Amor Prohibido (Leliel x Azrael)

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Amor Prohibido
Leliel x Azrael

Mundo: Celestial
Historia de personajes no canon

[Imagen] Créditos a su artista

Advertencia: Pueden haber detalles o actos que a muchas personas no les guste (incesto) por favor guardar la compostura, es simplemente una historia y evitar comentarios con fines maliciosos.

Preferencia de edad +15

•••••★

El cielo estaba tranquilo, bueno algo así contar la discusión que había en la oficina de uno de los arcángeles, los seres que le seguían a Dios.

Como era algo común escuchar aquellas discusiones, nadie les prestaba atención, eso sí, nadie entraba o interrumpía o terminarían muy mal por parte del ángel de la muerte.

Los gritos eran tan fuertes y las personas alejadas como se pudiera, nada era seguro hasta que uno de los dos saliera.

—¡Azrael ve a trabajar ahora mismo!

—¡Si no quiero! ¡¿Qué?!

Silencio...

Juego de miradas...

Deseos que se ocultaban entre gritos de "hermanos".

Porque eso eran, entre todos los demás, ellos eran los más unidos con la sola diferencia de edad de unos segundos.

—Azrael...

—Leliel...

Sin más palabras Leliel se levantó y tomo en sus brazos a su "hermano" y lo elevó para empezar a besarle el cuello con una pasión desmesurada.

Azrael por su parte empezó a reír, siempre era lo mismo, simples besos que nunca pasaron a nada más.

Ambos se acomodaron en el pequeño sofá de aquella oficina y sintieron sus respiraciones agitadas.

Con un último beso en los labios cerraron aquel acto impuro que podría considerarse un pecado. Un pecado que los destruiría a ambos.

Azrael se levantó con cuidado del sillón dando un retoque a sus prendas y dejar al contrario con los ojos cerrados como siempre, pensando en lo que harían en el futuro.

Los días casi siempre eran lo mismo, sólo que esta vez Azrael estaba recogiendo el cabello del contrario para una celebración en el cielo.

Ambos estaban invitados y debían lucir hermosos.

—¡Mira! Luces hermoso Leliel — Exclamó Azrael besando la mejilla del contrario — Todo un caballero.

Leliel no dijo mucho y se levantó para verse en el espejo tomando a Azrael a su lado.

—Nos vemos bien ¿No?

Ambos se veían a los ojos y antes de salir se dieron un beso, aquel que talvez sea el último que se den.

En la fiesta ambos tomaron caminos separados conviviendo con diferentes personas.

Todo fue bien por separado, Leliel siendo más formal regreso a su hogar antes, pero no sin antes haber conocido a una chica en el transcurso de la noche.

Azrael por su parte fue más alocado y no recobro el sentido hasta el día siguiente en su sillón como si lo hubiera tirado un tren.

Pasaron tres días sin verse, pero cuando llegó el cuarto día y se encontraron en aquella oficina la tensión estaba en el aire al haber encontrado a su hermano con una chica en su regazo y marcas en el cuello de esta... SUS marcas...

En ese momento sabían que nada volvería a ser como antes, porque eso nunca estuvo bien, cada uno debe de tener vida separada del otro por más que les duela.

Azrael vio a la chica con odio, desearía ser ella y ser capaz de estar en su lugar sin arrepentimientos o temor a ser visto a juzgado.

Por su parte Leliel vio a Azrael alejándose en silencio, le dolía, pero era lo mejor para ambos, no quería hacerle daño.

Poco a poco perdieron la comunicación y no volvieron a tener sus encuentros, dejaron todo atrás.

Leliel se encontraba en su oficina y Azrael entro sin avisar como era costumbre.

—¡Azrael!

Y empezaron los gritos que alejaron a todos de ese lugar.

—Le- Leliel... ¿Por qué soy tu hermano? Quiero ser ella.

Es cierto, Leliel está comprometido con la chica y posiblemente se casen pronto.

—Azrael...

—No, Leliel, no puedes dejarme, tienes prohibido dejarme.

Leliel volvió a tomarlo en sus brazos como en los viejos tiempos y aseguró bien la puerta para recostar al contrario encima suyo en el sillón.

—Azrael, lo nuestro no puede ser, está mal.

—No me importa que esté mal, yo te quiero a ti y no me importa que lo nuestro sea un amor prohibido.

Ambos se vieron a los ojos y sin previo aviso ambos empezaron a besarse, no con pasión, si no que con algo más, un sentimiento mutuo que ha ido creciendo a pesar de la adversidad.

Ambos se bañaron en el olor del contrario y cuando estaban listos hablamos.

—Azy, vamos a un lugar donde podamos ser felices.

—Si estás conmigo, iré a donde quieras ir, solo quiero estar contigo.

Ambos se abrazaron y después de hablar de todo un poco y de sentirse bien, ambos decidieron que hacer...

Desaparecer del cielo.

Nadie los busque porque irán a vivir felices como siempre quisieron.

Ambos se refugiaron en la tierra y al nadie conocerlos hicieron una nueva identidad, donde ambos están casados.

Porque ellos a pesar de tener un amor prohibido, nunca se rindieron.

Notas del autor:

Espero les guste y no funen, mañana seguimos con más, tengo muchas ideas.

Atte: Stef

One Shots *Hazbin Hotel*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora