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El sol comenzaba a caer sobre las Tierras de los Ríos cuando Lord Hoster Tully llegó acompañado por un pequeño séquito de soldados y caballeros.
Los campesinos que habían dado la noticia del portal miraban con inquietud desde la distancia, asustados por lo que habían visto pero demasiado temerosos como para acercarse más. Frente a ellos, un enorme arco brillante resplandecía con una energía misteriosa.
El portal había aparecido de la nada en las tierras de la Casa Frey, apenas a un par de millas de Los Gemelos, irradiando un poder desconocido y ominoso.
Hoster desmontó su caballo con gesto lento, observando la estructura con cautela. A su lado, Ser Brynden Tully, su hermano, apretaba los labios con preocupación.
- ¿Has visto algo semejante, hermano? -preguntó Hoster mientras sus ojos estudiaban la luz danzante del portal.
- Ni en mis días más oscuros de guerra, ni en mis viajes por el mundo. Esto... esto es algo distinto -respondió Ser Brynden con la voz grave.
El lord de Aguasdulces se cruzó de brazos. El poder desconocido del portal lo inquietaba profundamente, pero no podía dejar que eso lo paralizara. Los rumores ya habían empezado a circular por las tierras cercanas, y cualquier cosa que representara una amenaza para sus dominios debía ser investigada de inmediato.
- No podemos ignorar esto. Enviemos un grupo a explorar -dijo con determinación, haciendo un gesto hacia un grupo de caballeros.
Uno de los caballeros, Ser Edmure Frey, se adelantó con una mirada tensa. El grupo de cinco caballeros armados a caballo se formó, todos compartiendo una mezcla de curiosidad y temor.
Sabían que lo que cruzarían no era algo normal, ni algo que cualquiera de ellos hubiese enfrentado antes.
- Cruzaremos, mi señor -dijo Ser Edmure con una reverencia. Hoster asintió, frunciendo el ceño.
- Procedan con cautela, y vuelvan tan pronto como sepan qué hay al otro lado. No sabemos si esto es un regalo de los dioses o una maldición -les advirtió Hoster, su tono era grave pero firme.
Los caballeros avanzaron hacia el portal, sus caballos nerviosos pateando el suelo, sintiendo el aura mágica que flotaba en el aire. La luz que salía del portal parecía latir con vida propia, como un latido lento pero potente. Cuando el primer caballero cruzó, desapareció al instante. Los demás lo siguieron con rapidez, uno tras otro, hasta que el último cruzó y el portal quedó en silencio.
Hubo una larga espera. Hoster permaneció en el mismo sitio, observando el portal con una mezcla de fascinación y aprensión. Los campesinos detrás de él susurraban entre ellos, asustados pero también intrigados.
Pasaron varias horas antes de que los caballeros regresaran. Cuando finalmente lo hicieron, lo hicieron con rostros pálidos y ojos abiertos como platos.
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Una canción de Hielo, Fuego y Bronce
FanfictionDos mundos cada uno con sus problemas y maravillas colicionan, se llevará un intercambio pasifico entre culturas o se revelará la naturaleza humana ( Crossovers entre Game of Thrones y un mundo basado en la Mitología griega)