Parte 30

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El Jefe avanzo tan rápido como pudo por las calles de la aldea con su bastón a su lado, siempre cojeando pero nunca desacelerando el paso, vio a las familias alborotadas reunirse en la plaza del pueblo como lo hicieron momentos antes cuando aquel niño vino estando transformado en aquella criatura mítica de fuego, pero ahora estaban todos reunidos con la clara idea de que realmente estaban bajo ataque

"¡Revisen que no falte ninguno! ¡Asegúrense de encender las antorchas, no queremos estar a oscuras frente a esos monstruos! ¡Pasen la voz a las familias del otro lado de la aldea, no podemos arriesgarnos que también vengan desde el bosque!"

El Jefe paso al lado de las personas que corrían en dirección contraria a él, unos cuantos hombres con lanzas toscas, hoces y rastrillos ayudaban a las familias que venían desde el final de la calle estando envueltos por cenizas y quemaduras de bajo grado, el Jefe volvió a levantar la voz para ser escuchado

"¡Asegúrense de priorizar a los heridos! ¡Mujeres, niños y ancianos primero! ¡Que la milicia se ponga atenta y de pie para frenar el avance de los muertos cuando entren a la aldea!"

Las antorchas eran encendidas y colocadas frente a las casas, los niños que lloriqueaban por el alboroto de los adultos eran tranquilizados por la presencia de sus familias, los jóvenes nerviosos agarraban cualquier tipo de arma y discutían con sus padres para sumarse a las fuerzas de defensa

En medio de todo este ajetreo el Jefe tuvo que colocar su mano libre en la empuñadura de su propia espada, probablemente la única espada que alguien encontrara en la aldea, después de todo era el único recuerdo que tenia de sus días como mercenario

Nadie se atrevió a cuestionar de que dicha arma estaría mejor en otras manos que en las de un lisiado

Cuando los primeros ataques ocurrieron por parte de esos monstruos deformes toda la aldea se había alertado, las casas cerca de la entrada fueron incendiadas y los gritos de pánico comenzaron a despertar a todos, el Jefe rápidamente se dirigió a la raíz del asunto, equipándose con su arma cuando vio las llamas en la distancia

Pero en su camino hacia allá encontró las desastrosas y alentadoras noticias de que estaban siendo atacados, pero que fueron los mismos aventureros con los que hizo el contrato quienes salvaron a las personas atrapadas en el incendio

Fue un sorprendente relato, una criatura que se movía tan rápido como el viento de un huracán, y no estaban seguros si fue el mismo chico que se transformó en la criatura de fuego, había pasado por todas las casas que fueron afectadas por el incendio y había salvado a todas las vidas que quedaron atrapadas dentro de una muerte horrible

Inmediatamente supo que la aldea contaba con la protección de esos extraños y poderosos aventureros, pero realmente no pensarían que ellos harían todo el trabajo y esperar que los aldeanos se queden sin hacer nada ¿Verdad?

Los aventureros se fueron, para enfrentarse a los monstruos que amenazan a su aldea, pero los monstruos inesperadamente habían convocado un ejército de muerte que venían directamente hacia su aldea

No se acobardarán ni dejarán que todo el trabajo en las manos de esos bondadosos aventureros, ellos pudieron elegir irse y dejar que la aldea desaparezca, pero eligieron quedarse, y no pueden hacer todo ellos solos.

Aquellos que esperan ser salvados, no merecen la salvación.

Entonces reunió a los aldeanos en un mismo lugar, apoyados firmemente en su fuerza numérica y bajo su liderazgo, los enemigos entrantes solamente son los rezagados del ejército de muerte de aquel monstruo, sin embargo, eso es demasiado para cualquier campesino que nunca haya enfrentado un monstruo antes, es demasiado para los jóvenes que nunca han vivido una guerra.

Caceria desde las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora