Capítulo 8

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Anthony logro calmarse un poco después de la conversación que mantuvo con su padre estaba  acostado en uno de los sillones de la sala, sostenido a su perro en su estomago. 

— Anthony —  llamé  por su nombre, el alzo su cabeza, hice una pausa antes  decir sobre la amenaza que había recibido, pero si quería  ayudar debía decirlo - Anthony a mi han amenazaron esta tarde-

De inmediato el bajo al perro de su estomago y se sentó —  porque no me lo comentaste- dijo en voz alta. Noté  que aun estaba enojado , me acerqué a su lado con miedo mientras el esperaba impaciente por una respuesta de mi parte —   me dijeron que no diga nada y todo estaría bien.

Agito sus  puños  — ¿¡bien!?,  Bien para ti y el asesino —  impacto sus puños en contra la mesilla que había en la sala, el perro se asusto y se alejo al ver a su dueño molesto

  — le contaré todo a la policía.

El no podía decir nada a la policía era un  punto clave en la investigación si decía que vio el jueves por la mañana el cuerpo de Larisa en mi departamento nos arritarían a los dos de inmediato, el era ex novio de Larisa y lo había dejado por su amigo y socio Pablo aunque no sea la verdad  la policía con la presión de los medios los harían cómplices. Así que lo hice entrar en razón. 

Al día siguiente las aceras de los dos edificios norte y sur de la empresa estaban  repletas de reporteros quienes están bombardeando con sus preguntas al equipo legal de la empresa, pues ellos están llevado el caso de Larisa y ahora el principal sospechoso del crimen es unos de los herederos de la empresa.

«Ahora los empleados le están siguiendo el juicio a su jefe» pensé  mientras me dirigía a la oficina,  al llegar lo primero que vi  fue a varios policías llevándose la computadoras y algunos documentos de la oficina del gerente.

— ¿que  están haciendo?—  pregunté a una de las abogadas que estaba  observando con atención todo lo que se llevaban.

— recabando posibles evidencias.

La abogada continuaba  anotando algo en su libreta,  vi al oficial  Rea y otros dos policías finalmente abandonar las oficinas,  dejando un ambiente de tenso. 

— quien defenderá a nuestro gerente —  Emilia era quien rompió  el silencio.

— El gerente es hijo del economista Aristo Hawar uno del accionista verdad —  intervino Julián

Hasta antes de la detención de gerente Hawar no se sabía quiénes eran los dueños de la empresa pero la prensa había revelado que ARSA Group tenía dos únicos socios y dueños absolutos era Antonio Alcasar el padre de Anthony y  Aristo Hawar padre Pablo. De ahí el nombre AR (Aristo) y SA (Alcasar).

— buenos días chicos — una voz femenina interrumpió  nuestra conversa eraJimena la esposa del gerente  quien entro a la oficina de su esposo  lleva unas gafas oscuras, gorra, unos vaqueros holgados y una blusa blanca .

«Esa mujer debe estar sufriendo pues no solo su marido está en la cárcel sino que también salió a la luz un infidelidad » sacudí mi cabeza solo de pensar en dolor de Jimena.

Anthony

Los reporteros acechando las aceras de los edificios de la empresa, en mi oficina los  planos abandonados en la mesa de trabajo, lápices y reglas tiradas por el piso así empezaba mi día que definitivamente iba ser un desastre, mi padre llegaría pronto a la ciudad pues yo no podía lidiar con todo el mundo queriendo cancelar contratos, y lo peor de todo era que mi padre sospechaba que de alguna forma estuve involucrado en el crimen al revelarse que Larisa era amante de Pablo mi padre dedujo que quizá Larisa termino nuestro compromiso por Pablo y no por trabajo como lo había dicho en su momento.  

Después  de mi ruptura con Larisa, me encontraba ebrio llorando en bar muy cerca del departamento de Pablo  y como no podía conducir decidí a mi casa decidí ir a la suya. Pablo había sido mi amigo desde la infancia, crecimos juntos, la madre de Pablo nos había criado como si fuéramos hermanos, desde que mi madre falleció cuando yo apenas tenía cuatro años.

Esa noche sabia que Jimena estaba en una conferencia de negocios fuera de la ciudad y el debía estar solo, así que no le pregunte si podía quedarme o no simplemente me fui, sabía la contraseña de su puerta, no hacía falta tocar el timbre, entre en silencio aunque estaba ebrio no quería despertarlo, las luces de su habitación estaban encendidas  voces y jadeos  se escuchaban hasta la sala, no podía ser Jimena así que curioso me asomé a la puerta para ver quien era la mujer a la que Pablo se estaba follando.  Asome mi cabeza sigilosamente y la vi a ella estaba con sus pechos al aire, sus piernas abiertas y ahí en medio estaba mi amigo y hermano desnudo moviéndose con furia y ella desbordando pasión. Me quedé mirándolos hasta que nuestras miradas chocaron ella  de inmediato se quedó tiesa y mi amigo me volteo a ver.

No era el trabajo, por lo que Larisa había cancelado nuestro compromiso era Pablo, el hombre que ahora estaba con ella. Por respeto y a la amistad de nuestros padres no armé un escándalo, simplemente olvide esa noche, ni a Jimena no se lo dije. Después de ese incidente no podía ver a Larisa  así que me fui solo a la Patagonia, el viaje me sentó bien regrese con mas calma y dispuesto a rehacer mi vida con otra persona.

 A Larisa por más que quisiera nunca la llegue a odiar después de todo durante nuestra relación había sido  buena chica, habíamos compartido tanto incluso a nuestro amigo Pablo Hawar, ella tenía enemigos,  aunque no tenía una buena relación con su familia, su madre nunca la cuido de niña y su padrastro la veía como una tarjeta a la cual podía sacarle el dinero que quisiera, había sido su abuela quien la envió a la ciudad para que estudie, sin pensar que sería asesinada.

Detrás  del CrimenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora