Psicópata // Wenclair

Petropolus

⋗  .  POV: Wednesday   ࿔
Me encontraba en frente a la puerta que más recuerdos guardaba en todo Nevermore, la puerta de mi habitación y la de Enid. Allí fue donde la conocí, donde nos acercamos y donde conocí la peor tortura de todas. Aún siendo una masoquista y experta en torturas desde pequeña, nunca logré acostumbrarme a la música pop de la rubia.

Estuve cinco minutos mirando la puerta pensando en qué debería decirle a mi roomie cuando entrase. Yo era quien la había mandado allí, es cierto que la hice venir aquí porque no sabía cómo pedirle perdón en público después de cómo actúe, pero yo también era quien no sabía qué decirle. Decidí que era hora de entrar, pero antes de tocar el pomo de la puerta empecé a escuchar gritos y cómo tiraban a alguien contra el suelo con mucha fuerza. Siempre me han gustado las escenas violentas, y más si hay sangre, pero Enid era todo lo contrario. Cuando puse fotos de cuerpos para mí investigación en nuestra habitación sobre el hyde mi queridísima roomie se desmayó unas 6 veces en un día. Teniendo en cuenta eso, era imposible que estuviera viendo una película de terror, entonces.... ¿le estaría pasando algo a Enid? No recuerdo haberme sentido tan asustada ni siquiera cuando Crackstone me clavó un cuchillo y me dejó sola desangrándome. Actúe por impulso abriendo la puertas rápidamente para encontrarme a Enid tirada en el suelo con lágrimas en sus ojos, su lado de la habitación desordenado y a Ajax aparentemente enfadado gritándole.

- ¿Se puede saber que te pasa por esa cabecita, lobita? - Dijo Ajax levantando su puño a punto de pegarle. Rápidamente me puse en medio, paré el puño de Ajax y lo inmovilicé.

- Ay, Ajax... - Suspiré. - ¿Por qué has venido a mi habitación? ¿Por qué estabas actuando así con Enid? ¿Acaso quieres que cambie tu peinado? ¿Quieres que corte tus serpientes una a una? ¿Has pensado en lo bien que te verías sin serpientes? Es decir, tu cabeza sangrando porque todas tus serpientes habrían sido descuartizadas vivas hasta el punto en el que te desangraras. ¡Qué maravillosa visión! Quítate ese puto gorro y enséñame tus serpientes, será divertido ver quién paraliza a quién. - Ajax estaba paralizado. Gracioso que supuestamente la gorgona no pudiera moverse. No pude evitar reírme al ver su cara y a sus serpientes asustadas. Cuando se peleaba con Enid sus serpientes salían amenazantemente, según parece yo les doy miedo. - Con Enid siempre salen. ¿Por qué conmigo no? ¿No queréis jugar? Igual que les gusta jugar con mi lobita, pueden hacerlo conmigo. ¿No te parece Ajax? - El subnormal seguía sin reaccionar y yo ya me estaba cansando. - Entiendo que seas una vergüenza para las gorgonas y no puedas simplemente responderme o sacar tus putas serpientes e intentar paralizarme. Debe ser duro ser la vergüenza de la familia, así que tranquilo. Yo te ayudaré a dejar de serlo. - Por la cara de terror de Ajax creo que entendió a qué me refería.

- Wednesday, no. Eso es pasarse, ¡por favor! - Estaba suplicando de rodillas mientras le quitaba el gorro. Para mí no era suficiente, no estaría tranquila hasta que le cortase esas putas serpientes.

- ¿Wednesday? Para ti Addams. - Dije y molesta le di una patada en sus partes. Después saqué una daga que siempre llevaba encima. - Enid, pase lo que pase, no mires.

- ¿Enid, no vas a decirle nada? ¡Haz algo, por favor! Soy tu novio aún. Enid, no puedes ignorarme y dejar que esta psicópata me mate. - Ajax estaba llorando y yo sonreí al escuchar que me llamaba psicópata, no me dijeron algo tan bonito en mucho tiempo. Era como si estuviera viendo su sentencia de muerte... En realidad, era mejor. ¡Era como si yo se la estuviera dando!

- Estoy así por tu maldita culpa, tirada en el suelo preguntándome cómo mierda voy a taparme los moretones. ¿¡Me estás pidiendo en serio que te ayude después de esto!? - Pude ver a Enid alterada, su rostro con frustración lleno de lágrimas y su cuerpo lleno de moretones. Sabía quién era el culpable de todo. Mi temperatura corporal siempre es la de un cadáver, pero sentí mi sangre arder como nunca y la furia me cegó al pensar en Ajax haciéndole todo eso a Enid. - Y una última cosa, Ajax. ¡Te he dicho que hemos roto! - La rubia se podía ver en un estado débil, pero su grito pareció escucharse en todo Nevermore. Enid y Ajax habían roto y por si fuera poco estaba a punto de torturar a Ajax, no recuerdo haber estado tan feliz desde que mis padres me compraron una guillotina.

- Cambio de planes, Ajax. Como ahora ya no eres novio de Enid, puedo cortarte tantas serpientes como quiera. Prometo que seré buena, no te las cortaré todas porque voy a disfrutarlo tanto que sería una pena que solo pueda hacerlo un día. Las reglas son que cada vez que intentes pedir ayuda, te cortaré otra serpiente, ¿entendido? Perfecto. - Empecé a cortar varias serpientes mientras veía cómo caía sangre de su cabeza. Su cabeza estaba llena de serpientes y ninguna se dignó a mirarme, ¿tanto miedo doy? Eso me encanta y aumenta mi ego. - Ups, creo que me pasé. - Sin darme cuenta no había ni una serpiente en la cabeza de Ajax, había cortado todas. - Supongo que no pasa nada, ¿no, Petropolus? Tú le haces daño a lo que más quiero y yo te doy una experiencia que te hará recordar para el resto de tu vida cada vez que te mires en el espejo que nunca en tu mísera vida debes tocar algo de Wednesday Addams. No me mires así, ya sé que quieres agradecerme, pero no hace falta, de verdad. Este corte te queda mucho mejor y ya no serás la vergüenza de las gorgonas porque ya no eres una. Ahora coge tu puto gorro y vete. - Ajax salió corriendo de la habitación tapando su cabeza con el gorro ensangrentado mientras yo recogía las serpientes y las metía en una caja de zapatos.

- Wednesday... - Susurró la rubia mientras se acercaba lentamente a mí, no tenía muchas fuerzas para andar ni para hacer nada. Dejé rápidamente lo que estaba haciendo para acercarme a ella y sostenerla. - ¿Qué estabas haciendo?

- Ah, solo estaba sacando esa mierda de mi habitación, solo contamina.

- Pensé que te gustaba lo sádico.

- No me gusta, me encanta, pero eso solo es contaminación. Todo lo relacionado con ese ser está sacado de un basurero. Si eso no viniera de un ser tan repugnante, lo habría dejado de decoración o le habría hecho un bolso con piel de serpiente a mi madre. En mi casa tenemos una colección de animales, habría quedado bien al lado de la alfombra de oso polar. - Enid se rió como si le hubiera dicho algo gracioso, no entendí eso y mi cara reflejaba mi confusión.

- Sé que no debería preocuparme por esto porque sabes perfectamente cómo llevar tus crímenes, pero... ¿dónde vas a tirar eso? Me parece raro el hecho de que estés metiéndolo en una caja de zapatos.

- Hace un tiempo vi que si mandabas serpientes en una caja de zapatos a una fábrica en Taiwán, te la devolvían con botas de piel.

- ¿No decías que te daba asco Ajax?

- ¡Pues claro! ¿Acaso crees que estoy hablando en serio? Solo voy a meterlas en una caja cualquiera, porque la verdad es que no me importa darles algo digno, y se las voy a dejar en su habitación. No puedo esperar para ver su cara. - Enid soltó una risa débil al ver mi cara llena de ilusión. Aparté mis pensamientos y me di cuenta de que Enid estaba temblando y seguía en el mismo estado. - Será mejor que descanses. - No dejé que contestara y la cargué hasta su cama, después me giré para irme.

- Espera, quédate, por favor. - Ella agarró mi mano y me miró fijamente. Otra vez esos ojos azules que lo profundo, peligroso y misterioso que era el océano en el que yo me quería ahogar. Me senté al lado suya, pero ella me hizo acostarme. Estábamos cara a cara a unos poco centímetros de distancia, sentíamos nuestras respiraciones. El silencio y la paz eran como estar en un cementerio, era precioso. Solo podía sentirme así con ella, era la única persona cuya presencia no me molestaba. Estaría con ella hasta que estuviéramos enterradas y la protegería con mi vida, no dejaría que ninguna otra persona como Petropolus la tratase así. Noté que Enid quería abrazarme, al parecer no quería intentarlo y recordé lo que pasó horas atrás y me maldecí por ello. Por imposible que fuera para mí, abracé a Enid. Sí, yo, Wednesday Addams abrazando a alguien voluntariamente. La rubia se sorprendió al principio y luego se escondió en mi pecho y allí se tranquilizó hasta dormirse. Ella era un arcoiris, todo lo contrario a mí y lo que me enseñaron a odiar, ¿entonces por qué sentía esto con ella? Me estaba contagiando sus emociones, mis mejillas las cuales solían estar frias, ardían cada vez que estaba con ella. ¿Qué me había pasado? Lo único que sabía es que cuando Enid despertase debía disculparme y asegurarme de cuidarla.

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Capítulo corto pq tengo sueño y una amiga me obligó a actualizar