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Kunikuzushi sólo había sido visto con Ajax por los últimos dos años. Por ello, causò conmoción en sus compañeros el haber comenzado a mostrarse con alguien más desde hacía una semana: Kaedehara Kazuha, el chico más admirado en su curso, y tal vez en toda la escuela.

Comenzaron los rumores. ¿Habían vuelto a ser amigos?, o, tal vez, ¿habían comenzado una relación amorosa?

Las dudas y la incertidumbre eran crecientes, pero eso no podía importarle menos a Kunikuzushi. Para él, eran conocidos, simplemente. No tan lejanos como para ser desconocidos, y no tan cercanos como para ser amigos.

Conocidos. Sí, sólo conocidos.

—Bien, Kazuha — comenzó a hablar Ajax, juntando sus manos entre sí mientras miraba al mencionado de manera, aparentemente, siniestra —, ¿quién es más lindo?, ¿Kuni o yo?

El aludido se mostró indignado ante la pregunta, y no porque la respuesta fuera obvia, sino porque...

—¿Por qué él sí puede decirte Kuni? — regañó el albino al azabache, este simplemente rodando los ojos. Tonterías.

—Porque a él lo conozco más, duh — respondió con notoria molestia, cruzándose de brazos —. Sólo responde. Él o yo. No es tan difícil, ¿o sí?

El silencio de Kaedehara fue bastante ruidoso en ese momento. Nunca se había planteado qué hombre era más atractivo que otro, por lo tanto, era algo difícil de responder esa pregunta. Debía pensarlo bien.

—Dame un momento.

—¿¡Qué!? — respondieron los dos chicos al unísono, mirándolo con incredulidad. Kazuha comenzó a sudar en frío, sonriendo con nerviosismo.

Mhm. La apariencia de Ajax era más bien fórnida, mayormente en su cuerpo que era más marcado, aparte, sus ojos eran azules y la gran cantidad de pecas que poseía le daban su encanto. Sin embargo, Kunikuzushi tenía un aspecto más delicado a comparación de muchos, pero no tanto como para ser un alfeñique. La mirada que poseía generaba una sensación cálida en el pecho de Kazuha, y la cantidad de lunares que tenía en su cuello, sumado al que tenía en su mejilla, lo hacía ver más bonito aún, y ni hablar del rubor natural de su rostro.

Ya tenía su veredicto.

—Kuni, definitivamente.

La expresión ganadora del mencionado no tenía precio, y la sonrisa que poseía Ajax se ensanchó. Este último carraspeó antes de preguntar: —¿Dirías que es tu tipo?

El silencio incómodo se hizo presente. Bueno, al menos era incómodo para el albino y el pelinegro, porque Ajax se encontraba carcajeando ante la reacción de ambos.

¿Kunikuzushi, su tipo?, ni hablar.

O sea... ¿tal vez? No, no podía ser. Apenas se estaba relacionando con él de nuevo, pero sí podía reconocer que su belleza y carisma eran dignos de admirar. Aún así, ¡eso no significaba nada!

—No hagas preguntas tontas — cortó Kunikuzushi, levantándose del suelo de aquel baño con algo de molestia. Alzó sus brazos para estirarse mientras bostezaba bajo la atenta mirada de sus compañeros, el pelirrojo dirigiendo una de sus manos al abdomen del chico para pellizcarlo por encima de su ropa, con intenciones de hacerle cosquillas. Tuvo un efecto inmediato —. ¡Oye, no!

Nuevamente, una risa por parte de Ajax mientras el azabache cubría su abdomen con recelo. Kazuha se paró, posicionándose a un lado de Kunikuzushi sólo para que su mano diera con el hombro del ajeno.

Entonces, acercando sus labios al oído del pelinegro, susurró: — Te elegí porque siempre serás especial para mí, Kuni.

E incluso si no lo mostró, el nerviosismo se apoderó del pelinegro, este sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo mientras apartaba su mirada hacia Ajax, este sonriéndoles mientras alzaba sus cejas. Imbécil.

Amor Completo ; KazuscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora