Las fronteras del cielo y del infierno están a tan solo unos pasos pero nunca se tocan entre ellas. Dos lugares completamente diferentes donde deciden tu destino final. A pesar de que nunca de que nunca se conectan, existe un día en el que ambas fronteras se desvanecen, un solo día en el que ángeles y demonios se reúnen.
Los ángeles y demonios nunca se llevaron bien, además de que las reglas de sus mundos no se los permitían para mantener un "Equilibrio" en ambos mundos. Pero ese no fue el caso dos de las criaturas, solo ellos dos se atrevieron a romper las reglas que los separaban con la ayuda de la criatura mas insignificante y poco útil o poderosa. Un humano. Un jovencito quien inconscientemente hizo que se unieran y rompieran las reglas impuestas por ambos mundos.
Una cabellera negra como la noche observaba cuidadosamente la tempestad que viven aquellas almas que no pudieron entrar al reino de los cielos. Miraba los castigos que tenían, su corazón noble y débil decía que no merecían tales tratos, que una segunda oportunidad siempre le venia bien a todos. O eso es lo que él quiere pensar en su mundo de rosas y caramelo.
- ¡Alex! Por los santos querubines ¿Dónde estas? -
Grito Lukyan, un ángel poseedor de las seis alas legendarias. Se encontraba buscando al pelinegro que no tardo en regresarle el grito.
- ¡Ya voy Luk! -
- Date prisa, este humano podría cambiar el resto de tu vida celestial y vas demasiado tarde. -
Alex bajo de la enorme montaña de nubes esponjosas, le dio un ultimo vistazo al mundo oscuro para seguidamente posicionarse al lado de Lukyan y así caminar juntos.
- ¿Cómo era tu humano? Nunca hablas sobre él. -
- Es una dicha poder recordarlo, era la persona más amable que pude haber conocido.-
- ¿Y por qué no lo vas a visitar? Desde que cumpliste tu misión parece que lo extrañas demasiado.-
Lukyan se mostro tenso ante esa pregunta, con pocas intenciones de responder, pero al ver esos ojos esmeralda sobre él se vio obligado a seguir hablando o Alex seguiría de curioso respecto al tema.
- Alex, te recomiendo que no te encariñes con el humano que escojas, puede romperte el corazón. Te lo digo por tu bien.-
No aclaro sus dudas, al contrario, surgieron más por saber el pasado de Lukyan y de su humano.
By infierno
-¡Agares deja esas almas a otro demonio y vamos! ¿No quieres escoger a tu humano? -
- No.-
Agares un demonio más del infierno que se divierte gastando bromas pesadas a los ángeles o castigando a las almas que mal obraron en vida.
- Vamos Agares, hoy no estoy para tus estúpidas bromas, así que muévete-
Con mala cara rodo los ojos cual rubí y finalmente se posiciono al lado de Draven, un demonio de apenas unos escalones más poderoso que él. Agares que caminaba con una mala cara miro de reojo a Draven.
- ¿Por qué tengo que hacer esto?-
- Todos pasamos por esto y si de verdad quieres convertirte en un duque debes de hacer este trabajo también.-
Agares paso su mano por su cabello blanco intentando acomodarlo antes de que una luz le cegara los ojos.
- ¡¿QUÉ MIERDA!?-
Draven no pudo evitar romper en una carcajada al ver la reacción de Agares al entrar al reino de los cielos.
-Solo es un poco de luz, no seas dramático.-
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Un Simple Nudo de Horca
Science FictionAl principio, mi misión era clara: guiar a ese joven atormentado por el camino de la perdición. Un trabajo sencillo, pensé. El chico tenía todos los ingredientes necesarios para un descenso rápido y seguro al infierno. Pero a medida que me adentraba...