JAEHAERA TARGARYEN Y AEGON III TARGARYEN. Después del fallecimiento de Alicent Higthower, la joven reina decide escuchar al espíritu de Aegon II que aparece en sus sueños, un omega reencarnado con más de dos vidas sobre sus hombros.
Con la carga de...
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❝Y miranos, hemos avanzado tan poco, pienso que... seguimos siendo totalmente desconocidos.❞
El albergue para los pobres era una mansión de burgueses abandonada, hace tiempo, después de la muerte del Rey Viserys, padre de Rhaenyra Targaryen. La familia abandono el lugar y busco refugio en otros feudos e incluso, algunos dicen que fueron a Lys.
A Jaehaera no le importa la historia y ordeno, con apoyo de Aegon. Hacer un Hospital y hogar para niños, pobres y mujeres. Después de la guerra, al parecer ambos jóvenes Reyes comenzaron sus deberes, algo inusuales para ser niños de su edad, pero al final de todo, era el deber de un soberano.
Cregan, quien se había vuelto Mano del Rey, había dado su anuncio y en unas lunas más, el estaría en el Norte, de regreso a su hogar. Aegon, le permitió irse, con la única orden de venir en cada cumpleaños de su esposa. Algunos dicen que el joven Rey comenzó enamorarse de la hermosa Reina, otros que lo hacía por la deuda y promesa que le hizo a la fallecida Reina Viuda, Alicent Higthower.
El tiempo que pasaban ambos gobernantes juntos fue malinterpretado, según palabras poco confiables. Aegon Targaryen comenzaba a cortejar su joven y delicada esposa. Palabras que algunas veces el mismo Rey escuchaba de los sirvientes, la rareza era... nunca los corrigió.
Jahaera acaricio las escamas de Zeus, el pequeño dragóncito apenas chilló, apartándose y volando a corto plazo directamente donde Gaemon. La joven Reina soltó una risita complacida seguida de los juegos que tenía el pequeño niño. Horas atrás habían terminado su reunión, en los almuerzos Aegon y ella compartían comidas junto a Gaemon. Teniendo acuerdos sobre lo que harían de ahora en adelante que Cregan Stark regresaba al Norte.
—Gaemond, ¿Como han ido tus lecciones?
Hace una luna atrás había ordenado la liberación de Gaemon, aunque Lady Baela estuvo en desacuerdo, fue escuchada por Aegon y Cregan, y el último dío su visto bueno en la desición, asegurandole con confianza a su joven Rey que nunca se arrepentiría de la desición. E incluso, Jahaera con su terquedad abrazo al niño bajo su manto y lo "adopto" por palabras de Cregan como un cachorro suyo, dándole techo y educación que cualquier niño noble tendría acceso.
Ningún Lord se atrevió a cuestionar a Jahaera sentada en la sala del Consejo Privado cuando dio argumentos válidos sobre la construcción de escuelas y refugios, si querían recuperar el amor y fé de Kings Landing, debían atender su necesidad y una de ellas era esa.
—Maravillosamente Majestad, Aegon me visito unos minutos antes de la comida del medio día.
—¿Es así?—Jaehaera dejo el bordado, ese tipo de actividades no eran para ella, el supuesto gato que bordaba parecía una criatura horrorosa—. Espero que lo siga haciendo.
