Capítulo 2: Ecos de Sombras

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Elena y Aiden apenas habían logrado recuperar el aliento cuando las sombras se desvanecieron momentáneamente. La sensación de peligro continuaba acechándolos, como un susurro persistente en sus oídos. "¿Por qué están detrás de nosotros?" preguntó Elena, tratando de mantener la calma mientras el temor se apoderaba de su mente.

"Porque has alterado el tiempo," respondió Aiden, su expresión grave. "Los Guardianes del Tiempo no toleran las interferencias. Cada paso que das aquí podría atraer su atención. Tienes que ser cuidadosa."

Elena sintió una punzada de ansiedad. **"Solo quería descubrir algo nuevo. Nunca pensé que esto sucedería." Se apartó un mechón de cabello de la frente, sintiéndose un poco más segura con Aiden a su lado. "¿Qué son exactamente esas sombras?"

"Son fragmentos del tiempo que han sido despojados de su forma. Cuando alguien altera el tejido del tiempo, esas sombras surgen para restablecer el equilibrio. Quieren consumir lo que no les pertenece," explicó Aiden, mirando a su alrededor como si esperara que las sombras regresaran en cualquier momento.

Mientras hablaban, una suave brisa sopló a través del claro, trayendo consigo el dulce aroma de flores extrañas. Elena se sintió atraída por el brillo del amuleto en el pedestal. "¿Qué hace ese amuleto?" preguntó, acercándose cautelosamente.

Aiden la siguió de cerca, observando cada movimiento. "Este amuleto es un catalizador. Puede ayudarte a regresar, pero primero debes activar su poder. Y para eso, necesitas entender su esencia." Su mirada se volvió más intensa. "Debes conectarte con él a un nivel profundo."

Elena lo miró, sintiendo una mezcla de temor y curiosidad. "¿Cómo se supone que debo hacer eso?"

Aiden la observó por un momento, como si sopesara sus palabras. "Concentrarte en lo que deseas y lo que temes. A veces, el amuleto responde a las emociones más intensas. Pero ten cuidado, porque las emociones pueden ser tanto una guía como una trampa."

Elena tragó saliva, mirando el amuleto con expectación. "Entonces, ¿qué debo sentir?"

"Confianza en ti misma y una voluntad inquebrantable. También debes estar dispuesta a enfrentar tus propios demonios," dijo Aiden, su voz firme. "Este viaje no se trata solo de regresar. También se trata de descubrir lo que realmente eres."

Con un leve asentimiento, Elena se acercó al pedestal. La luz del amuleto se intensificó al acercarse, y un cosquilleo recorrió su piel. "¿Qué demonios?"*murmuró, sintiendo que algo la llamaba desde dentro.

"No te detengas,"  instó Aiden. "Conéctate con él."

Cerrando los ojos, Elena se concentró en su respiración, dejando que los pensamientos fluyeran libremente. Recordó su vida, sus sueños, y las inseguridades que siempre habían acechado en su interior. "Quiero regresar," susurró. "Quiero entender este lugar y por qué estoy aquí."

En ese momento, la luz del amuleto estalló en un resplandor dorado, envolviéndola en una energía cálida y vibrante. Un torrente de visiones la inundó: imágenes de su vida, recuerdos de su infancia, risas y lágrimas. Luego, las sombras aparecieron nuevamente, sus formas distorsionadas retorciéndose en la penumbra.

"¡Elena, concéntrate!"gritó Aiden, atrapando su mano. "No dejes que te distraigan."

Las sombras comenzaron a avanzar, formando rostros familiares que susurraban su nombre. "Elena... vuelve a casa..." una voz suave, pero inquietante, resonó en su mente. Eran ecos de su pasado, pero su forma se tornaba oscura, como si algo quisiera atraerla de regreso.

"¡No! ¡No!"** gritó Elena, abrumada por el miedo. "No me lleven de vuelta."

Aiden, apretando su mano con fuerza, le susurró: "Tú eres más fuerte que ellos. Enfréntalos."

Con un esfuerzo, Elena se centró de nuevo en el amuleto, dejando que la luz la envolviera. "No voy a dejar que me controlen," declaró con firmeza. La luz se intensificó y las sombras comenzaron a retroceder, como si la energía del amuleto repeliera su oscuridad.

De repente, todo se detuvo. La luz se concentró en su pecho, y Elena sintió una conexión profunda con el amuleto. "Ahora, siente el poder dentro de ti," dijo Aiden, su voz resonando en su mente.

Las sombras se desvanecieron gradualmente, y el silencio se apoderó del claro. La luz del amuleto se desvaneció, y Elena abrió los ojos, sintiendo una calma que nunca había experimentado antes. "Lo hice," dijo, asombrada.

Aiden sonrió, una chispa de orgullo en su mirada. "Lo hiciste, Elena. Pero esto es solo el comienzo."

Justo cuando comenzaron a relajarse, un ruido sordo interrumpió el silencio. Las sombras comenzaron a manifestarse de nuevo, esta vez más grandes y más amenazadoras. "¿Qué están haciendo?" preguntó Elena, sintiendo el terror apoderarse de ella una vez más.

"¡Debemos irnos ahora!" ordenó Aiden, tirando de ella hacia el camino. "No hay tiempo que perder. Si quieren atraparte, no se detendrán ante nada."

Corrieron a través del claro, Aiden guiando el camino mientras el eco de las sombras resonaba tras ellos. Elena sentía que el aire se volvía más denso, como si las sombras mismas quisieran atraparlos. "¿A dónde vamos?" preguntó, respirando pesadamente.

"Hacia el Refugio," respondió Aiden, su mirada fija en el horizonte. "Es un lugar seguro, al menos por ahora. Allí podremos planear nuestro siguiente movimiento."

El camino se torcía entre árboles enormes y maleza espesa, y Elena apenas podía seguir el ritmo. La sensación de ser perseguida era abrumadora, y el temor a lo desconocido la hacía cuestionarse su propia valentía.

Al llegar a un claro, se detuvieron, y Elena miró a su alrededor. "¿Aquí es seguro?"

"Por ahora,"*respondió Aiden, respirando con dificultad. "Pero no podemos bajar la guardia. Las sombras pueden encontrar el camino."

Mientras Aiden se agachaba para examinar el terreno, Elena se permitió un momento de reflexión. "¿Por qué me elegiste a mí?" preguntó, su curiosidad abriéndose paso a través del miedo.

"No te elegí," dijo Aiden, sin mirarla. "Eras un destino inevitable. La historia te trajo aquí, y ahora debes enfrentarte a lo que viene. Tienes un papel que desempeñar, y no puedo hacerlo por ti."

Elena sintió un nudo en el estómago. "¿Qué papel?"

Aiden finalmente la miró, sus ojos profundos reflejando una mezcla de misterio y desafío. "El papel de una guerrera. Tienes el poder de cambiar el curso de los eventos, pero debes aprender a controlarlo."

Las palabras de Aiden resonaron en su mente mientras se sentaba en una roca, recuperando la compostura. Las sombras podrían haberla perseguido, pero no la habían vencido. "Entonces, ¿qué  hacemos ahora?" preguntó, sintiéndose más decidida.

"Primero, debemos entender el amuleto. Debemos aprender sobre su origen y cómo puedes usarlo. Hay secretos en este mundo que podrían cambiar todo, respondió Aiden, mirando hacia el horizonte donde la luz comenzaba a desvanecerse.

"Y luego, enfrentaremos a los Guardianes," añadió Elena, su voz firme. "No me detendré hasta encontrar la verdad."

Aiden asintió, una chispa de admiración brillando en sus ojos. "Eso es lo que necesitaba escuchar. Estamos juntos en esto. Te protegeré mientras descubres quién eres realmente."

Elena sintió que la determinación se encendía en su interior. Sabía que el camino sería peligroso, pero no estaba dispuesta a rendirse. Las sombras podrían acechar, pero ella era más fuerte de lo que había imaginado.

"Vamos," dijo, levantándose. "El futuro nos espera."

SCARS OF TIMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora