una vez que llegó a su hogar, gritó desde la entrada un "ya volví ma", haciéndole saber a su progenitora que ya se encontraba en el hogar
al casi instante ella se asomó, apareciendo en el campo de visión de su hijo, el cual se estaba cambiando de atuendo luego de un día agitado en el trabajo
-hola corazón, ¿qué tal te fué hoy día? te ves muy cansado...-
-nada nuevo, bien como de costumbre... si, algo cansado estoy, pero lo de siempre, no te preocupes ma-aseguró con una sonrisa
-trabajás mucho para tu edad... quiero decir, me enorgullece ver que sos un adulto responsable, pero la vida que llevás no es sana, para nadie lo es, menos para un jovencito como vos, nene-lo regañó cariñosamente, pellizcando una mejilla de él con suavidad.-¡ay!, si ma.. pero, ¿quién va a ayudarte a vos para que vivás bajo un techo, tengás un plato de comida arriba de la mesa todos los días...?-se justificó, aunque ciertamente era cierto.
-tenés razón, pero también aprendé a tomarte descansos, salí con amigos de vez en cuando, te presionas mucho y así es que terminás muy cansado después- comenzó a acariciar su mejilla con sus nudillos.
-bueno,-ya veo qué hacer, no te preocupés tanto que no me pienso morir jóven...ah, no te conté-recordó, acomodándose mejor en la cama al lado de su madre-hoy visité de manera inesperada al lugar nuevo ese que inauguraron hace poco, lo de los astrónomos. me choqué sin querer con un nene que estaba perdido, lo llevé de vuelta con su mamá y coincidió estar en ese lugar, así que aproveché a chusmear un poco de paso...-
-¿ah, si? que lindo ti, al menos saliste un poco después de esa misma rutina de siempre... ¿y, qué tal?, ¿te gustó?- preguntó interesada y con una sonrisa tierna en sus labios.
-todo bien, estaba re lindo el lugar, re bien organizado y todo... también, al menos con el pibito con el que hablé yo, se nota que son buenos los astrónomos, en el sentido que te saben explicar y son amables- mientras lo decía no podía evitar recordar con una sonrisita a cierto chico que conoció este mismo día- aunque creo que no es de acá, tiene acento ruso pero maneja bien el español, capaz tiene doble nacionalidad, porque también tiene una pizca de argentino en su voz-.
-ah mirá, hiciste un amiguito extranjero entonces mh-dijo medio burlona, característico en ella-bueno, me alegro que te haya gustado y hayas conocido a alguien nuevo-le dedicó una sonrisa que fue devuelta por su hijo, quien a su vez se dejaba acariciar por la mujer.
al pasar los días que rápidamente se convirtieron en semanas, tiago se acercaba más sutilmente a este pibe
una forma de decir "acercarse", porque simplemente tenía que pasar por ahí para ir y volver de su trabajo así que usualmente lo veía y ambos se saludaban
aunque también de vez en cuando llevaba a mamá a dicho lugar, para poder quedarse a platicar aunque sea un momento con él, porque realmente le interesaba saber de él, no podía sacarlo de su mente desde aquel día.
hoy era un día de esos, tiago se hacía el boludo mirando otras exposiciones hasta que un suave y ansiado "holaa" a sus espaldas lo hizo sonreír sin poder evitarlo, girandose en dirección de en dónde provenía esa voz
para encontrarse nuevamente con aquel chico, ese que estaba invadiendo su mente día y noche, el que últimamente aceleraba el palpitar de su corazón.
-ah, hola! disculpá no te había visto- se excusó.
-no te preocupés, todo bien. ¡qué bueno que volviste!, es entusiasmante volverte a ver por acá- mientras hablaba, esbozaba una sonrisa- ah, por cierto, nos vemos todos los días pero nunca nos presentamos- le dijo entre risas.
-uh, verdad- contestó entre risas también- me llamo tiago, ¿vos?- no iba a admitirlo, pero que él haya iniciado justamente este tema de conversación lo ponía muy contento.
-tiago...-musitó, como si tratase de acordarselo para un futuro- mauro, me llamo mauro-dijo finalmente.
-¿mauro?, suena lindo- dijo amable; le pareció tierna de la manera en la que susurró su nombre.
-el tuyo igual-contestó nervioso, rascándose la nuca en demostración de los mismos.
se había tornado un silencio entre ellos dos, un poco incómodo, si no fuese interrumpido por los autos de la calle sería peor ese sentimiento de incomodidad, que en realidad era más en parte por la tensión y nervios.
ambos se miraban a los ojos con una sonrisita tonta en sus labios, se notaba que estaban nerviosos y se morían por hablar de algo, necesitaban romper ese ambiente.
tiago estaba perdido en sus ojos verdes, mierda que le encantaban, sin hablar de su sonrisita nerviosa y de la manera en que se sonrojaba.
aunque deseaba ver mejor su sonrisa, no una simple mueca tímida.
-y...¿vos vivís cerca de acá o laburás por acá?, pasa que siempre nos cruzamos viste, y me surgió la duda...-al fin se le ocurrió qué decir.
-vivo cerca de acá, más o menos a dos cuadras para atrás-indicaba imaginariamente con sus manos- y laburo un poquito más lejos, a 4 cuadras más para allá. ¿y vos?, ¿dónde vivís?-devolvió la pregunta
-con razón... yo vivo re lejos de acá, tenés que cruzar dos barrios literalmente para llegar al hotel en el que nos encontramos con mis compañeros de trabajo. por suerte traigo el skate en la mochila- le indicaba, aunque tiago le pareció raro porque tranquilamente se podía tomar un uber o el bondi, pero no iba a preguntar.
-claro... ay, ya están cerrando parece... bueno, me voy, un gusto volverte a ver, mauro-
-ah, es verdad... bueno, para la próxima será, chau tiago... ¿querés mi número? digo, así hablamos por ahí de última-no sabía de dónde le surgió esa confianza, pero a ninguno de los dos parecía disgustarle.
-dale de una-
y ahora sí, se puso en marcha a su hogar, teniendo un deja vu de la primera vez en la que se vieron, pero ahora se iba más contento al saber que consiguió su número y sabía un poquito más sobre él.
1038 palabras.
fa amigo que paja escribir mantenme
perdón si está re chota pero es medio complicado hacer esto, quien me manda a hacer también q sus trabajos sean muy diferentes
en fin, quizás lo cierre con algo simple, disculpen si no es lo q esperaban 😔
los amo gracias x leer 💕