.

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