𝓔𝓬𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓾𝓷 𝓭𝓮𝓼𝓽𝓲𝓷𝓸 || 𝓻𝓮𝓷𝓾𝓷𝓬𝓲𝓪 𝔂 𝓭𝓮𝓼𝓮𝓸

Capítulo 5.

Lewis Hamilton  piloto de Fórmula 1 británico, considerado uno de los mejores , conocido por su estilo de conducción agresivo. Ha logrado múltiples campeonatos del mundo, estableciendo numerosos récords, incluidos el mayor número de pole positions y victorias en carreras.Fuera de la pista, es un activista apasionado por temas de justicia social, medio ambientalismo y diversidad en el deporte.  Pero como todo Lewis tenía un defecto.

Se podría decir que era todo lo que un Omega deseaba en un Alfa Dominante de alta categoría como el . Y era cierto que Lewis era muy codiciado tanto por Omega como por betas , y el moreno siempre sacaba provecho de eso , pues el podía tener a los más hermosos Omegas tanto hombres como mujer, quien era el para negarles una noche de pasión , si bien era cierto que cuando sus relaciones pasaban a ser algo más formal se aburría al poco tiempo ya que ninguno lo llegaba a complacer del todo, siempre tenían que arruinarse todo cuando sus anteriores parejas le pedían que tuvieran cachorros.

Por eso mismo decidió enfocarse más en su carrera  sin ningún compromiso que le detuvieran  o lo atara , pero su cama nunca estaba vacía ya que siempre tenían compañía de algun beta o Omega que quisieran pasar un buen momento de placer.

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En la mente de Lewis se reproducía el mismo recuerdo de torger  llevándose a George con él. Un nudo de preocupación se formó en su estómago. Había sentido una conexión especial con el joven piloto; George era diferente, su energía era refrescante.

Al dar un paseo por el paddock, se encontró con Sergio, quien se acercó con una sonrisa.

—¿Qué pasó? Te vi otra vez hablar con George y su padre. Parecías en medio de una tormenta —dijo Sergio, con un tono de curiosidad.

Lewis suspiró, buscando las palabras adecuadas. — Si, invite a George a tomar un café en modo amistoso pero Torger se lo tomo muy mal , el es muy protector, y eso es comprensible. Pero creo que está llevando las cosas demasiado lejos. George solo quería aprender.

Sergio lo miró con interés. —¡¿ Cómo no quieres que se ponga así , por dios eres Lewis Hamilton el alfa que se acuesta con todo Omega que se le de la gana?!— soltando un suspiro —¿ te preocupas por el?

—Sí , lo sé —admitió Lewis—. Pero hay algo en George que me hace sentir bien. Es como si pudiera ser yo mismo a su lado. Me relaja, y me recuerda a una calidez que no había sentido desde niño, con ninguna de mis parejas anteriores lo he sentido y eso me preocupa mucho

Sergio asintió, comprensivo. — hay Lewis no se que voy hacer contigo, George es un chico realmente adorable y se ve que todavía tiene mucho que experimentar, pero solo te pido una cosa no te involucres con el , no me gustaría que se repita, lo que sucedió con Niko . —

—Es encerio Sergio, tu también piensas lo mismo que torger—Lewis se pasó una mano por el cabello, frustrado. —Yo cometí mis errores, pero también aprendí mucho de ellos. George necesita experimentar eso. No pueden salvarlo de todo. Mi lobo realmente quiere que lo reclame como mi Omega.

—Me preocupan las consecuencias de esto. No quiero que George termine sintiéndose culpable o perdido como otros lo han estado.

Sergio se acercó y lo golpeó amistosamente en el hombro. —Lo estás cuidando, Lewis. No te sientas culpable por querer ayudarlo. A veces, lo único que se necesita es alguien que crea en ti.

Las palabras de Sergio resonaron en su mente. Se dio cuenta de que su conexión con George no era solo una cuestión de deseo carnal. Era algo más profundo, era algo que lo hacía sentir vivo, como si pudiera transmitir su propia esencia.

—Si Tan solo tu  y  torger lo pudieran  entender. —Lewis suspiró. —A veces, la confianza es lo que se necesita, no la sobreprotección. Prometo  que esta vez será diferente.

—No hagas promesas que no puedas cumplir Hamilton —.

—Lo que Torger necesite ver a su hijo feliz antes de darse cuenta de que dejarlo ir es lo mejor—sugirió Sergio.

Lewis sonrió ligeramente, sintiéndose un poco más esperanzado. —Sí, eso es lo que quiero su felicidad . George tiene mucho potencial. Quiero verlo brillar, no ocultarse a la sombras , incluso si eso significa que me tenga que alejar de el por su bien.

La conversación lo hizo sentir más ligero, y mientras continuaban hablando sobre las carreras, Lewis se dio cuenta de que a veces, incluso en el caos del automovilismo, había espacio para la conexión y la confianza. Su deseo de apoyar a George crecía, y no se detendría hasta ver que el joven piloto encontrara su voz en el mundo que tanto amaba.