CIUDAD CENTRAL: RELIQUIAS DE FAMILIA

TERCER CAPÍTULO: Luto

La sala estaba en completo silencio, era la parte principal de la mansión, un salón bastante grande con tres sofás que rodeaban un tapete de color negro y bordados blancos que era lo suficientemente grande para que se sentaran en el piso unas doce personas. Lukian estaba sentado en el sofá que quedaba viendo la pintura que habían hecho de su padre, su madre y su hermano mayor, siendo su mamá quien sostenía el pequeño Maxim de la foto y su padre abrazándola al costado.

Lukian hizo un gesto de desagrado, no solo había sido su madre quien se había ido, ahora también su hermano que lo cuidaba desde que nació y no dejaba que Sasha lo molestara o lo golpeara, el joven solo apreciaba la foto pensando momentos con su hermano. Recordando cuando salían al patio de la mansión por las noches y se iban al pequeño bosque donde su padre había mandado a construir una casa del árbol, los tres muchachos hacían carreras para saber quién llegaba primero, obviamente, Lukian era el último, pero mayormente no sucedía. Cuando Lukian utilizaba todas sus fuerzas para alcanzarlos, veía a Sasha y a Maxim al frente, con unos metros de ventaja. Al estar cercar de la casita, Maxim agarraba a Sasha del hombro se volteaba hacia él, empujando hacia atrás el cuerpo de Sasha y poniendo su pie en los talones para que cayera de espaldas, seguía corriendo Maxim, escalando rápidamente, llegando de primeras a la casita, nunca le ha gustado entregar la corona de ser el primero, pero daba la oportunidad para que Lukian subiera de segundas al árbol sin casi poder respirar, pero orgulloso de haber pasado a Sasha su hermano mayor, –Sasha esta pendejo, siempre se cae antes de llegar a la casita –le decía su hermano agitando el cabello del pequeño Lukian, que se reía por ver a su hermano subir las escaleras enojado, lleno de hojas y de tierra.

Lukian dejo escapar una risa, cuando se dio cuenta de que todos lo habían vuelto a ver por interrumpir el silencio, se sintió un poco incómodo y fastidiado. En la silla de la izquierda se encontraba su padre susurrando con la esposa de Maxim que seguía llorando haciendo el mínimo ruido posible, su tío Konstantine estaba en la misma silla, pero alejado de la pequeña conversación que tenía el Don, detrás de ellos quedaba la puerta hacia la parte principal de la mansión.

El joven que estaba en el sofá de en medio volteo a mirar a los que estaban sentados en el otro sillón de la derecha, la esposa de Sasha consentía a Andrik que se le notaba sus ojos rojos por haber llorado por su tío – "se está consumiendo ahora sin tampoco saber de su padre" –pensó Lukian observando al niño que estaba en los brazos de su madre, las manos de Lukian estaban unidas, apretadas cada vez más y dejando marca.

–¿Por qué mamá llora? –Preguntó Dima a Lukian que lo tenía al lado, el muchacho solo abrió la boca para responder, pero no sabía que decir, no sabía que decirle al pequeño niño, lo mejor era no decir nada sobre lo ocurrido.

Lukian se arregló el cuello de su traje completamente negro, sin ningún tipo de color más que lo complementara, su familia acostumbraba llevar ese tipo de ropa, la oscuridad era el contraste perfecto de su piel bastante blanca -después lo sabrás hijo, no te preocupes -respondido Lukian sin nada más que pensar, lo único para reemplazar esas palabras tan vacías, revolvió el cabello de Dima y le otorgo una sonrisa, haciendo que el pequeño niño que aun sostenía el lobo en sus manos, sonriera, volviendo a jugar con el pequeño peluche.

–La reunión no ha sido solamente para lamentarnos –Aclaró Luka para no decir de más a Dima, se intentó poner de pie diciendo estas palabras, la esposa de Maxim se levantó rápidamente para sostener al Don que su rodilla no lo dejaba caminar bien -tenemos que ser fuertes por Maxim y por su único hijo, que es un pilar importante para esta familia -Dima quedo confundido por las palabras de su abuelo, no entendía claramente que decía y porque todos lo habían volteado a ver, subió sus piernas al sofá para encerrarse en si mismo y abrazó al pequeño lobo con más fuerza.