capitulo 6

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La atmósfera en el dojo estaba cargada de tensión y expectativa. Genma, con el corazón pesado por sus decisiones pasadas, sabía que debía hacer algo para enmendar su relación con Ranma y corregir los errores que lo habían llevado a este punto. La revelación de la identidad de Ranma y su conexión creciente con Ryoga lo habían dejado sin aliento, y el antiguo maestro Happosai, siempre burlón, se estaba riendo en la sombra, disfrutando del caos que había sembrado.

Happosai había estado usando un ritual antiguo, un hechizo que amplificaba la confusión emocional y los sentimientos no resueltos. Genma se dio cuenta de que la única forma de ayudar a Ranma era enfrentar a Happosai y deshacer el ritual, que no solo afectaba a su hijo, sino también a su relación con Ryoga.

Una tarde, Genma encontró a Happosai en el dojo, rodeado de objetos robados y trajes de lucha que había acumulado a lo largo de los años.

—Happosai, necesitamos hablar —dijo Genma, con una seriedad que sorprendió al viejo maestro.

Happosai, sin embargo, se rió y levantó una ceja.

—¿Hablar? ¡Eso suena aburrido! ¡Mejor pelea!

Genma sintió que la frustración lo invadía.

—No se trata de pelear, viejo. Se trata de Ranma y de cómo lo que hiciste ha afectado su vida. Tu ritual ha traído confusión y dolor.

Happosai se encogió de hombros, divertido.

—La confusión es parte del juego, Genma. Sin ella, no habría emoción.

—Esto no es un juego —replicó Genma, levantando la voz—. Necesitamos deshacer el ritual antes de que sea demasiado tarde.

Happosai se cruzó de brazos, su expresión burlona persistía.

—¿Y qué me ofrece a cambio? Después de todo, yo soy el maestro del caos.

Genma dio un paso hacia adelante, decidido.

—Te ofrezco mi respeto, y la posibilidad de que ambos aprendamos algo de esta experiencia. Lo que has hecho no es solo cómico; ha tenido consecuencias reales.

Happosai lo miró, evaluando su sinceridad.

—Hmm, interesante. No esperaba una oferta así. Pero aún no estoy convencido.

Mientras tanto, Ranma estaba en el patio trasero, sumido en sus pensamientos. La relación con Ryoga había crecido tanto que ahora se enfrentaba a la difícil decisión de cómo definir su identidad. Se sentía atrapado entre el legado de su familia y el deseo de ser quien realmente era.

—¿Ranma? —La voz de Ryoga interrumpió sus pensamientos.

Ranma miró a su amigo, que se acercaba con una expresión de preocupación.

—Estaba buscando un lugar tranquilo para pensar, y te vi aquí. ¿Te pasa algo?

Ranma dudó, sintiéndose vulnerable.

—Es solo que… a veces me pregunto quién soy realmente. Siento que estoy a la deriva entre lo que se espera de mí y lo que realmente quiero.

Ryoga se sentó a su lado, ofreciendo su apoyo sin necesidad de palabras.

—Lo que realmente importa es lo que tú sientes, Ranma. No tienes que ser el guerrero perfecto. Solo tienes que ser tú mismo.

Esa afirmación resonó profundamente en Ranma. La conexión entre ellos se sentía más intensa que nunca.

—Pero, ¿y si ser yo mismo significa alejarme de lo que mi familia espera?

Ryoga sonrió, un gesto cálido y comprensivo.

Descubrí Mi Verdadero SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora