Tiana
Me despierto asustada, con la imagen de mi profesor de matemáticas, Martín, aún fresca en mi mente. Fue un sueño erótico y no entiendo por qué lo tuve. Nunca había tenido uno así, ni siquiera con Mike, que me gusta desde hace más de dos años.
Me siento nerviosa y confundida. ¿Cómo puedo tener pensamientos románticos sobre mi profesor? Martín es un hombre apuesto y amable, pero es mi profesor, no alguien con quien debiera tener esos sentimientos.
Me levanto de la cama y comienzo a prepararme para el día, intentando sacudir la sensación incómoda. Pero no puedo dejar de pensar en el sueño. En la forma en que Martín me miró, en la forma en que me tocó...
Me detengo frente al espejo y me miro. ¿Qué está pasando conmigo? Nunca había sentido algo así por un profesor.
Decido hablar con mi mejor amiga, Gabriela, durante el almuerzo.
-¿Gabriela? -le digo, sentándome junto a ella en la cafetería-Necesito hablar contigo.
-¿Qué pasa? -pregunta, preocupada.
-Tuve un sueño raro anoche-digo, bajando la voz-Con mi profesor de matemáticas.
Gabriela se sorprende.
-¿Martín? ¡Es guapo!
Me río.
-Sí, lo sé. Pero es mi profesor...
-¿Y cómo te sentiste?-Gabriela se pone seria.
Me encojo de hombros.
-Confundida. No sé qué significa.
-Quizás significa que tienes una crush en él-Gabriela sonríe.
Me río.
-No puede ser. Es mi profesor.
Pero mientras hablo, no puedo sacar la imagen de Martín de mi mente.
***
Martín
-¡Aaah!-grita la mujer a la que me estoy follando.
Después de clase me vine a un club, necesitaba despejar la mente y dejar de pensar en Tiana.
-¡Más, por favor!-me pide la mujer.
Le doy más rápido y más duro, imagino que es Tiana.
Pero qué estoy pensando, es solo una niña.
No tengo que tener esos pensamientos, pero no puedo evitarlo.
-¡Aah!-grita la mujer después de haberse corriendo.
Yo no me pude correr, no sé que me pasa.
Salgo de ella, me quito el preservativo y no tiro al tacho de basura del baño.
Cuando regreso a la habitación, la mujer todavía está tirada en la cama.
-¿Se volverá a repetir?-me pregunta, mordiéndose el labio.
-No -le digo mientras me visto.
-¿Por qué? ¿No te gustó?-pregunta.
-La verdad, no estaba buscando algo así -le digo, intentando ser amable.
Me encamino hacia la puerta.
-¡Eres un desconsiderado!-me grita antes de que cierre la puerta.
Salgo del club, sintiendo una mezcla de alivio y culpa. No debería haber venido aquí. Mi mente sigue en Tiana, y no puedo sacarla de mi cabeza.
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Dulce Tentación
RomansEn una escuela secundaria, una joven estudiante de 15 años llamada Tiana se siente irresistiblemente atraída por su apuesto profesor de matemáticas, Martín, de 25 años. La línea entre el deber y el deseo comienza a borrarse cuando su química se vuel...
