"Cariño, quiero decir que eres mía ahora. No voy a permitir que salgas de mi vista. Te voy a cuidar, voy a protegerte"
¿La debilidad del rey de la mafia?
¿Jeon tiene sentimientos?
Días después de la conversación en la bodega, Jungkook tomó una decisión. Sabía que no podía mantenerla siempre a su lado, encerrada en una burbuja, y que, de una forma u otra, llevarla a la escuela sería lo mejor para mantenerla alejada de su otro "trabajo". Esa mañana, mientras estaban en la mansión, él decidió darle la noticia
Ella estaba sentada en el sofá, mirando fijamente el televisor, pero claramente su atención estaba en otra parte. Jungkook, que ya llevaba tiempo observándola, carraspeó ligeramente para llamar su atención. Cuando ella lo miró, él le hizo un gesto con la mano para que se acercara. Como siempre, ella corrió hacia él con una sonrisa brillante en su rostro, sentándose demasiado cerca o bueno al lado de él en conclillas
Pues Jeon, hoy parecia más relajado, el Jungkook que conoció
Jungkook: ¿Realmente quieres ir a la escuela?
Ella asintió vigorosamente, sus mejillas se sonrojaron de la emoción
____: Sí, oppa. Me encantaría ir a la escuela. ¡He estado escuchando tantas cosas sobre la escuela y aprender!
Jungkook la miró por un momento, tomando aire antes de hablar. Sabía que lo que le iba a decir la emocionaría, y aunque era lo mejor para ambos, no podía evitar sentir una ligera punzada de preocupación
Jungkook: Vas a ir a la escuela
_____: ¡¿De verdad, oppa?!
Jeon asintió, con una leve sonrisa formándose en sus labios al ver la alegría en sus ojos. Sabía cuánto deseaba salir y experimentar cosas nuevas, y aunque había sido lo contrario a la idea al principio, ahora estaba convencido de que era lo mejor.
Jungkook: Sí, pero habrá algunas reglas, habrá hombres fuera vigilando la escuela, y yo seré el único que te llevará y te recogerá. No quiero que te metas en problemas, ¿de acuerdo?
Ella asintió con entusiasmo, sin poder contener su felicidad. Lo abrazo enormemente arriba de su regazo, pero...
Sin pensarlo, se inclinó hacia él y, en un gesto espontáneo, le plantó un beso en los labios. Jungkook quedó congelado por un segundo, completamente sorprendido por lo que acababa de suceder. Sentía el suave brillo de fresa que ella siempre usaba en sus labios, y el dulce sabor le resultó casi embriagador
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Narra Jungkook:
Cuando sus labios rozaron los míos, el mundo pareció detenerse por un segundo. No lo vi venir. Fue un beso inocente, rápido, lleno de torpeza. Pero encendió algo en mí que apenas podía controlar. La miré, sorprendido, mientras sus grandes ojos llenos de asombro me miraban con una mezcla de timidez y vergüenza. Mi corazón empezó a latir más rápido, y ese calor familiar comenzó a recorrer mi cuerpo
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