Efecto placebo
Estaba sentado en el marco de la ventada de su habitación, con un cigarro en la boca, de manera descuidada, miró al perro dormido en una esquina de su cama, a su lechuza y la serpiente enroscada en su almohada.
Poco a poco, se dio cuenta, iba acumulando mas animales.
Sacudió la cabeza, sacándose de la cabeza esa idea mientras soltaba una bocanada de humo, disfrutando de la visión hipnótica de las figuras en el humo desvaneciéndose en el cielo nocturno.
Recientemente, después de un pequeño viaje al callejón diagon, había comprado un empaquetado bastante interesante.
"Auto rellenado" Leyó en voz baja, sosteniendo la caja metálica en su mano.
Siempre y cuando mantuviera una suscripción con la tienda, ellos, por medio de la magia, le rellenarían automáticamente la cajetilla cada que él lo pidiera por medio de un hechizo simple, tomando en cuenta incluso las marcas que a él le gustaban.
Soltó una risita, dejando la cajetilla en su bolsillo trasero, feliz de ya no tener que usar su magia en alguien para poder conseguir su pequeño pasatiempo.
Se tragó la culpa, nuevamente estaba usando la magia para hacer cosas malas.
Finalmente se metió en su cama, apagando el cigarrillo contra el el cenicero portátil similar a un reloj de bolsillo que cargaba con él, dejando la colilla en este y tapándose con las cobijas, guardando celosamente ambos artilugios en el espacio entre el suelo y la jaula de Hedwig al lado de su cama.
Miro el techo, en silencio, lentamente quedándose dormido, para su pesar.
Vagamente vio la pequeña pila de cartas de sus amigos en la silla de su escritorio, todas y cada una de ellas selladas.
(.)
"Sev" Dije en voz baja, pinchándole la mejilla a mi mejor amigo, que alzo la mirada para verme.
"¿Si?" Pregunta, viéndome a los ojos, suspiro y me rio.
"Cuando lo conozcas, quiero que lo trates bien, ¿de acuerdo?" Digo con un falso tono autoritario "Si lo haces llorar, volveré solo para-"
"Deja de ser rara" Dice él, mirándome mal y golpeando mi hombro juguetonamente "¿A quien voy a conocer? Mi única amiga eres tu, Lils"Yo me rio un poco, sacándole el dedo del medio.
"Te tragarás tus palabras, Sevye"
Parpadea, lentamente la consciencia volviendo a él, mira el techo en trance por un momento antes de levantarse con fuerza.
"¡Mierda!" Maldice, saliendo de la cama de un brinco y abriendo la puerta, sabiendo bien que vería.
Dudley, frenético, corriendo de un lado a otro con su uniforme mientras se cepillaba los dientes y empacaba su mochila para su propia escuela, Harry bajó las escaleras al primer piso con cautela, buscando en en la cesta su mochila que estaba seguro de haber dejado.
"¿Buscas esto?" Chilla y brinca hacia atrás, encontrándose con la mirada divertida de su tía, en su mano delgada, cuelga la mochila de Harry, él asiente y se acerca a ella, sosteniéndola.
Ella frunce un poco la nariz, sin embargo, lo deja pasar "Apresúrate, te llevaremos primero a ti y luego a Duddy"
Harry resopla, escuchando el jadeo indignado de Dudley por el apodo.
Rápidamente sube a su habitación, empacando algunos libros y, tomando su varita, empaca toda su ropa y útiles en el baúl con un movimiento (Nunca antes había agradecido tanto el haberse emancipado mágicamente) con cautela, mira hacia el marco de la puerta antes de sacar de detrás de la jaula de Hedwig sus tesoros, la cajetilla y el cenicero, metiéndoselo en los bolsillos antes de abrir la jaula de Hedwig, diciéndole a donde tenia que volar, enrollando a Hécate encima del baúl y tomando la correa de Vagabundo, baja al primer piso, dejándolos abajo antes de subir a ducharse rápidamente, metiendo todo el contenido de sus bolsillos en el bolso personal que llevaba consigo antes de meterse al baño.
ESTÁS LEYENDO
Matices
FanfictionDónde Harry Potter descubre un libro en un parque que lo hará cambiar relativamente su sentido de la vida O, dónde Harry Potter descubre que la vida no es solo blanco y negro, también hay matices. Crackship!