Narra Draco
La reunión en la gran mansión esta vez venía acompañada de un frío que no había sentido jamás. Las reuniones eran igual que siempre: Voldemort a la cabecera de la mesa, Nagini a su lado, sus seguidores sentados en cada lado de la mesa, y yo, junto a mi familia, mi tía, mi padre y mi madre. Voldemort nos miraba a todos con una expresión de enfado, y sabía perfectamente por qué era esto: habían perdido la profecía; y no sólo eso, sino que fue mi padre el responsable de aquello porque fue a él quien se le cayó de las manos, rompiéndose en pedazos.
Me preocupaba mucho lo que pudiera pasarnos por ese error.
—Lucius... Creí haber sido claro cuando dije que no toleraría errores... ¿Puedes explicarme qué ocurrió exactamente la otra noche?
—Mi señor—contestó mi padre, tembloroso, poniéndose de pie—. Las cosas en el ministerio se pusieron difíciles. El muchacho Potter y los miembros de la orden estaban allí. Esperábamos que sólo estuvieran los niños.
—Claro que estarían allí, fue exactamente lo que les advertí antes de ir, que tuvieran cuidado porque Potter no iría solo, ¡y aún así se dieron el lujo de fallar!—dijo con un golpe seco en la mesa, mirándonos a todos con enfado—. Para su mala suerte, nuestra nueva adquisición resultó muy herida. ¿No les pedí que la utilizaran sólo si las cosas se ponían muy difíciles, acaso?
¿Cómo podía referirse a ella como una nueva adquisición y nada más?
—Ella luchó con mucho valor, mi señor—añadió Bellatrix con seriedad—. Fue Sirius Black quien la lastimó, pero descuide, ya me encargué del traidor. No te preocupes, Draco—dijo con falsa ternura mientras se giraba hacia mí—. Ya me encargué de quien dañó a tu noviecita.
Entendía a lo que Bellatrix se refería con haberse encargado de Sirius Black. No podía negar que estaba feliz de que hubiera recibido su merecido, pero no paraba de preguntarme si Ángeles había visto morir a una persona esa noche.
No pude responderle nada a Bellatrix. Sabía que cualquier palabra que intentara decir demostraría mi vulnerabilidad en ese momento.
—¿Cómo está ella?—preguntó Voldemort con curiosidad.
—Ella se está recuperando bien, mi señor—intervino mi padre desde su lugar—. Narcissa se hizo cargo de ella. Al paso que va, estará lista en cualquier momento.
¿Lista para qué?
—Oh, no tengo dudas de que estará lista. La niña tiene mucho potencial, pero eso no es novedad, ¿no? Al fin y al cabo, carga con un historial de sangre pura. Estoy seguro de que con el entrenamiento adecuado, será aún más útil.
—Mi señor—interrumpí finalmente, con la voz temblando—. Yo... Ella casi muere esa noche, ¿no le parece que arriesgarla sería contraproducente?
Voldemort ladeó su cabeza, sonriendo, mientras se levantaba con dirección a donde yo estaba sentado.
—¡Draco!—dijo mi padre en voz alta, con un tono acusatorio—. ¿Acaso estás cuestionando las decisiones del señor tenebroso? Pensé que ya habíamos habl...
—Oh, no no—dijo Voldemort, haciéndole un gesto con su mano a mi padre, buscando que dejara de hablar—. Lucius, no seas tan duro con tu hijo... Es comprensible que esté confundido, ¿no es así, Draco?—preguntó, parándose detrás de mí y tomándome por los hombros—. Él es un chico joven después de todo, es normal que su juicio adolescente se vea nublado por los encantos de aquella jovencita... Sin embargo, Draco debe aprender a no dejar que estas cosas interfieran con nuestra causa. Creo que es hora de que demuestre su lealtad y compromiso. ¿Tú qué opinas, Lucius?
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Un millón de razones ⌇ Draco Malfoy
Fanfiction- ¿Aún después de lo que te hice? - Sí, Draco... Aún después de lo que me hiciste. Ángeles va desde Castelobruxo a Hogwarts con dos advertencias: tener cuidado y mantenerse alejada de los Malfoy, después de todo, su madre, Amelia Crouch, la hermana...