ENEMY TO LOVERS (Harco)

⚡ Capitulo 7 (Parte 2)⚡

24 de Mayo de 1988

-Oh, Harry, vamos -se quejó Thomas, mientras era arrastrado por un niño moreno un poco más alto que él, vestido con un traje-. ¿A dónde me llevas?

Harry solo sonreía, sin decir palabra, mientras lo guiaba por la parte trasera de su casa. Lejos del ruido de la fiesta que su padre tenía y de la cuál ellos ya se habían aburrido. Se detuvo frente a un pequeño jardín, cuya entrada estaba adornada con una puerta enmarcada por un arco de flores llenas de lirios.

-Harry... ¿Esté lugar no es acaso la sección prohibida de tu mamá? -Thomas miró a Harry con nerviosismo, dando un paso atrás.

-Si, pero no te preocupes, ella no tiene por qué enterarse -respondió Harry con una sonrisa traviesa.

-¿Y si se entera? ¡Nos fusila a los dos, Harry! -dijo Thomas, alarmado ante las posibles consecuencias de la travesura de su amigo.

-Oh vamos, me decepcionas. Hemos hecho tantas cosas arriesgadas, esto no es nada, esto no es nada. Déjame mostrarte algo y saldremos de inmediato -Harry se acercó, quedando a solo centímetros de su rostro-. ¿Si? ¿Puedes confiar en mí?

Thomas al ver aquélla cercanía entre los dos, no pudo evitar sonrojarse y ponerse nervioso.

-Está bien, pero que conste que si tú mamá nos descubre te echaré toda la culpa, ¿entiendes? -advirtió, empujando a Harry con un puchero en la cara, alejándolo un poco.

-Me parece justo -respondió Harry, divertido.

Harry se enderezó y retomó su camino hacia el interior del jardín, que parecía un laberinto de flores.

Llegaron al centro del jardín, Harry llevó a su amigo a un pequeño kiosco que se encontraba allí. Dentro, había una mesa de té con dos sillas, Harry sentó a Thomas en una, y Harry se acomodo frente a él.

-Vaya, este lugar es muy agradable y huele muy bonito.

-¿Verdad que sí?

-Me imagino qué tu mamá cuida este sitió de nosotros, porque sabe que dos niños con el potencial de destruir esta belleza no deberían de estar aquí -dijo Thomas, mirando a Harry con una expresión de obviedad.

Harry soltó una risa, ganándose un golpe en el brazo por parte de su amigo, que no pudo evitar reír también.

-Claro que es un punto importante del porqué mi mamá protege mucho este lugar -respondió Harry, poniendo una expresión más sería-. Pero no es lo único.

Harry se levantó y extendió la mano hacía Thomas para que la tomara.

-¿Harry? -Thomas lo miró curioso.

-Ven, necesito mostrarte algo.

Thomas miró con duda la mano de Harry, pero finalmente la tomó, siguiéndolo por un pasadizo del laberinto.

Se detuvieron frente a una puerta de madera. En ese instante, Thomas sintió que todo se volvía extraño, confuso e incluso aterrador.

-Alohomora -murmuró Harry. La puerta se abrió sin ningún esfuerzo, Thomas lo miró con los ojos muy abiertos.

-Ven, entremos.

El castaño lo siguió, pero algo en su interior le decía que ya no quería seguir. Sentía que estaba a punto de conocer algo que no iba a poder asimilar fácilmente.

-Llevamos siendo amigos por cuatro años, y prometimos nunca ocultarnos nada. Está es la forma de demostrarte que de verdad eres muy especial para mí, y que quiero contarte todo sobre mi -dijo Harry, dirigiéndose a un desconcertado Thomas-. ¿Trajiste la varita de práctica que te regalé?