Un destino diferente [Sterek]

Capítulo 3

[Recomiendo ver los capítulos en pagina negrita y con letras blancas para mayor satisfacción]

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Stiles se despertó al día siguiente con una emoción palpable. Había estado esperando este momento desde que terminó su libro de caligrafía, y ahora el día había llegado. Derek estaba por llegar, y Hannibal tenía un plan.

—Derek llegará pronto —le informó Hannibal, mientras él desayunaba—. Pero hoy vamos a jugar a algo diferente.

Los ojos de Stiles brillaron con curiosidad, hasta que Hannibal continuó.

—Trataremos de sorprenderlo.

Stiles hizo un puchero inmediato. Las palabras "jugar a algo diferente" no eran lo que esperaba.

—Pero soy malo en el escondite —se quejó, recordando todas las veces que lo habían encontrado de inmediato en la escuela.

Hannibal, con su característica calma, caminó hacia uno de los estantes cercanos. Stiles lo observaba con interés creciente, hasta que el hombre sacó una pulsera pequeña y oscura, y se la tendió.

—Con esto, serás el mejor jugando —dijo con una sonrisa ligera.

Stiles rió, encantado por la idea de que esa simple pulsera podría hacerlo invencible en un juego que solía perder. La tomó, se la colocó en la muñeca, y corrió emocionado a esconderse en la oficina de Hannibal.

Mientras Stiles se acomodaba detrás de unos muebles, cubierto por la sombra del escritorio grande, trataba de controlar su respiración. Hoy no me encontrarán fácilmente, pensaba con determinación.

Pasaron unos minutos antes de que escuchara la puerta principal abrirse. Derek había llegado, y junto con él, su hermana mayor, Laura. Desde su escondite, Stiles escuchaba atentamente los pasos y las voces que resonaban en la entrada.

—Buenos días, señor Lecter —saludó Laura cortésmente.

—Buenos días, Laura —respondió Hannibal con calma habitual, su tono educado pero distante.

Stiles, aún oculto, notaba que algo en el aire cambiaba. Aunque no podía verlo, sentía la energía nerviosa de Derek. Este no tardó en mostrar su inquietud.

—¿Dónde está Stiles? —preguntó Derek, con una seriedad que a Stiles le resultaba divertida. Era evidente que lo estaba buscando.

Hannibal, con su característica serenidad, levantó los hombros con una pequeña sonrisa.

—No lo sé.

Esa respuesta no le gustó a Derek. Stiles, oculto, casi podía sentir cómo el otro niño fruncía el ceño. Había algo en la manera en que Derek preguntaba que le hizo pensar a Stiles que había una razón más profunda para su interés. Pero antes de que pudiera seguir reflexionando sobre ello, escuchó los pasos de Laura alejándose, mientras ella se despedía de Hannibal.