Naruto Uzumaki: El quinto maestro de Fairy Tail

Capítulo 14: Primera interacción y prueba

La sala estaba llena de tensión mientras Naruto se paraba sobre Natsu, su presencia severa casi sofocaba. El grupo de Tenrou, que acababa de regresar, intercambió miradas desconcertadas, tratando de comprender cómo este extraño había sometido a Natsu sin esfuerzo y sin que ninguno de ellos se diera cuenta.

Natsu, con su orgullo herido y la cara pegada al frío suelo, gruñó frustrado. "¡Oye! ¿Quién diablos eres tú?", exigió, tratando de levantarse, pero se dio cuenta de que el peso que tenía en la espalda no cedía.

Naruto entrecerró los ojos y su voz sonó fría y autoritaria. "Debería preguntarte eso, mocoso. No me gusta que la gente cause alboroto en mi salón del gremio".

Antes de que Natsu pudiera responder, Bisca se apresuró a avanzar, su expresión era una mezcla de alivio y preocupación. "¡Naruto, detente! ¡Estas personas... son de la Isla Tenrou! ¡Son miembros de Fairy Tail!"

La mirada de Naruto se desplazó hacia Bisca, su actitud severa se suavizó ligeramente. Volvió su atención al grupo Tenrou, sus ojos escaneando cada rostro con una indiferencia fría y calculadora. "¿Isla Tenrou?" repitió, su tono plano, como si las palabras no tuvieran importancia para él. "Entonces... ¿estos son los miembros que desaparecieron hace siete años?"

"Así es", confirmó Bisca, ofreciendo una pequeña sonrisa tentativa, aunque todavía podía sentir la tensión que irradiaba Naruto, lo que la preocupaba por su repentina hostilidad.

Los ojos de Naruto recorrieron al grupo una vez más, su expresión era ilegible. "Hm... No me gustan", afirmó sin rodeos, su voz tenía un filo que atravesó la habitación como un cuchillo.

Sus palabras quedaron suspendidas en el aire, dejando a todo el gremio atónito y en silencio, especialmente al grupo Tenrou. La boca de Makarov se abrió de golpe, el ceño de Erza se frunció con ira y el resto del grupo miró, estupefacto por la absoluta audacia de la declaración de este extraño.

Pero antes de que alguien pudiera responder, Naruto volvió su atención a un sorprendido Macao, su tono volvió a ser tranquilo, como si la creciente incomodidad no le preocupara en lo más mínimo. "Oye, anciano, para que lo sepas, soy un clon. El jefe no volverá hasta dentro de una hora; todavía está en la reunión con los otros magos santos. Me enviaron aquí para recoger algunos papeles que olvidó, así que me iré ahora". Le lanzó a Macao una mirada mordaz, sus expectativas eran claras. "Asegúrate de que no causen ningún problema antes de que regrese el jefe".

En un destello de luz amarilla, el clon desapareció, dejando al salón del gremio en un silencio atónito. Pero justo antes de desaparecer, aquellos que lo observaban de cerca podrían haber vislumbrado una pequeña sonrisa traviesa en su rostro.

"Por supuesto que tenía que ser un clon", pensaron molestos los miembros actuales del gremio al mismo tiempo, ahora comprendiendo por qué su maestro del gremio había actuado de manera tan diferente.

Natsu fue el primero en recuperarse, saltando sobre sus pies con los puños apretados y la frustración evidente en cada línea de su cuerpo. "¡Oye! ¿Quién era ese idiota? ¿Y a dónde se fue?"

La misma pregunta resonó en las mentes de los otros miembros de Tenrou, todavía tambaleándose por el encuentro.

"¡Ese era mi hermano mayor, Naruto-nii! ¡El maestro del gremio de Fairy Tail!" La orgullosa voz de Asuka resonó, atrayendo todas las miradas hacia ella. Estaba de pie con su pequeño pecho inflado, una sonrisa satisfecha en su rostro. Su declaración provocó ondas de sorpresa en el grupo Tenrou, su incredulidad se convirtió en murmullos de sorpresa.

Asuka, sin perder el ritmo, sonrió burlonamente al furioso Natsu. "¿Cómo se siente ser derrotado por el clon de mi hermano en un segundo? ¿Y crees que puedes desafiarlo? ¡Sigue soñando, cerebro de fuego!"