02| Ignorancia.

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Plumas blancas como la nieve volaban por los aires y algunas llamas de fuego las extinguen a su toque. Después del aterrizaje fallido por la reciente pelea, Agares y Alex se levantaron del asfalto observando a su alrededor para confirmar la llegada a su destino.

- Hamburgo...- Susurro Alex anonadado por la belleza que esta poseía.

- No creí que fuera tan grande este lugar.-

- Yo tampoco pero lo mejor es cambiar nuestra apariencia.-

Agares solo confirmo moviendo la cabeza, una enorme cortina de neblina rodeo a ambos. Escondieron sus alas, cambiaron su aspecto al humano.

Los que alguna vez fueron ojos color rubí, ahora eran azules tan profundos como el mar, el cabello blanco como el brillo de luna, fue tapado por la oscuridad de la noche, tenía el aspecto de un chico de 19 años. Alex fue besado por el fuego, su cabello oscuro paso un  lindo color pelirrojo, sus ojos ahora verdes como la esmeralda, igual que Agares con el aspecto de un chico de 19 años.

Agares "Larson" y Alex "Dunswhort".

La bella Alemania estaba apagada, las calles oscuras y sin ningún alma... Bueno, más que los borrachos que se mantenían tomando.
Agares y Alex se miraron mutuamente esperando a que el otro dijera algo, al no haber respuesta, Agares golpeo el hombro de Alex

- Ya saca el pergamino. -

Alex tardo unos segundos en procesar la información, cuando su cabeza hizo click, metió la mano a uno de los bolsillos de su pantalón vaquero para tomar el pergamino.

- No era necesario el golpe. -

Agares rodó los ojos, espero a que abriera el pergamino, pero sus ojos se desviaron a un gato que frotaba su cabeza contra sus piernas, con una mueca de disgusto miro al gato que se frotaba, con todas las intenciones de hacerle una maldad levantó la mano listo para alejarlo.

- No le hagas daño. -

Alex miraba a Agares con una mala cara, se inclino y recogió al gatito gris con cuidado en sus brazos.

- ¿Ya abriste el pergamino? -

- Si. -

- ¿Ya sabes a dónde ir? -

- Si.-

- Entonces vámonos. -

Con paso firme Agares empezó a caminar, Alex detrás de él mientras mimaba al gato, Agares al escuchar el ronroneo se dio vuelta para encargar a Alex.

- Sin la bola de pelos. -

Su expresión era tan dura, firme, daba miedo el solo verlo, por lo que Alex tuvo que dejar al gatito, pero antes le dio una palmada en la cabeza y algún tipo de protección para que no le pase nada.

Una vez más ambos volvieron a caminar por las calles de Hamburgo, Alex intentaba iniciar una conversación pero la mirada de Alex era intimidante, tal vez hablaría con él más tarde... O mejor no hablar con él, eso es.

Caminaron, dieron giros y vueltas y siempre terminaban en el mismo lugar, era mucho más fácil cuando veías desde arriba todo. Agares estaba harto, la poca paciencia que tenía desapareció.

- ¡Bah! ¡Estoy cansado! Siempre llegamos al mismo lugar, ¿sabés dónde estamos? -

- ¡Claro que sí!.. solo es difícil leer el pergamino...-

- ¡No pienso perder más el tiempo! -

Agares sin dudarlo se quitó la gabardina negra de encima, se quitó la camisa negra que tenía y tiro a ambas al piso. Sacudió su cuerpo y empezó a escucharse como algo tronaba, como si sus huesos se rompieran.

Un Simple Nudo de HorcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora