Demon Statue

Capitulo 34: Un infiltrado

Sam despertó después de dos días, el impacto había sido tremendo, sintió como cada uno de sus huesos se rompió, es lo más cercano a la muerte qué estuvo, pero aun así después de dos días se encontraba en buen estado, esa es una de las ventajas de tener poderes, tu cuerpo tiene una recuperación aumentada, hasta podría ser considerada regeneración, al poder recuperar movilidad de partes arrancadas si son colocadas de vuelta.
Luego de un rato decidiendo si pararse o no, el chico se puso de pie y comenzó a caminar hacia el cuarto de su amigo, de manera tambaleante, llego y toco la puerta, pero paso un rato, y nadie abrió, insistente,  toco varias veces, hasta que Klay, le toco el hombro

—Sam, Bolt... tiene un problema

La voz del trajeado retumbó en Sam, quien sin decir una palabra comenzó a seguirlo hasta el cuarto de luchas programadas, que usaba una tecnología que escanea tu cuerpo, y luego inserta tu mente en una simulación, luego hace lo mismo con tu oponente y así pueden luchar a muerte sin preocuparse de las consecuencias. Al llegar allí, Sam quedo pálido, la sangre se le heló, Nate y Bolt seguían en la maquina, desnutridos y deshidratados
—Bolt!!!
—No puede oírte Sam, no te preocupes,  va a estar bien, la estamos pasando suero y nutrientes para que sobreviva, pero su mente está atrapado en la simulación junto a la de Nate
—Pero... como?
—Encontré unas huellas aquí, no eran de nadie que haya visto, pero definitivamente por el estado de la máquina, tenía el poder de Hornet
— ¿Crees que nos traicionó?
—No, las huellas son más pequeñas que las suyas, él no fue, lo que no entiendo, es ¿Cómo alguien llegó hasta aquí? Hay guardias, cámaras,  sensores y trampas
—Quizás un poder de teletransporte, o sigilo
—O ambos...
—A que te refieres?
—Es solo una teoría, pero ¿No crees que la persona a la que nos enfrentamos tiene muchas habilidades? Piénsalo, convenció a muchas personas para actuar, tiene conocimientos en química para hacer esa sustancia,  poder destruir maquinas, sigilo... lo tiene todo
—Pero pudieron haber sido muchos ¿No cree?
—Quizás, pero... necesito contarte algo
—Cuénteme
—Sabes,  el gobierno no es tan bueno como parece, y hace unos veinte años encontramos una niña, de cabello rosa y unos ojos marinos preciosos, ella tenía un poder, y era el de robar poderes, a todos nos maravillo, pero... los lideres gubernamentales la consideraron un peligro y... nunca mas a volvimos a ver
—Cree que sobrevivo?
—Lo hizo, y ahora debe buscar venganza

En un bosque cercano, Blood esta de paseo con Emma, ella la estuvo cuidando todo este tiempo, y se notaba, ahora su cabello rojo sangre, que solía estar atado, estaba lleno de trenzas qué le había hecho la niña, además de tener un maquillaje torpemente hecho. Ambas reían juntas, cuando la pelirroja agarra a la niña y la lanza hacia unos arbustos, para luego, esquivar un hacha qué fue lanzada hacia su cabeza

—Quien esta ahí! Salgan de las sombras!

Dicho y hecho, un chico de pelo negro salió de la sombra de Blood y con una guadaña en la mano, trato de contarle la cabeza, y sin dudarlo, ella lo esquivo y golpeo su oreja, y luego de unas chispas, el chico cayó inconciente

—Los están controlandolo -murmuro- ¡Salgan los que queden!

Un salvaje, que parecía venir del pasado corrió hacia ella con dos hachas, y después de dispararle en los hombros para frenarlo, destruyo en chip qué tenía implantado en la oreja y volvió a caer inconciente. Desde los arbustos, Emma miraba encantada como actuaba su heroína favorita, ella no era muy popular, pero ver como se movía en combate era lo mejor que había visto sus ojos. Después de los primeros dos, en una sola tanda llegaron tres chicos, uno con agua a presión, otro que podía estirar su cuerpo, y otro que parecía no tener ningún poder. Blood con gran elegancia y velocidad, sacó su arma, jalo el gatillo tres veces, acertandole en las orejas a todos, dejandolos inconcientes, para luego llamar a una ambulancia para que los lleve al hospital de la base.