Detrás de las luces de Hollywood, dos estrellas de cine encuentran un amor prohibido.
En un mundo donde la fama y la privacidad son un equilibrio delicado, Elizabeth y Scarlett, se ven reunidas por el destino.
A medida que su amistad se profundiza...
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Estoy segura de que el sueño de más de millón de personas sea probablemente tener un bonito apartamento en New York y poder apreciar la belleza verdosa del Central Park desde sus ventanas cada mañana. Los grandes y altos árboles, dando sombra, brindándole a la Gran Ciudad un poco más de vida, ya que no hay muchos lugares aquí que tengan árboles. Los edificios son rascacielos infinitos, supongo que nadie tiene miedo de morir ahogado, alguna vez.
No estoy criticando la ciudad, si, solo estoy aquí por trabajo, pero me gustan varias cosas de este lugar. Aquí viven mis hermanas, ellas son felices, diseñan ropa, salen a fiestas, hacen sus vidas con sus parejas, bueno, eso solo lo hace Ashley. Pobre Mary-Kate, no le fue bien en el amor la última vez, pero eso no la desanima. Parece tener más energía para ciertas cosas, y la admiro porque yo no podría imitarla ni siquiera un poco.
Un corazon roto me dejaría en cama por semanas, ahogándome entre mis propias lágrimas y mocos, en mi cama, mirando todas las películas románticas del mundo para llorar con más intensidad. Y lo haría solo porque sería la única manera en que podría afrontar separarme de Robbie.
Mi hermana, con el corazon roto, aumentó las ganas de trabajar, hacer ejercicio, salir más con sus amigas, y comenzó a preocuparse por solamente sonreír de verdad, y adoro eso de Mary-Kate, no solo porque no se haya tirado a la cama a llorar, sino porque me demuestra que, si una relación se termina, la vida continua, y no es el fin del mundo cómo está escrito en libros o visto en películas.
Sí, Robbie está en mi mundo, y es una de las personas más importantes en estos momentos, es mi amado esposo, el que se preocupa por mí siempre y sólo quiere cuidarme, pero... aunque yo quiera pasar toda mi vida con él, a veces todo se va a poner en contra, más con las agravantes de mi trabajo.
Él no tiene tantas desventajas cómo yo, simplemente escribe canciones y graba música, lo disfruta, disfruta al igual que yo lo hago con mi trabajo, detrás de las cámaras, en los platós de grabaciones, pero... pero... pero... no es noticia para nadie que el mundo del cine tiene muchas más cosas malas que buenas.
Soy testigo -no solo porque trabajo- del gran efecto negativo que puede causar estar completamente expuesto al mundo entero tras las cámaras. Una persona que quiere triunfar en el cine, debe estar dispuesta a renunciar no solo a su privacidad, sino a su libertad. Suena bastante cliché, pero es cierto. Si logras tener éxito con alguna película o serie, o simplemente las revistas adoran hablar de ti, tu estilo de ropa, los chicos con los que sales, los problemas familiares o económicos a los que te enfrentas, es más que suficiente para perder lo más valioso de una persona; su libertad.
Yo soñaba desde pequeña con ser una gran mujer libre e independiente.
Ver crecer a las gemelas, rodeadas de tanta fama, y viendo lo mucho que les afectaba, aunque no lo quisieran, me llevó a aprender, de alguna manera, que eso era lo que no quería que sucediera conmigo, si bien sabía que quería ser una gran actriz cuando creciera, no pensaba dejar que me sucedieran las mismas cosas que le sucedían a mis hermanas. Sufrían por hecho de no tener su libertad al cien por ciento, porque era todo lo que querían en su momento, más allá de ser actrices.
