Votos de Rencor (PAUSADA)

Capítulo Seis

Nicola Coughlan.
Apple's bee, Stoney London. 4pm

— Hola, gordis. ¿Cómo estás, chanchita? —me saludó Ruby con ese tono chillón que siempre usaba. Fingiendo una sonrisa, me acerqué y dejé un beso rápido e hipócrita en su mejilla, sintiendo el rastro empalagoso de su perfume floral, demasiado intenso para mi gusto.

Me senté frente a ella, tratando de no poner los ojos en blanco, pero mis manos automáticamente buscaron algo que hacer, jugueteando con los cubiertos mientras la miraba. No pude evitar que mis ojos recorrieran su figura con una mezcla de curiosidad y recelo. Ruby era el tipo de mujer que, aunque no lo intentara, lograba atraer todas las miradas. Su vestido ceñido resaltaba cada curva de su cuerpo, estratégicamente perfecto para acentuar lo que más le convenía. El brillo de sus labios combinaba con las uñas de perfecta manicuras, todo en ella parecía diseñado para llamar la atención, pero no de la forma sutil o elegante, sino con un aire casi ostentoso.

— No debería estar aquí, podrían verme y pensar que soy tu cómplice en algo - dije tomando un sorbo del mojito que trajo el mozo. Ella como toda chica Fancy bebía de un whiskey a la rosca, exageradamente fuerte para mi gusto.

— Ay chanchis, que exagerada eres, ni que yo haya matado a alguien, sólo me cogí al hermano de mi prometido, nada más - dijo en un gesto de orgullo que me revolvió el estómago. — Y lo quiero devuelta - alce ambas cejas y en tono sutilmente venenoso pregunté:

— ¿Al prometido o al hermano ? - ella sonrió con sadismo.

— Ahí entra mi plan y la razón para que estés aquí - chasqueo la lengua y miro fijamente a mis ojos. Ella cuando se lo proponía podía ser intimídate, pero nunca dejaba de ser irritante. Yo arrugue el entrecejo a la espera de la siguiente estupidez que diría. — Necesito deshacerme de Lucas, se ha vuelto un grano en el culo y yo quiero devuelta a mi Lucksito - lancé una risa sarcástica.

— ¿Yo qué pinto ahí? —tomé un trago, esperando que fuera algo menos ridículo de lo que anticipaba.

— Quiero que seduzcas a Lucas —casi escupo todo el trago en su rostro. Tosí, intentando procesar lo que acababa de escuchar, mientras Ruby me observaba con esa sonrisita maliciosa que no ayudaba en nada.

— ¿Perdona? —logré decir al fin, sin poder creer que realmente había propuesto algo tan absurdo.

Ruby se inclinó hacia mí, con un brillo en los ojos que solo podía describir como maquiavélico. Su expresión no dejaba lugar a dudas: estaba completamente seria.

— Sí, chanchita. Quiero que lo seduzcas, que lo mantengas ocupado y distraído, mientras yo recupero a Lucksito. ¿Qué tan difícil puede ser? No te estoy pidiendo que te cases con él —rió con suavidad, como si su plan no fuera un completo disparate.

Yo me quedé boquiabierta, mirándola como si acabara de proponerme que robáramos un banco juntas. ¿En qué mundo pensaba que yo aceptaría algo así?

— Esto es una broma, ¿verdad? —ladeé la cabeza, buscando algún indicio de que estaba a punto de soltar una carcajada y retractarse, pero no, Ruby seguía mirándome con esa seguridad irritante—. No puedes estar hablando en serio.

— Ay, por favor, no te pongas dramática —dijo, echando la cabeza hacia atrás con fingida exasperación—. Es solo un jueguito inofensivo. Lucas es fácil de manipular, solo tienes que ser un poco más lista que él. Lo distraes, lo mantienes alejado de mí, y ya. Todos ganamos. Eso si, te sugiero que te vistas un poco más... - desvió la mirada, a mi sudadera y mi Jogger. — Provocativa, deja atrás tu baja autoestima -fruncí el ceño.

La incredulidad se convirtió en una mezcla de furia y asombro. Era surrealista que Ruby, de todas las personas, pensara que podía pedirme algo así sin pestañear.