CAPÍTULO 3

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Tiana

Al día siguiente, llegué temprano al colegio con Gabi para buscar al nuevo profesor de matemáticas.

-¿Crees que esté aquí?-le pregunté.

-Debería estar-respondió Gabi.

En ese momento, vimos a un hombre apuesto salir de la sala de profesores.

-¡Ese debe ser!-susurró Gabi.

Me quedé sin aliento. El profesor era aún más guapo de lo que imaginaba.

-¿Estás bien?-me preguntó Gabi, notando mi reacción.

-Sí... solo estoy sorprendida-me limité a responder.

El profesor se acercó y sonrió.

-Hola, soy el profesor Hernández. Bienvenidas a mi clase.

Me sentí nerviosa y tartamudeé.

-Hola... profesor.

Gabi me rescató.

-Mucho gusto, profesor. Somos Tiana y Gabriela.

El profesor Hernández nos dio la bienvenida y se dirigió a su salón de clase.

Me sentí como si estuviera flotando. No podía creer la atracción que sentía hacia él.

-¡Es increíblemente guapo!-susurró Gabi mientras entrábamos al salón.

-Lo sé-me limité a responder, aún sin aliento.

Me senté en mi asiento, tratando de calmarme. Pero no podía dejar de mirar al profesor Hernández.

Martín Hernández

Desde que llegué al colegio, he notado a una estudiante que no deja de mirarme. Creo que se llama Tiana. Es una joven muy atractiva, con cabello negro largo, ojos marrones y piel morena. Su sonrisa es cautivadora.

Me siento atraído por ella, pero rápidamente me doy cuenta de que es inapropiado. Solo tiene 15 años, y yo soy un hombre de 25. Es mi alumna, y como profesor, debo mantener una relación profesional.

No puedo permitir que mis sentimientos personales nublen mi juicio. Debo mantener la distancia y enfocarme en mi trabajo.

Pero no puedo negar que Tiana es una joven excepcional. Su entusiasmo en clase es contagioso, y su curiosidad por las matemáticas es admirable.

Debo encontrar la forma de mantener una relación profesional con ella, sin dejar que mis sentimientos personales interfieran.

Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora