Playlist (War of hearts - Ruelle)
Y efectivamente, era ella, era simplemente ella quien se estaba comiendo a besos a Valeria en la pista de baile.
¿Se supone que debo fingir que no me importa? ¿Tengo que evadir los celos?
Por Dios estoy aquí con Oliver.-Alexia querida ¿que piensas de eso?-
-¿Eh?- volví mi mirada a él nuevamente.
-Lo de la plaza de subdirector que me han ofrecido-
-Ah- sonreí y acomodé mi cabello detrás de la oreja- me parece genial la idea, te quedaría muy bien ese papel-
-¿Lo crees?-
Juro que si hay algo en el mundo que me da vergüenza ajena es que alguien a quien no le veo nada de interesante intente hacerse el coqueto conmigo.
-Pues claro, emmm...yo...voy al baño un segundo, vuelvo enseguida-
Necesitaba respirar, no ver a Cassandra, entender qué carajos estaba sucediendo conmigo, por qué si toda mi vida me había fijado en hombres, tiene que llegar la hija de mi mejor amiga a la misma que casi le duplico la edad, por qué tiene que llegar ella a ponerme patas arriba.
Entré al baño, solté mi bolso a un lado del lavabo, me apoyé de este y clavé mis ojos en el mismísimo espejo.
¿Qué haces conmigo, Roberts?
¿Por qué tienes el poder de traerme como una marioneta?Porque por muy fuerte que me comporte ante ti, cada vez me resulta más imposible negar que me vuelves completamente lo...
-¿Intenta cruzar a otra dimensión a través del espejo o algo así, profesora?- sonreí cabizbaja y me volteé recargándome en el lavabo de brazos cruzados.
-Tengo tantas preguntas que hacerte que no sé por cuál comenzar- soné irónica.
Pero su atuendo me distrajo, aquel escote que daba a relucir parte de sus pecho, la piel de sus clavículas y cuello iluminada por la luz blanca de los focos en el sanitario. Su cabello por primera vez alisado por completo cayendo en su espalda, y los tantos lunares de sus hombros.
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Un pedazo de mí
Roman d'amourEsas petrificantes oraciones que al pronunciarlas te hacen un nudo de marinero en el estómago, pues su nombre es poesía y en mi caso, su apellido era Alexia. Dicen que es amor a primera vista, el nuestro fue a primer librazo. Ella era la mujer más t...