"EL ENCUENTRO"

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La noche estaba impregnada de un aire de expectación. Clara, con un vestido ceñido y una boina que acentuaba su estilo bohemio, atravesó las puertas de la galería de arte en el corazón de Barcelona. Las paredes estaban adornadas con obras vibrantes, cada una contando una historia que resonaba con su propia búsqueda creativa. Sin embargo, lo que capturó su atención no fue solo el arte, sino una figura en la esquina, Alex.

Con cabello oscuro y una mirada intensa que parecía desnudarte el alma, él observaba las obras con una mezcla de admiración y distancia. Clara sintió una atracción instantánea; era como si sus mundos se hubieran alineado en ese mismo momento. Se acercó a una pintura, intentando disimular su curiosidad.

—Es fascinante, ¿no? —dijo una voz grave detrás de ella.

Se volvió, y allí estaba Alex, sonriendo de manera provocativa. Clara sintió que el aire se volvía denso entre ellos.

—Sí, la forma en que el artista captura la desesperación es impresionante —respondió, sus mejillas ruborizándose.

La conversación fluyó naturalmente, cargada de insinuaciones y miradas que se sostenían un segundo más de lo necesario. A medida que intercambiaban opiniones sobre el arte, Clara no pudo evitar notar cómo la atención de Alex parecía centrarse más en ella que en las pinturas.

Cuando la exposición terminó, Alex la invitó a una copa en un bar cercano. Sentados en una mesa oscura, la química entre ellos creció. Hablaban de sus pasiones, sus miedos y lo que realmente buscaban en la vida. Clara se sentía viva, como si cada palabra encendiera una chispa en su interior.

—¿Te gustaría ver mi colección privada? —preguntó Alex, su tono insinuante. Clara dudó un instante, pero la curiosidad y el deseo ganaron. Aceptó, sin saber que esa decisión la llevaría a un mundo de pasión y peligros inimaginables.

BAJO LA PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora