Un poco de luz - KIVI

Desconectar

Violeta estaba frente a la pantalla del portátil, revisando algunos detalles del nuevo artículo para la revista. El silencio en la casa era inusual, pero lo agradecía. Ayla finalmente se había quedado dormida después de una tarde inquieta. Respiró hondo, tratando de concentrarse en su trabajo. Trabajar desde casa como periodista le ofrecía flexibilidad, pero también significaba que siempre estaba entre correos, llamadas y cambiando pañales.

El ding del móvil rompió su concentración. Se trataba del grupo de WhatsApp que compartía con sus amigas, llamado "Las de Madrizz". Sonrió al ver los mensajes que aparecían en la pantalla:

Arancha 🌙:
Este sábado vamos a salir sí o sí. ¡Sin excusas!

Nai:
Violeta, no puedes escaparte de esta. ¡Lo necesitamos todas!

Julia💖:
Voy a ser clara: si no vienes, vamos a buscarte a casa. Y esta vez no podrás esconderte detrás del carrito de Ayla 😂.

Violeta rió ante el mensaje de Julia. Siempre lograba hacerla reír con sus ocurrencias.

Violeta:
No es tan fácil... ya sabéis que mis padres están en Granada y no pueden quedarse con Ayla.

Arancha🌙:
¡Lo sabemos! Pero si necesitas una mano, tu niñera ha dicho que puede cuidar a Ayla este sábado.

Nai: Exacto. Sabemos que a veces falla, pero esta vez prometió que estaría allí. ¡No hay excusas, Vio!

Violeta sintió una mezcla de gratitud y nervios. La idea de salir le atraía, pero al mismo tiempo le inquietaba dejar a Ayla al cuidado de alguien más mientras ella se iba de fiesta, aunque fuese la niñera con la que la dejaba siempre. Era difícil deshacerse de esa sensación de culpa que la invadía cada vez que pensaba en disfrutar un poco de tiempo para ella.

Violeta:

No sé... además, hace siglos que no salgo. Me vais a tener que sacar a rastras.

Denna🌹:
Eso ya lo hemos hecho antes. ¿Recuerdas la última vez? Te tuvimos que sacar a rastras y luego no querías irte de la pista de baile. 🙄

Violeta sonrió, recordando esa noche. Embarazada, antes de que Ayla naciera, habían salido a celebrar el cumpleaños de Naiara, y aunque no tenía intenciones de quedarse hasta tarde, sus amigas habían logrado convencerla de quedarse un poco más. Y fue una noche memorable, pero ahora todo era distinto.

Arancha🌙:
Mira, sabemos que es complicado, pero te lo mereces. Sal un rato con nosotras, nos reímos, tomamos algo, y si necesitas volver antes, lo haces. Nadie te obliga a quedarte hasta el amanecer. ¡Pero al menos ven!

Denna🌹:
Además, Julia ha insistido tanto en que salgamos que creo que ya tiene planes especiales. No puedes faltar.

Julia💖:
Shh, no arruines la sorpresa 🙊

Violeta suspiró. Era difícil resistirse a sus amigas cuando se ponían así, especialmente cuando sabía que lo hacían porque querían que ella desconectara un poco. Quizás era justo lo que necesitaba, una pequeña pausa. No iba a perder nada por intentarlo, y Ayla estaría en buenas manos.

Violeta:
Está bien, está bien, me habéis convencido. Pero solo un rato.

Arancha🌙:
¡Sí! 🎉 Sabíamos que lo conseguiríamos.

Nai:
Vamos a pasarlo genial, ya verás.

Julia💖:
¡Perfecto! Nos vemos el sábado, y no aceptamos plantones.