Miraba el cielo, aquella mañana era bastante linda, el sol estaba presente y las nubes se movían a su alrededor, era un cielo mañanero hermoso, me gustaba ver el cielo en las mañanas con una taza de té en las manos, pero esta vez miraba ese cielo con una taza de café, Howl no me dejó dormir en la noche, solo hablábamos, ahora conocíamos más el uno del otro, seguíamos en su casa, era tranquila, el ambiente me gustaba.
-Howl, dime ¿te gusta más el té o el café?-. El acarició mi mano y tomó un sorbo de su café.
-Ya preguntaste eso tres veces mujer, pero prefiero el té-. Ambos soltaron una suave risa, era una mañana tranquila.
-No lo se, estoy nerviosa-. El me abrazo por la espalda y sentí como beso fugazmente mi nuca.
-Eso es bueno, te pongo nerviosa y eso me gusta-. Howl era bueno conmigo lo que me hacia suspirar, no sólo era bueno, era atento y lindo.
-No es sólo por ti, pienso en que voy a hacer cuando vaya a ese cumpleaños ¿y si el príncipe me secuestra?-. El soltó una suave risa y lo miré mal.
-No lo hará mientras yo este contigo-. Sus miradas chocaron.
Sentía un raro calor en el alma al verlo sonreír, eso era extraño, jamás había visto ese brillo en la mirada de Ren, pero Howl me miraba con ese brillo que me hizo pensar que era el único para mi.
Pov omnisciente
Los dos sentían algo intenso y se sabía, esas miradas no eran de dos amigos, era obvio que eran miradas de amor, Howl te miraba como la obra de arte más linda que el mundo pudo crear, mientras tu lo mirabas como el hombre más hermoso del que te pudiste enamorar. De la nada Howl te levanto del piso y te comenzó a dar vueltas hasta que por fin se detuvo y con una sonrisa en los labios te miro, tu estabas aferrada a sus hombros mientras lo mirabas confundida.
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-Me gustas demasiado-. Habló logrando un sonrojo en tus mejillas.
No dijiste nada, simplemente cuando te bajo lo abrazaste y te acercaste a su oído.
-Me gustás también-. Tus muestras de amor eran sutiles.
Variaban mucho las muestras de amor entre ambos, a pesar de que sólo había pasado un día ambos sabían mucho del otro, el sabia que tus muestras de amor eran un tanto tardadas pero eran muestras lindas y discretas, no eras de mostrar demasiado amor desde lo que pasó con Ren.
-Bien debemos volver a mi casa, mi papá y mi mamá deben estar preocupados, son un poco sobreprotectores-. El soltó una risa y tomó tu mano para besarla.
-Como quiero a mi chica-. Lo miraste sonrojada.
-Di eso una vez más y te juro que... No lo se-. El se alejó y soltó una sonora carcajada, te miro para volverse a reír. -Deja de reirte-. De algún modo su risa incremento.
