Serendipia//Héctor Fort

🌟Tres

Llevábamos alrededor de una hora en el auto ya que de la nada comenzó a llover horrible y tuvimos que parar en la carretera a espera a que parara un poco para poder irnos.

Intente ignorar las miradas que me dedicaba durante un rato, cerré los ojos intentando olvidar por completo el hecho que solo estábamos los dos en medio de una tormenta.

— ¿Estas dormida? — me pregunta después de un rato.

—No — murmure con ojos cerrados- Joder, ¿No puedes avanzar en la lluvia?

— ¿Y arriesgarnos a morir juntos? Que romántico— dice sarcásticamente y ruedo los ojos abrazándome a mi misma por el puto frío que había.

— ¿Quieres dejar de tiritar? Parece un chihuahua con hipotermia— me mira y lo miro con ganas de matarlo, ¡él me viene a reclamar a mi!

— ¡Pues perdón por ser una persona intolerante al frío! — le grite.

El suspira y se quita su sudadera negra, extendiendola hacia mi.

— ¿La tiro por la ventana? — Le pregunté al tomarla y mirarla con el ceño fruncido.

—No, genia, es para que no quedes como un bloque de hielo. Aunque sería un pecado tapar ese lindo vesti…- le golpe el brazo fuerte — ¡¿Y yo que hice?! — sonrió y me dio hasta más rabia.

— Ser un jodido mentiroso.

Mm eso sonó a mucho despecho.

Me la suda.

— Tienes que ser más especifia, te he mentido bastante desde que te otra vez, por ejemplo no te veías hermosa.- me mira y frunzo el ceño confundida.

— ¿Eso tiene que ofenderme? — alce una ceja.

— No, porque te ves perfecta, no simplemente hermosa.

Evite su mirada ya que por mucho que no le gustará admitirlo me afectaba su mirada.

— Ya no sigas con  eso, por favor — Pedí con calma – Sí aún te dirijo la mirada es porque sé que mi hermano te tiene aprecio. Pero ambos sabemos que prometiste no buscarme más .

Me mira y silencio se formó en el ambiente in tanto tenso. No sabia que más a hacer otra dejar de sentirme intimidada por su mirada.

Lo único que se oía, era la radio que sonaba, Desperté sin ti de Noriel.

“dime como hago pa’ olvidar tus besos”

“Dime como hago yo, si no te tengo”

— ¿Y almenos eres feliz con él? —me pregunta y me deja descolocada.

— Sí.

El asiente en total silencio, se humedece los labios mirando fijamente la carrera desolada siendo cubierta por la lluvia.

— Si no te conociera como lo hago, me habrías  convencido de lo que sientes por él.

— Por favor — bufé– Héctor, ya madura de una vez. Me prometiste muchas y no cumpliste ninguna de ellas, y ahora necesito que lo hagas.

— Suerte con eso, porque si no lo has notado. La vida se empeña en juntarnos — señala que estamos en medio de la nada, pero juntos— Abby, solo responderme una pregunta, pero necesito que me mires a los ojos y la respondas con la verdad…

Trague saliva y mi ojos no podían aparte de los suyos por micho que quería mirar cualquier otro lado. Sus ojos nariz y facciones marcadas. No era feo, se había puesto hasta más guapo el idiota