31. ¿Sopa instánea otra vez?

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Playlist (Consejo de amor - Morat)

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Playlist (Consejo de amor - Morat)

Quería verla, por supuesto que me moría de ganas por tenerla a mi lado, cada vez que le preguntaba a mamá si le había hablado me decía que nunca contestaba el teléfono

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Quería verla, por supuesto que me moría de ganas por tenerla a mi lado, cada vez que le preguntaba a mamá si le había hablado me decía que nunca contestaba el teléfono.

Intenté llamarla, trece veces por día, ninguna de estas respondió, dejaba alrededor de diez mensajes por minuto, pero tampoco obtuve una respuesta de su parte. No me rendí, jamás, pero me estaba doliendo demasiado.

Una semana después de la cirugía me dieron de alta. Todo marchaba normal en casa. Plenas vacaciones, mamá trabajaba por el día, Abril se tomó el trabajo de cuidarme en esas horas que se ausentaba.

Nuestra rutina se volvía: charlar de cualquier cosa, prepararme un baño caliente, guiarme hasta la bañera con cuidado, e incluso cocinarme, (pobre Austin cuando le toque comerse su comida) sabes que te amo amiga, pero cocinas horrible.

Mamá llegaba en las noches cansada, pero siempre tenía lista la sonrisa para mí, pero lo podía notar, el estrés en sus ojos, el agotamiento en su mirada, y junto a todo esto, una interrogante extraña que me trasmitía cada vez que evadía el contacto visual conmigo, pero no le daba demasiada importancia, (consejo sano) nadie puede contra una psicóloga.

-ESTOY JODIDA DE ESTAR ENTRE ESTAS CUATRO PAREDES-

-¿Quieres callarte un poco y acabarte la sopa?-

-Abril- fruncí el ceño con angustia- ¿otra vez sopa instantánea?-

-A ver querida mía, cómo te explico que la primera vez que metí mis manos en una cocina fue por ti así que será mejor que la recibas con el amor que te doy- hizo muecas con su boca fingiendo querer besarme acercándose a mi rostro, le devolví expresiones de asco.

-Quita idiota-

Otra vez recostada en aquella cama, miraba la puta comida con repugnancia pero accedí a tomarla cuando mi amiga me echó una mirada amenazante.

-¿Ya entregaste tu carta para la universidad?- preguntaba con la boca llena.

-Ujum- se recostó a mi lado- ¿tú?-

Un pedazo de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora