Otra vez tengo el escritorio desordenado.
El piso está lleno de petacas de licor y whisky.
Las cortinas pasaron de ser de un color celeste pastel a ser un gris.
Hace 6 años que me olvido de cambiarlas.
La cama está sin hacer, la almohada está manchada y sin funda.
Y la típica silla llena de ropa sucia que se transforma en mi mejor amiga cuando apago la luz.
No me gusta apagar la luz.
Si me concentro, puedo ver gente que me sonríe en la oscuridad.
Me siento tan solo y desprotegido en mi propia habitación.
Ya hasta empecé a hablar solo.
No me contesto porque con locos no hablo.
Me imagino una compañía.
Siento como tomo su mano mientras miramos algo en Netflix.
Ojalá tener compañía.
Ojalá tener Netflix.
Ojalá tener cama.
¿Dónde estoy?
Me despierto, está todo oscuro.
No hay dos, hay tres caras tétricas sonriéndome.
Viene mi gato y se acuesta conmigo.
No me acuerdo cómo se llama.
Se acurruca a mi lado.
Lo acaricio, me empieza a ronronear.
Esperen. Yo no tengo gato.
Me despierto de golpe.
Ya es de día.
Ya no sé lo que es real.
Me veo al espejo, nada cambió.
El desorden está ahí.
Nada murió, nada.
Nunca lo hice como un hombre sabio.
No pude hacerlo como un hombre pobre.
Cansado de vivir como un ciego.
Estoy harto de ver sin sentir.
No es propio de ti pedir perdón.
Estaba esperando una historia diferente.
Y me equivoqué otra vez.
He estado en el fondo de cada botella.
Me dijiste que no me estabas dejando porque yo ya te había abandonado hace mucho.
No es que no lo supieras.
Dije que te amo y juro que aún lo hago.
Y debe haber sido tan malo.
Porque vivir conmigo debió haberte matado.
Me imagino la agonía de estar en una jaula de oro.
Cuando salga, estos sentimientos se irán.
Me resulta extraño salir.
Este poema no tiene sentido.
¿Pero cómo encontrarle el sentido a las cosas luego de enterrar a un hijo?
ESTÁS LEYENDO
Alas Violetas: Poemas que te acarician el alma
PoetryEstan invitados a un viaje íntimo a través de mis emociones más profundas y vulnerables. Este libro de poemas es un reflejo sincero de mis momentos de fragilidad, donde cada verso es una ventana mi alma desnuda. Las páginas están impregnadas de una...
